Por Juan Pablo Mañueco
(escritor y periodista)
(Septeto doble)
Elévate despacio, catedral seguntina
que a los cielos asciendes y hacia las nubes claras,
hacia la azul esfera tu piedra se encamina
como si ya a otro ámbito diferente entraras.
Cada nube que pasa ante tus torres se inclina
parece que trajese la paz que tú clamaras.
La paz, la paz, la paz, la paz que tú nos buscaras.
La torre de las campanas sube a la derecha
de la principal puerta, románica. Y soñaras
que tocando el cielo con su aldaba le abre brecha
de sonido, que más allá del cielo escucharas
subiendo hacia lo más alto, como aguda flecha.
Paz, paz, paz… sembla tañer en armonías claras.
Sea siempre mi rezo éste por todas las Guadalajaras.