Por Jesús de las Heras Muela
(Periodista y sacerdote. Deán de la catedral de Sigüenza)
Del 2 al 27 de octubre, en Roma, la XVI Asamblea General Ordinaria de los Obispos, la más numerosa en participación, la más preparada y con seglares con voz y voto
Con una solemne eucaristía en la basílica de San Pedro, este domingo 27 de octubre, a partir de las 10 horas, concluye la segunda fase del sínodo de la sinodalidad. La misa será presidida por el Papa Francisco. La asamblea comenzó el 2 de octubre, con los días previos de retiro espiritual.
Para esta eucaristía, tras varios meses de trabajos de restauración, volverá a lucir esplendoroso el baldaquino de la basílica, obra realizada entre los años 1623-1634 por el gran artista barroco Gian Lorenzo Bernini y uno de los símbolos más caracterizados de la basílica vaticana. Hacía 250 años que el baldaquino de Bernini no era objeto de una restauración tan amplia y ambiciosa como esta, que se ha de completar con la del altar de la cátedra, del mismo autor, y cuya restauración finalizará el 11 de noviembre próximo, todo ello en vista ya del inminente Año Jubilar Romano y Universal 2025.
Inaugurado en octubre de 2021, este sínodo, que ha sido denominado de moco coloquial “sínodo universal”, ha contado ya con varias etapas previas -la fase diocesana en toda las diócesis de la Iglesia, rematadas y recapituladas con asambleas en las distintas conferencias episcopales (de octubre de 2021 a agosto de 2022) y la fase continental (de enero a marzo de 2023)- y con dos asambleas generales ordinarias del sínodo de los obispos. Son XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que tuvo lugar en el Vaticano del 4 al 29 de octubre de 2024 y, ahora en su segunda fase, del 2 al 27 de octubre de 2024. Esta segunda fase no es la última o final. Será el Papa Francisco quien indique de cómo concluirá todo este proceso.
Medio centenar de participantes
Esta doble asamblea sinodal de octubre de 2023 y de 2024 está llamada a ser uno de los acontecimientos más importantes del pontificado en razón de su preparación, de la decisión de Francisco de dar voz y voto a mujeres y laicos y de la emergencia de los temas abordados.
Los miembros con voz y voto de este Sínodo en 2023 fueron 365: obispos, sacerdotes, consagrados y seglares (incluidas, mujeres, 54), con un total de participantes asciende a 464 personas.
En la fase segunda, cuya clausura este este domingo, 27 de octubre, hay 368 miembros, 272 de los cuales son obispo y 96 no obispos. Solo se registran 26 cambios en todas estas categorías, en su mayoría sustituciones. También hay 8 invitados especiales, mientras que los delegados fraternos (cristianos no católicos) han aumentado de 12 a 16, el gran interés que las Iglesias hermanas han mostrado en este camino sinodal”.
Entre los otros participantes, hay dos asistentes espirituales, un referente litúrgico y 70 expertos, dividido en tres categorías: facilitadores, expertos teólogos y expertos comunicadores. “¿Cómo ser Iglesia sinodal en misión?” es el tema concreto de esta segunda fase de la asamblea sinodal.
Los españoles en este sínodo, al igual que el año pasado, son 23. De ellos, ejerzan su ministerio dentro o fuera de España, 3 cardenales. El número de obispos de nacionalidad española, en España o en el extranjero, son siete. Forman parte de la asamblea sinodal cuatro sacerdotes diocesanos y otros dos sacerdotes religiosos (jesuitas). Las religiosas con nacionalidad española son otras dos; y, finalmente, 1 laico y 2 laicas.
Lo que es un sínodo
El Sínodo de los Obispos es un organismo consultivo creado por Pablo VI, en 1965, en el marco del Concilio Vaticano II, para pedir a obispos de todo el mundo que participen en el gobierno de la Iglesia, aconsejando al Papa sobre asuntos de interés para la Iglesia universal.
Etimológicamente, la palabra “sínodo” deriva de los términos griegos “syn” (“juntos”) y hodos (“camino”), y expresa la idea de “caminar juntos”.
