Por Jesús de las Heras Muela
(Periodista y sacerdote. Deán de la catedral de Sigüenza)
En la fiesta de la Santísima Trinidad, el día del Dios uno y trino, la Iglesia católica celebra la jornada de monjes y monjas contemplativos, el Día Pro Orántibus
Pasado mañana, domingo 26 de mayo, es la solemnidad de la Santísima Trinidad. Concluidos la cincuentena pascual, precedida a su vez de los 40 días de la Cuaresma y del Triduo Pascual, esto es, los misterios centrales de la fe cristiana, la liturgia de la Iglesia nos ofrece en este domingo, ya de tiempo ordinario, una solemnidad recapitulativa sobre la verdad y la belleza de Dios, del Dios de los cristianos.
Y esta gran fiesta, la fiesta del Dios Amor (Dios Padre, Dios Hijo y Dios Espíritu Santo) la Iglesia en España dedica jornada eclesial en favor de los monjes y monjas de clausura, de la vida consagrada contemplativa, el Día Pro Orántibus.
¿Qué es la Santísima Trinidad?
La Santísima Trinidad significa que nuestro Dios es Padre, es Hijo y es Espíritu Santo, tres personas distintas y un solo Dios verdadero, como reza el catecismo, tres personas, tres realidades personales, unidas en una única realidad divina: Dios que es amor.
Este Dios de los cristianos, el Dios del amor, es Padre creador, todopoderoso, providente y misericordioso. Creador del cielo y de la tierra, de todo lo visible y lo invisible. Dios es Hijo, Hijo único de Dios, nacido del Padre antes de todos los siglos: Dios de Dios, luz de luz, engendrado, no creado, de la misma naturaleza, que por nosotros y por nuestra salvación se hizo hombre, hermano, amigo, compañero, camino, verdad, vida, resurrección, consuelo y esperanza.
Dios es también Espíritu Santo, cuya fiesta grande celebrábamos la pasada semana, el domingo de Pentecostés. Señor y dador de vida, que procede del Padre y del Hijo, que con el Padre y el Hijo recibe una misma adoración y gloria, y que habló por los profetas. Espíritu Santo Dios que es el motor de la Iglesia, el oxígeno vital e imprescindible de los cristianos y quien hace todo sea bueno y grande en nosotros.
Y Dios, el Dios de los cristianos, es uno y trino: tres personas y un solo, en unidad y trinidad indivisibles. Un misterio de amor inagotable, un misterio que escapa a la inteligencia humana y para cuya comprensión, siquiera en atisbo, hemos de acudir a la fe y a la oración.
La Trinidad, pilar de la fe cristiana y católica
1.-La fe cristiana necesita y es inseparable del encuentro personal con Jesucristo. Es una fe esencialmente cristológica. Y Como la samaritana, también el hombre actual puede sentir de nuevo la necesidad de acercarse al pozo para escuchar a Jesús, que invita a creer en él y a extraer el agua viva que mana de su fuente (cf. Juan 4, 14).
2.-La fe cristiana en creer en Jesucristo, con Jesucristo y como Jesucristo, Dios y hombre verdaderos, en Dios Padre y en Dios Espíritu. La fe es, de este modo, una fe trinitaria. «Profesar la fe en la Trinidad Santa –Padre, Hijo y Espíritu Santo –equivale a creer en un solo Dios que es Amor (cf. 1 Juan 4, 8): el Padre, que en la plenitud de los tiempos envió a su Hijo para nuestra salvación; Jesucristo, que en el misterio de su muerte y resurrección redimió al mundo; y el Espíritu Santo, que guía a la Iglesia a través de los siglos en la espera del retorno glorioso del Señor» (Benedicto XVI, Porta fidei).
Es creer en Dios uno y trino: en Dios Padre creador, providente y misericordioso; en Dios Hijo, hermano, hombre, salvador, redentor, buen pastor, amigo, camino, verdad y vida. Y en Dios Espíritu Santo, Señor y Dador de vida que con el Padre y el Hijo, de quienes procede, recibe una misma adoración y gloria. Para mayor abundamiento y glosa, Dios Padre es la Sabiduría, Dios Hijo es la Palabra y Dios Espíritu Santo es la acción, el motor incombustible. Y Dios Padre, Hijo y Espíritu en su unidad y trinidad (tres personas distintas y uno solo Dios verdadero) es el Amor.
3.-La fe cristiana completa su profesión y simbólico de cada una de las tres personas de la Santísima Trinidad con otro conjunto de verdades de fe, esenciales e inherentes también a la misma.
