Este sábado 24 de junio es la solemnidad de la Natividad de san Juan Bautista y el jueves 29 de junio, la solemnidad de los santos apóstoles Pedro y Pablo
Por Jesús de las Heras Muela
(Periodista y sacerdote. Deán de la catedral de Sigüenza)
Mañana, sábado 24 de junio es la solemnidad litúrgica de la natividad de san Juan Bautista, el precursor del Señor. Fue fiesta de precepto y por eso continúa teniendo ciertas prerrogativas como la de tener dos formularios, pues al de la solemnidad de esta fecha se añade otro para la misa vespertina de la vigilia. Además, de san Juan Bautista se hace también memoria litúrgica el 29 de agosto para celebrar su martirio.
La figura de san Juan Bautista es presentada, del siguiente modo, en el prefacio (la oración que antecede a la consagración eucarística) de la misa de su natividad, el 24 de junio: “Y al celebrar hoy la gloria de Juan el Bautista, precursor de tu Hijo y el mayor de los nacidos de mujer, porque él saltó de alegría en el vientre de su madre al llegar el Salvador de los hombres, y su nacimiento fue motivo de gozo para muchos. Él fue escogido entre todos los profetas para mostrar a las gentes el Cordero que quita el pecado del mundo. Él bautizó en el Jordán al autor del Bautismo, y el agua viva tiene, desde entonces, poder de salvación para los hombres. Y él dio, por fin, su sangre como supremo testimonio por el nombre de Cristo”.
Fiestas y parroquias de san Juan Bautista
Algunos de los lugares de la diócesis donde san Juan Bautista es especialmente celebrado son Yebra, Palazuelos, Torremocha del Pinar, Escalera, Sigüenza, Torresaviñán, Alhóndiga, Galve de Sorbe, …
Y hasta veinticinco templos parroquiales tienen como titular a San Juan Bautista: Alhóndiga, Atienza, Auñón, Casas de San Galindo, Concha, Córcoles, Cubillas, Checa, Chequilla, Escalera, Fuencemillán, Jadraque, Majaelrayo, Matallana, Milmarcos, Palazuelos, Peñalén, Pinilla de Molina, Retiendas, La Toba, Torrejón del Rey, Torresaviñán, Tortuero, Turmiel y Valdeaveruelo.
Además, el monasterio de monjas benedictinas de Valfermoso de las Monjas, que data de 1186, está dedicado a san Juan Bautista.
Santos apóstoles Pedro y Pablo
El jueves día 29 de junio, de los santos apóstoles Pedro y Pablo, los dos apóstoles columnas de la Iglesia. Como reza el prefacio de su misa, Pedro fue el primero en confesar la fe, Pablo, el maestro insigne que la interpretó.
Pedro fundó la primitiva Iglesia con el resto de Israel, Pablo la extendió a todas las gentes. De esta forma, por caminos diversos, los dos congregaron la única Iglesia de Cristo, y a los dos, coronados por el martirio en Roma, celebra el miércoles, 29 de junio, el pueblo santo de Dios con una misma veneración.
El día de san Pedro y san Pablo es el Día del Papa y el día de la colecta del Óbolo de San Pedro, un fondo mundial de donativos para las obras de caridad del Papa, el sucesor de san Pedro. En 2022, nuestra diócesis recaudó para la colecta del Óbolo de San Pedro 13.052,94 euros.
Por ello, ante esta jornada de los apóstoles Pedro y Pablo, ante el día del Papa, demos gracias a Dios por el ministerio apostólico petrino, que, desde el 13 de marzo de 2013, encarna Francisco. Acción de gracias, oración por su persona y ministerio y renovación de nuestra adhesión, comunión y fidelidad con él. Con Francisco, ahora Pedro; con Pedro, ahora Francisco. Siempre con Pedro y bajo Pedro.
