Por Jesús de las Heras Muela
(Periodista y sacerdote. Deán de la catedral de Sigüenza)
El domingo 19 de noviembre es la Jornada Mundial de los Pobres, una iniciativa del Papa Francisco, cuyo lema de 2022 es «No apartes tu rostro del pobre»
La cita fue fijada ya hace siete años. Concluido el Jubileo de la Misericordia, en la carta apostólica «Misericordia et misera», en su punto 21, el Papa anunció la creación de la Jornada. «A la luz –escribió Francisco- del Jubileo de las personas socialmente excluidas (…), intuí que, como otro signo concreto de este año santo extraordinario, se debe celebrar en toda la Iglesia, en el XXXIII Domingo del Tiempo Ordinario, la Jornada Mundial de los Pobres. Será la preparación más adecuada para vivir la solemnidad de Jesucristo, Rey del Universo, quien se ha identificado con los pequeños y los pobres, y nos juzgará a partir de las obras de misericordia (cf. Mt 25,31-46)».
Y a renglón seguido, el mismo Papa adelantaba sus objetivos: «Será una Jornada que ayudará a las comunidades y a cada bautizado a reflexionar cómo la pobreza está en el corazón del Evangelio y sobre el hecho que, mientras Lázaro esté echado a la puerta de nuestra casa (cf. Lc 16,19-21), no podrá haber justicia ni paz social». Y concluía: «Esta Jornada constituirá también una genuina forma de nueva evangelización (cf. Mt 11,5), con la que se renueve el rostro de la Iglesia en su acción perenne de conversión pastoral, para ser testimonio de la misericordia».
En Roma, el Papa organiza para la jornada una misa y un almuerzo para los pobres y quienes les atienden. Asimismo, despliega una serie de acciones caritativas en favor de ellos: chequeos médicos gratuitos, pagos de alquileres y de electricidad y lotes de alimentos, entre otras iniciativas, En nuestra diócesis de Sigüenza-Guadalajara, a través de la Vicaría Episcopal de Pastoral Social (ahora, durante la sede vacante del relevo episcopal en curso, Delegación de Pastoral Social) se programan distintas acciones asistenciales, campañas de sensibilización, celebraciones y gestos concretos de caridad y cercanía efectiva y afectiva hacia los pobres.
Lemas para el compromiso cristiano en favor de los pobres
Una frase bíblica acompaña, ilustra e interpela cada la jornada. Así, en 2017 y en 2018 fueron las frases «No amemos de palabra, sino con obras» (1 Jn 3,18) y «Este pobre gritó y el Señor lo escuchó» (Sal 34,7). En 2019, fue «La esperanza de los pobres nunca se frustrará» (Sal 9,19). En 2020, la frase que tituló esta jornada: «Tiende tu mano al pobre», tomada del libro veterotestamentario del Sirácida, también llamado Eclesiástico (capítulo 7, versículo 32). En 2021, la frase fue «A los pobres los tenéis siempre con vosotros… (y podéis socorrerlos cuando queráis)» (Mc 14,7); y en 2022, «Jesucristo, siendo rico, se hizo pobre por nosotros» (2 Corintios, 8,9).
El lema para este año 2023 es «No apartes tu rostro del pobre», frase del libro de Tobías, en el Antiguo Testamento, frase que Tobit, padre de Tobías y modelo de vida recta, religiosa y de caridad, legó a su hijo como una su principal heredad.
Con el hilo conductor de estas frases, el Papa escribe cada año un mensaje, que firma el 13 de junio, memoria litúrgica de san Antonio de Padua, modelo de caridad y de servicio a los pobres.
Ideas centrales del mensaje papal para la Jornada de este año
“El Libro de Tobías nos enseña cómo actuar de forma concreta con y por los pobres. Es una cuestión de justicia que nos compromete a todos a buscarnos y encontrarnos recíprocamente... Por tanto, el interés por los pobres no se agota en limosnas apresuradas; exige restablecer las justas relaciones interpersonales que han sido afectadas por la pobreza”.
“Nuestra atención hacia los pobres siempre está marcada por el realismo evangélico. Lo que se comparte debe responder a las necesidades concretas de los demás, no se trata de liberarse de lo superfluo… Lo que de seguro necesitan con mayor urgencia es nuestra humanidad, nuestro corazón abierto al amor”.
“No lo olvidemos: «Estamos llamados a descubrir a Cristo en ellos, a prestarles nuestra voz en sus causas, pero también a ser sus amigos, a escucharlos, a interpretarlos y a recoger la misteriosa sabiduría que Dios quiere comunicarnos a través de ellos» (Evangelii gaudium, 198). La fe nos enseña que cada uno de los pobres es hijo de Dios y que en ellos está presente Cristo: «Cada vez que lo hicisteis con el más pequeño de mis hermanos, conmigo lo hicisteis» (Mt 25,40)”.
Modelos e intercesores de servicio a los pobres
Además, cada año, en su mensaje, el Papa propone un modelo concreto de cristiano, normalmente santo, que sobresalió en el ejercicio de la caridad y de su compromiso en favor de los pobres. Así, en 2017 fue san Francisco de Asís; en 2018, santa Teresa de Jesús; en 2019, el sacerdote italiano don Primo Mazzolari y Jean Vanier; en 2020, la Virgen María, presentada como la Madre de los Pobres.