Estas verdades de fe son expresadas del siguiente modo en el Credo Apostólico (o Símbolo de los Apóstoles, el más antiguo símbolo bautismal): “Creo en la Santa Iglesia Católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna”. Y en el Credo Nicenoconstantinopolitano (siglo IV, tras los Concilios de Nicea, año 325, y de Constantinopla, el primero de ellos, del año 381) con la siguiente formulación: “Creo en la Iglesia, que es una, santa, católica y apostólica. Confieso que hay un solo bautismo para el perdón de los pecados. Espero la resurrección de los muertos, y la vida del mundo futuro”.
Día de la Vida Consagrada Contemplativa
En el día de la Santísima Trinidad, este año, domingo 26 de mayo, la Iglesia católica en España celebra, además, la jornada pastoral de la Vida Consagrada Contemplativa, el Día Pro Orántibus. Se trata de una ya veterana jornada eclesial dedicada a los monjes y monjas de clausura, para dar gracias y para rezar y colaborar por y con ellos y con y por ellas.
«Contemplando tu rostro, aprendemos a decir: “¡Hágase tu voluntad!”» es la frase elegida como lema para esta jornada eclesial de hoy del Día Pro Orántibus, de la jornada de la vida consagrada contemplativa. En toda España, hay unos 8.000 monjes y monjas (7.906, el dato preciso más reciente), en 710 monasterios en toda España. De ellos, cerca de un millar son monjes y unas 7.000 monjas.
Monjes y monjas en nuestra diócesis
En nuestra diócesis hay nueve monasterios contemplativos femeninos. Hay Benedictinas en Valfermoso de las Monjas; Clarisas en Sigüenza; Carmelitas descalzas, en Iriépal y en Guadalajara; Cistercienses, en Buenafuente del Sistal; Ursulinas, en Sigüenza; Concepcionistas Franciscanas, en Guadalajara y Pastrana; y Jerónimas, en Yunquera de Henares. En total, cerca de 80 monjas.
Las Concepcionistas de Pastrana y de Guadalajara son los dos monasterios diocesanos con menor número de monjas. El monasterio más antiguo es el de las Benedictinas de Valfermoso de las Monjas, fundado en 1186. El monasterio de San Juan Bautista de Valfermoso de las Monjas las Carmelitas de Guadalajara y las Clarisas de Sigüenza son los monasterios diocesanos más poblados.
Junto a su vida de oración, nuestros monasterios realizan también distintos trabajos (el “ora et labora” monástico): bollería y ropa litúrgica, las Clarisas de Sigüenza; casas de oración y convivencias, benedictinas de Valfermoso de las Monjas y cistercienses de Buenafuente; cirios y velas, Jerónimas de Yunquera; pan para la eucaristía y bordados, carmelitas de Guadalajara y de Iriépal; enseñanza, Ursulinas de Sigüenza; labores varias, los dos conventos concepcionistas.
Sor Isabel, abadesa de Valfermoso
El 9 de mayo tuvo lugar el capítulo electivo de abadesa de la comunidad monástica de Valfermoso de las Monjas. Resultó elegida sor Isabel Ruiz Sánchez, desde enero de 2022, priora administradora del monasterio, tras la muerte, el 2 de diciembre de 2021, de la abadesa sor María Josefina Matía Yusta.
Sor Isabel nació en Figueras (Gerona) el 29 de mayo de 1965. Con 15 años, ella y su familia se trasladaron a la urbanización de el Coto en El Casar. El 11 de julio de 2010 ingresó en el monasterio benedictino de Valfermoso de las Monjas.
Ordenación sacerdotal diocesana, este domingo
La catedral de Sigüenza acoge el domingo de la solemnidad de la Santísima Trinidad, día 26 de mayo, a las 18 horas la celebración de ordenación sacerdotal del hasta ahora diácono diocesano Diego Gonzalo Moreno. Presidirá nuestro obispo don Julián Ruiz Martorell, en la que será su primera ordenación sacerdotal en la diócesis.
Nacido en Azuqueca de Henares (parroquia de La Santa Cruz), hace 25 años, Diego Gonzalo, completa la licenciatura en Moral en la universidad de San Dámaso y realiza su misión pastoral en la parroquia de Santa María la Mayor de Guadalajara y en la pastoral de los Colegios “Giovanni Antonio Farina” de Azuqueca de Henares y Colegio Diocesano “Cardenal Cisneros” de Guadalajara. Tiene raíces familiares en Torrebeleña y Casasana. Fue ordenado diácono el 2 de julio de 2023.
La frase de Jesús “Tengo sed” (Jn 19, 28) figura como lema de la ordenación sacerdotal de Diego, cuya primera misa solemne será el lunes 27 de mayo, a las 18 horas, en su parroquia de la Santa Cruz de Azuqueca de Henares.
El 15 de mayo de 2022 y el 30 de abril de 2023 fueron ordenados sacerdotes diocesanos, respectivamente, Enrique López Ruiz y Emilio Vereda Cuevas, ambos destinados como sacerdotes en el arciprestazgo de Molina de Aragón.
Publicado en Nueva Alcarria el 24 de mayo de 2024