Parroquias de San Pedro en la diócesisSan Pedro Apóstol es titular de cuatro decenas de parroquias de la diócesis, una de las advocaciones más comunes (la más común es la Asunción de María, con un centenar de parroquias). Al primero de los apóstoles, a san Pedro, están dedicadas las parroquias de Alcuneza, Anguita, Anguix, La Barbolla, Budia (con la popular fiesta de la “Sampedrada”), Cabanillas del Campo, Cendejas de Enmedio, Ciruelas, Codes, Copernal, Estriégana, Fuentelsaz, Gajanejos, Galápagos, Hinojosa, Hontoba, Loranca de Tajuña, Lupiana, Luzón, Mandayona La Miñosa, Monasterio, Motos, El Pedregal, Poveda de la Sierra, Rebollosa de Jadraque, Saelices de la Sal, Sayatón, Sotoca de Tajo, Tomellosa, Tordelrábano, Tortuera, Val de San García, Valfermoso de Tajuña, Veguillas, Villacadima y Yunquera de Henares, además de las que fueron parroquias de dos caseríos hoy desaparecidos: Valbueno, junto a Cabanillas del Campo; y Valdeancheta, junto a Espinosa de Henares. También Hita, donde San Pedro es festivo, tiene
También tiene una de sus parroquias dedicadas al apóstol san Pedro las ciudades de Guadalajara y de Sigüenza. Y la villa medieval honra a San Pedro como patrono principal, conserva, ya en ruinas tras la pasada guerra civil, una hermosa iglesia dedicada al santo. Por su parte, la parroquia de Abánades está dedicada a la Cátedra de San Pedro, cuya fiesta se celebra el 22 de febrero.
Patronazgos de San Pablo
El apóstol San Pablo tan solo tiene una parroquia dedicada en la diócesis: en Guadalajara, enfrente de la estación de RENFE, parroquia erigida en 1955.
San Pablo, en la fiesta de su conversión (25 de enero), es el patrono del Movimiento de Cursillos de Cristiandad.
Semblanza de san Juan Bautista
Hijo de Zacarías y de Isabel, ya ancianos y fruto de una intervención especial de la gracia de Dios, nació, según la tradición seis meses antes que Jesús, de quien era familiar. Zacarías e Isabel vivían en Ain Karen, una localidad muy próxima a Jerusalén, de cuyo templo su padre era sacerdote. El nombre de Juan fue elegido por su padre Zacarías, como inspiración divina, y para expresar la misión de este de precursor de Jesús. Todo ello aparece así reflejado en el evangelio de san Lucas (1, 5-20). También a María el arcángel san Gabriel le anunció el nacimiento de Juan (Lucas, 1, 26-38).
Los evangelios nos garantizan que vivía austera y penitencialmente, que tenía un grupo de discípulos, algunos de ellos probablemente próximos al grupo de los Esenios. Su misión fue preparar a Jesús un pueblo bien dispuesto. Su sobrenombre de Bautista, se debe que administraba, junto al río Jordán, un bautismo de purificación, bautismo que el mismo Jesús quiso recibir, como nos narran los tres evangelios llamados sinópticos: Mateo (11, 11), Marcos (1, 9-11) y Lucas (3, 15-16)
San Juan, en su evangelio, el cuarto y último en ser escrito, describe a Juan el Bautista como “un hombre enviado por Dios” que “no era la luz”, pero que “vino como testigo para dar testimonio de la luz, de manera que a través de él todos creyeran” (Juan 1, 6-8).
Según el libro de los Hechos de los Apóstoles (18, 24 y 19, 6), algunos discípulos de Juan pasaron a ser discípulos de Jesús (18, 24 y Hechos 19, 6); y el apóstol Andrés, hermano de Pedro, también lo fue (Juan 1, 35-42).
Juan Bautista, que reprobaba el matrimonio de Herodes Antipas y Herodías por ser ésta una mujer divorciada, tras ser encarcelado por el rey, acabó siendo decapitado ante la petición de Salomé, hija de Herodías, quien instigó a su hija al respecto (Mateo 14:1-12, Marcos 6:14-29 y Lucas 9:7-9). Sus discípulos recogieron su cuerpo y lo enterraron.
Semblanza de san Pedro
Natural de Betsaida, en Galilea, casado y pescador de oficio, su nombre era Simón bar-Jona (hijo de Juan). En Cafarnaúm, también en Galilea, junto al lago de Tiberiades, fue llamado por Jesús, a quien se lo presentó su hermano Andrés. Estos dos hermanos, junto a Santiago y Juan, hijos del Zebedeo, constituyeron el núcleo primero y principal de los apóstoles de Jesús.
