Por Jesús de las Heras Muela
(Periodista y sacerdote. Deán de la catedral de Sigüenza)
También la catedral diocesana acogió el 2 de diciembre de 2018, con más de un millar de fieles, la misa de apertura del sínodo, que se ha prolongado seis años
Pasado mañana, domingo 23 de junio de 2024, domingo décimo segundo del tiempo ordinario e inicio de esta semana litúrgica, a las 19 horas, en la catedral de Sigüenza, será la solemne misa de clausura del sínodo diocesano. La eucaristía será en el crucero de la catedral.
Este ha sido el primer sínodo de nuestra diócesis tras su reestructuración de límites geográficos en 1955 y, lógicamente, tras el Concilio Vaticano II (1962-1965). En el histórico obispado de Sigüenza hubo doce sínodos diocesanos, entre los años 1380 y 1948. Con todo, tras el Vaticano II y el impulso actual del Papa Francisco, apenas tienen nada que ver los sínodos anteriores al Concilio y los actuales.
La frase “¡Vívelo! ha sido el lema del sínodo diocesano. Y la canción “¡Vive este tiempo de gracia!” es el título de himno sinodal y cuyo autor es Lorenzo Sánchez.
“No es lo mismo clausura que conclusión”
Con todo, el sínodo no concluye. Así lo expresa el obispo diocesano, monseñor Julián Ruiz Martorell: “El Sínodo no concluye. Queda por delante la redacción final de los decretos y declaraciones y, sobre todo, la puesta en marcha de los documentos y propuestas sinodales. Queda por delante la vida, y esperamos que sea vida abundante, fecunda”.
Y añade el prelado: “No es lo mismo clausura que conclusión. Esta etapa del sínodo no se identifica con un final de recorrido. Mi deseo no es realizar un trámite para dar por terminada una experiencia. El sínodo no concluye, sino que se orienta a un momento de decisión. Las propuestas que se aprueben contribuirán a diseñar el marco de referencia de nuestros objetivos y acciones pastorales en los próximos años”.
Lo que es un sínodo
El sínodo es una estructura y dinamismo eclesial de corresponsabilidad, escucha, diálogo, debate, oración, encuentro y propuesta en pro de la comunión, la participación y la misión de todos los miembros del pueblo santo de Dios.
El sínodo diocesano, que es el culmen de las estructuras de participación de los miembros de una diócesis, tiene que ser, ante todo, un acontecimiento de gracia. Por medio del sínodo, el Pueblo de Dios que vive y actúa en una diócesis es convocado y congregado por el mismo Señor, bajo la guía del obispo diocesano, para plantear los principales desafíos pastorales, para buscar juntos los caminos a recorrer en la misión y para cooperar activamente en la toma de las necesarias decisiones, desde una actitud de sincera escucha del Espíritu Santo.
Seis años entre nosotros
El sínodo diocesano fue anunciado por el entonces obispo diocesano, don Atilano Rodríguez, el 17 de mayo de 2018, convocado formalmente el siguiente 8 de septiembre y con misa de apertura, también en la catedral, el 2 de diciembre del mismo año. El año 2019 fue el tiempo de la gran consulta diocesana, con macroencuesta. El 25 de enero de 2020 fue el encuentro de los responsables de los grupos sinodales, entonces recién formados y que comenzaron poco después sus reuniones con cuaderno de trabajado, llamado “cuaderno cero”, dedicado a lo que es una diócesis y a lo que es un sínodo.
Además, en cuatro grandes bloques temáticos, con cinco temas por bloque (20, pues, en total), se estructuró el trabajo sinodal, como luego se verá y detallará.
La pandemia obligó durante año y medio a la paralización de las reuniones presenciales de los grupos. El último trimestre de 2021 fue empleado en la respuesta diocesana al sínodo universal (octubre de 2023 y octubre de 2024) convocado por el Papa Francisco. Y, por fin, volvieron los grupos para trabajar los cuatro grandes bloques temáticos fijados. Fue entre febrero de 2022 y diciembre de 2023.
El 31 de octubre de 2023 se produjo el anuncio el relevo episcopal en nuestra diócesis. Poco después de su toma de posesión, don Julián Ruiz Martorell, emitió, con fecha 6 de enero de 2024, sendos decretos de continuación del sínodo y del comienzo de la asamblea sinodal y de la fase clausura, con una misa de apertura el 25 de febrero, en la concatedral, y asambleas sinodales, en el colegio diocesano Cardenal Cisneros de Guadalajara, los sábados 2 y 16 de marzo y 13 y 27 de abril.
Asimismo, quedó fijado la misa de clausura del sínodo para la tarde del domingo 23 de junio, en la catedral. Han formado de la asamblea sinodal diocesana, en sus cuatro sesiones, más las misas de apertura y de clausura, cerca de 200 personas (187 sinodales, muchos más laicos que sacerdotes –aproximadamente, 120 laicos, 50 sacerdotes y 20 consagrados- y más mujeres que hombres).
Fases de nuestro sínodo diocesano
Cuatro fases más una fase previa o fase cero (anuncio, convocatoria, preparación documental, nombramientos, reglamentos, ambientación y sensibilización, que discurrió entre mayo de 2018 y junio de 2019) han sido las cursadas en el itinerario de nuestro sínodo diocesano. La fase uno fue la de la encuesta sinodal y su tabulación, discernimiento y selección y distribución de los temas propuestos en ella. Fue la fase de la consulta y de la escucha y discurrió desde julio de 2019 a enero de 2020.