En 2021, fue el padre Damián de Veuster o de Molokai, santo apóstol de los leprosos. Para 2022 fue san Charles de Foucauld, canonizado por Francisco, el 15 de mayo de aquel año. Y, ahora, en 2023, en pleno año jubilar del 150 aniversario de su nacimiento, santa Teresita de Lisieux.
El testimonio de Teresita
Estas son las palabras textuales que, sobre la joven santa francesa, referente este año para la Jornada Mundial de los Pobres, escribe el Papa Francisco en su mensaje para la jornada: “Este año se conmemora el 150 aniversario del nacimiento de santa Teresa del Niño Jesús y de la Santa Faz. En una página de su Historia de un alma escribió: «Sí, ahora comprendo que la caridad perfecta consiste en soportar los defectos de los demás, en no extrañarse de sus debilidades, en edificarse de los más pequeños actos de virtud que les veamos practicar. Pero, sobre todo, comprendí que la caridad no debe quedarse encerrada en el fondo del corazón: Nadie, dijo Jesús, enciende una lámpara para meterla debajo del celemín, sino para ponerla en el candelero y que alumbre a todos los de la casa. Yo pienso que esa lámpara representa a la caridad, que debe alumbrar y alegrar, no sólo a los que me son más queridos, sino a todos los que están en la casa, sin exceptuar a nadie»”.
Y Francisco añade y concreta la frase final de la santa, en la que se refiere «a todos los están en la casa, sin exceptuar a nadie»: “En esta casa que es el mundo, todos tienen derecho a ser iluminados por la caridad, nadie puede ser privado de ella. Que la perseverancia del amor de santa Teresita pueda inspirar nuestros corazones en esta Jornada Mundial, que nos ayude a «no apartar el rostro del pobre» y a mantener nuestra mirada siempre fija en la faz humana y divina de nuestro Señor Jesucristo”.
Oración para la Jornada de los Pobres
Oh, Señor nuestro Jesucristo, crucificado y resucitado, con alegría nos encontramos en torno a Tu Mesa para recibir nuevamente de Ti el don y el compromiso de vivir la pobreza y de servir a los pobres, en los cuales encontramos Tu rostro.
Te agradecemos porque hay tantos hombres y mujeres que viven la dedicación y el compartir con los pobres y excluidos, teniendo cuidado de la promoción integral de su persona. Tu Reino se hace presente y visible en este servicio generoso y gratuito.
Ilumina las instituciones públicas para que cumplan bien su deber, garantizando a cada ser humano el derecho a la existencia, a la integridad física, a los medios indispensables para un digno tenor de vida, el derecho a la seguridad en caso de enfermedad, de discapacidad, de viudez, de vejez, de desocupación.
Oh, Espíritu Santo, que nos donas el discernimiento, haz que bajo tu guía podamos reconocer las verdaderas exigencias de los hermanos pobres. Haznos capaces de prestar a ellos nuestra voz en sus causas, acogiendo la misteriosa sabiduría que quieres comunicarnos a través de ellos, hijos de Dios.
Oh, santa Teresa del Niño Jesús, la tenacidad de tu amor inspire nuestros corazones, ayudándonos a no apartar el rostro del pobre y a mantenerlo siempre fijo en el rostro humano y divino del Señor Jesucristo. Amén. ¡Aleluya!
Calendario para el relevo episcopal en nuestra diócesis
El martes 31 de octubre de 2023 la Santa Sede hacía pública la jubilación por razones de edad (77 años) de don Atilano Rodríguez Martínez, quien, a su vez, era nombrado administrador apostólico de la diócesis hasta la toma de posesión de su sucesor, don Julián Ruiz Martorell (66 años), hasta entonces y desde el 5 de marzo de 2011 obispo de Jaca y de Huesca. Don Atilano ha regido nuestra diócesis desde el 2 de abril de 2011. Sucedió a don José Sánchez González (89 años).
Desde ese momento y a tenor de la normativa canónica vigente, el colegio de consultores de la diócesis, organismo integrado por once sacerdotes, coordina todo los relativo al relevo episcopal. A sus reuniones de trabajo (hasta ahora, tres: los días 31 de octubre y 6 y 16 de noviembre) se han incorporado también los responsables de las delegaciones diocesanas de Liturgia y de Medios de Comunicación Social, así como los secretarios particulares del obispo en Sigüenza y en Guadalajara. Además, el colegio de consultores se encontrará en Madrid, en el mediodía del viernes 24 de noviembre, con don Julián Ruiz Martorell.
Ya están perfiladas las despedidas a don Atilano. La catedral de Sigüenza, en la capilla de San Pedro, acogerá la primera, de índole más sacerdotal, el sábado 16 de diciembre, a las 12 horas, seguida de un almuerzo fraterno. En Guadalajara, a las 19 horas del domingo 17 de diciembre, la concatedral acogerá la segunda, de características más institucionales.
Don Julián llegará a la diócesis a las 17 horas del viernes 22 de diciembre. Alcolea del Pinar será su primer destino y parada. Y una hora después lo hora en el santuario de la Virgen de la Salud de Barbatona. Su solemne misa de toma de posesión será en la catedral seguntina a las 11 horas del sábado 23 de diciembre. Su primera misa en Guadalajara será el martes 26 de diciembre a las 18 horas, en la concatedral. Previamente, desde el mediodía, el nuevo obispo mantendrá, en el seminario menor y colegio diocesano de Guadalajara, un encuentro navideño con el presbiterio diocesano.
Publicado en Nueva Alcarria el 17 de noviembre de 2023