Pronto Simón aparece en los evangelios en una posición preminente, que Jesús le otorga y le confirma, cambiándole de nombre: Pedro, que deriva de piedra, piedra sobre la que Jesús edifica su Iglesia, constituyéndole como la cabeza del colegio apostólico. Por ello, los papas, los pastores supremos de la Iglesia católica, son los sucesores de San Pedro.
Tras la resurrección de Jesús, será Pedro quien ya encabeza la Iglesia naciente. Hacia el año 44 fue encarcelado por orden del rey judío Herodes Agripa, pero consiguió escapar y abandonó Jerusalén, evangelizando en Antioquía (actual Turquía). Y en el final de su vida, viaja a Roma, capital del Imperio, donde se encuentra con Pablo. Allí fue detenido durante las persecuciones de Nerón contra los cristianos, y murió crucificado (hacia el año 64 o 67), en la colina del Vaticano, donde en el siglo IV se erigió una basílica en su honor.
El canon católico de los libros del Nuevo Testamento atribuye a san Pedro dos cartas apostólicas, en las que se presenta como testigo de Jesucristo, el modelo por excelencia a imitar y a seguir en la vida cristiana.
Y al igual que San Pablo, como luego veremos, san Pedro es celebrado en el calendario litúrgico de la Iglesia en tres fechas: el 22 de enero, fiesta de su cátedra (el ministerio apostólico petrino doctrinal); el 29 de junio, solemnidad de su martirio, junto con el de San Pablo; e, igualmente, junto con San Pablo, el 18 de noviembre, memoria litúrgica de la consagración o dedicación litúrgica de las basílicas romanas, donde están respectivamente enterrados: San Pedro en el Vaticano y San Pablo Extramuros, respectivamente.
Semblanza de san Pablo
En el año 8 de la era cristiana, en la ciudad Tarso (actualmente Turquía) nació san Pablo, cuyo nombre originario era Saulo. Muy joven, estudió en Jerusalén la ley mosaica. Fue discípulo del gran rabino Gamaliel. Aprendió también el oficio de la fabricación de tiendas. Asistió al martirio de san Esteban, diácono. Era judío observante y celoso, que inicialmente persiguió a los cristianos hasta su conversión.
Heraldo y misionero del Evangelio de Jesucristo por excelencia, desarrolló, sobre todo, este ministerio a través de sus viajes y de sus escritos. Desde Antioquía de Siria se dirigió a Chipre; luego, a las regiones de Asia Menor (Pisidia, Licaonia, Galacia); y después a las de Europa (Macedonia, Grecia), amén de cartas dirigidas a las ciudades de Éfeso, Filipos, Tesalónica, Corinto, Berea, Atenas y Mileto. Incluso pudo viajar a España.
Las cartas paulinas son textos de importancia teológica, histórica, espiritual y pastoral de primera magnitud. Quizás el más relevante de todos ellos –muy vinculado con la epístola a los Gálatas– es la carta a los Romanos, a modo de testamento del apóstol y de síntesis de su vida y predicación. Otras de sus cartas son las que dirigió a los Tesalonicenses, dos a los Corintios, a los Filipenses, a Filemón, … Fue martirizado en Roma en el año 68, aproximadamente. Está enterrado en la basílica a él dedicada en las entonces afueras de Roma, en la Vía Ostiense: la basílica de San Pablo Extramuros.
Y al igual que San Pedro, como ya dijimos, también san Pablo es celebrado en el calendario litúrgico de la Iglesia en tres fechas: el 25 de enero, fiesta de su conversión; el 29 de junio, solemnidad de su martirio, junto con el de San Pedro; y, asimismo, junto con San Pedro, el 18 de noviembre, memoria litúrgica de la consagración o dedicación litúrgica de las basílicas romanas, donde están respectivamente enterrados: San Pablo Extramuros y San Pedro en el Vaticano, respectivamente
Artículo publicado en 'Nueva Alcarria' el 23 de junio de 2023