La fase dos fue la de los trabajos en grupos sinodales y las posteriores ponencias a la luz de sus propuestas y resultados. Fue la fase del diálogo, la reflexión y la oración. Comenzó en febrero de 2020 y quedó interrumpida, a causa de la pandemia dos años. Estos dos años constituyeron la fase imprevista, una extensa etapa de «catacumbas» –por denominarla de alguna manera-, de alargada espera pentecostal, muchas veces, hasta doliente, y también de reinventarse y de hacerse presente en modos y soportes distintos a fin de que la llama sinodal, que con tanta fuerza se había encendido, no se apagase.
Por fin, realizada y completada la fase segunda, entre febrero de 2022 y diciembre de 2023, y desde ella, mediante las ponencias, llegó, después del relevo episcopal en nuestra diócesis, la tercera: la de la asamblea sinodal, con las sesiones y modalidades ya indicadas, con sus conclusiones elevadas al parecer del obispo, el documento final o mensaje al Pueblo de Dios y la misa solemne de clausura del proceso sinodal. Ha sido desde febrero a junio de 2024. Finalmente, la fase cuarta será la de la aplicación de las conclusiones sinodales y la de la conversión pastoral en aras a ser Iglesia en salida misionera.
Cuatro bloques temáticos, 20 temas pastorales
Cuatro grandes bloques temáticos han sido abordados en los cuadernos, en los grupos y en la asamblea sinodal (una asamblea para cada bloque). El primero llevó por título “Llamados” y tenía como referencia bíblica la frase san Pablo en su segunda carta a Timoteo, capítulo 1, versículo 16, “Reaviva el don que hay en ti”. El subtítulo de este primer bloque fue “Mirada hacia dentro”. Cinco temas, con dos secciones cada uno, en total, diez, fueron abordados en el cuaderno: la vocación, los fundamentos de la fe, la espiritualidad cristiana, la coherencia fe-vida y la comunión eclesial. Entre febrero y junio de 2022, los grupos sinodales en toda la diócesis trabajaron en estos temas y constituyó el contenido de la asamblea sinodal del 2 de marzo de 2024.
El segundo bloque temático, titulado “Desafiados”, incluyó otras cinco temáticas pastorales: jóvenes, mujer, alejados, nuevas formas de unión y otros colectivos y ecología. “Jesús, mirándolo lo amo”, frase del evangelio de san Marcos, capítulo 10, versículo 21, es su lema o inspiración bíblica. La frase corresponde al diálogo entre Jesús y el joven rico. “Algunos desafíos” fue el subtítulo del bloque segundo. Fue trabajado en los grupos sinodales de octubre de 2022 a enero de 2023. La asamblea sinodal del 16 de marzo de 2024 estuvo dedicado a este tema.
“Evangelizamos. Retos evangelizadores” es el enunciado del tercer bloque, cuya referencia o lema bíblico es “Sois la luz y la sal del mundo” (cfr. Mateo, 5, 13a.14ª). Sus cinco temas concretos son estos: familia, laicos, mundo rural, formación cristiana y celebración de la fe. Fue trabajado por los grupos sinodales entre febrero y junio de 2023 y llegó a la asamblea sinodal el 13 de abril de 2024.
Por fin, el cuarto bloque de temas reza “Servimos. Acción social y vida pública”. Su referente bíblico es la frase del evangelio de san Juan “Para que tengan vida…” (Jn 10,10). Y su temario incluyó estas cinco cuestiones pastorales: pobreza, pastoral de la caridad, solidaridad, vida pública y comunicación. Fue trabajado en los grupos sinodales entre octubre y diciembre de 2023 y en la asamblea sinodal del 27 de abril de 2024.
□ Fiestas de San Juan Bautista y de San Pedro y San Pablo
El lunes 24 de junio es la solemnidad litúrgica de la natividad de san Juan Bautista, el precursor del Señor. Fue fiesta de precepto y por eso continúa teniendo ciertas prerrogativas como la de tener dos formularios, pues al de la solemnidad de esta fecha se añade otro para la misa vespertina de la vigilia. Además, de san Juan Bautista se hace también memoria litúrgica el 29 de agosto para celebrar su martirio.
Algunos de los lugares de la diócesis donde san Juan Bautista es especialmente celebrado son Yebra, Palazuelos, Torremocha del Pinar, Escalera, Sigüenza, Torresaviñán, Alhóndiga, Galve de Sorbe, Quer, … Y hasta quince templos parroquiales tienen como titular a San Juan Bautista, siendo los más notables Atienza, Jadraque, Hita, Milmarcos y Córcoles. Además, el monasterio de monjas benedictinas de Valfermoso de las Monjas, que data de 1186, está dedicado a san Juan Bautista.
Por otro lado, el sábado 29 de junio es la solemnidad de los santos apóstoles Pedro y Pablo, los dos apóstoles columnas de la Iglesia. Como reza el prefacio de su misa, Pedro fue el primero en confesar la fe, Pablo, el maestro insigne que la interpretó. Pedro fundó la primitiva Iglesia con el resto de Israel, Pablo la extendió a todas las gentes. De esta forma, por caminos diversos, los dos congregaron la única Iglesia de Cristo, y a los dos, coronados por el martirio en Roma, celebra, el 29 de junio, el pueblo santo de Dios con una misma veneración.
El día de san Pedro y san Pablo es el Día del Papa y el día de la colecta del Óbolo de San Pedro, un fondo mundial de donativos para las obras de caridad del Papa, el sucesor de san Pedro.
Publicado en Nueva Alcarria el 21 de junio de 2024