San Pablo VI definió al sínodo como “una institución eclesiástica establecida tras el Concilio Vaticano II para favorecer la unión y la colaboración de los obispos de todo el mundo con la Sede Apostólica, mediante un estudio común de las condiciones de la Iglesia y las soluciones pertinentes sobre las cuestiones relativas a su misión. No es un Concilio, no es un Parlamento, sino que el Sínodo tiene su propia y particular naturaleza”.
Para san Juan Pablo II, el sínodo es “una «expresión particularmente fructuosa” y “un instrumento de la colegialidad episcopal” y corresponsabilidad eclesial. Y el Papa Francisco, que ha impulsado mucho el sínodo, ha afirmado que “la sinodalidad es el camino de la Iglesia del tercer milenio”.
¿Qué es la sinodalidad?
La sinodalidad representa, en efecto, el camino principal para la Iglesia, llamada a renovarse bajo la acción del Espíritu y gracias a la escucha de la Palabra de Dios y de la escucha de los hermanos entre sí, en clave de diálogo, discernimiento y corresponsabilidad.
Al mismo tiempo, desde la opción de “caminar juntos”, la sinodalidad, es un signo profético para una familia humana que tiene necesidad de un proyecto compartido, capaz de conseguir el bien de todos. Una Iglesia capaz de comunión y de fraternidad, de participación y de subsidiariedad, en la fidelidad a lo que anuncia, podrá situarse al lado de los pobres y de los últimos y prestarles la propia voz.
El sentido del caminar sinodal consiste, principalmente, en descubrir el rostro y la forma de una Iglesia sinodal, en la que “cada uno tiene algo que aprender. Pueblo fiel, Colegio episcopal, Obispo de Roma: uno en escucha de los otros; y todos en escucha del Espíritu Santo, el Espíritu de verdad, para conocer lo que Él dice a las Iglesias”.
La sinodalidad denota el estilo particular que califica la vida y la misión de la Iglesia, expresando su naturaleza de Pueblo de Dios que camina y se reúne en asamblea, convocado por el Señor Jesús con la fuerza del Espíritu Santo para anunciar el Evangelio. La sinodalidad debe expresarse en el modo ordinario de vivir y trabajar de la Iglesia.
La sinodalidad, desde este punto de vista, es mucho más que la celebración de reuniones eclesiales y asambleas episcopales, o una cuestión de simple administración interna dentro de la Iglesia; es el modo de vivir y de obrar específico de la Iglesia, Pueblo de Dios, que revela y da contenido a su ser como comunión cuando todos sus miembros caminan juntos, se reúnen en asamblea y participan activamente en su misión evangelizadora.
Tres conceptos claves para la sinodalidad
Comunión: Dios reúne a su Pueblo en una misma fe, mediante la alianza establecida por Jesucristo. Es Él quien nos reconcilia con el Padre y nos une entre nosotros en el Espíritu Santo. Cada uno tenemos un lugar y papel que desempeñar en el discernimiento y la vivencia de la llamada de Dios a su pueblo.
Participación: En una Iglesia sinodal, toda la comunidad, en la libre y rica diversidad de sus miembros, está llamada a rezar, escuchar, analizar, dialogar, discernir y aconsejar para tomar decisiones pastorales que correspondan lo más posible a la voluntad de Dios.
Misión: La Iglesia existe para evangelizar. Viviendo la sinodalidad la Iglesia cumplirá con más fruto su misión de evangelización en el mundo, como levadura al servicio de la llegada del Reino de Dios.
□ Diez frases del Papa en Twitter sobre la sinodalidad
Para abundar y clarificar mejor lo que es la sinodalidad y lo que son estas asambleas sinodales, recogemos ahora diez frases del Papa Francisco en la red social X (antiguo Twitter)
1.- Una de las tareas del #Sínodo es caminar juntos, a la escucha, para que el Espíritu nos sugiera senderos nuevos, caminos para llevar el Evangelio al corazón del que es indiferente, del que está lejos, de quien ha perdido la esperanza, pero busca «una inmensa alegría» (Mt 2,10). (9-10-2023)
2.- Participación, misión y comunión son las características de una Iglesia humilde, que se pone a la escucha del Espíritu y coloca su centro fuera de sí misma. #Synod #OctubreMisionero (12-10-2023)
3.- Al final de esta parte del camino que hemos recorrido, es importante mirar el "principio y fundamento" del que todo comienza y vuelve a comenzar: amar a Dios con toda la vida y amar al prójimo como a uno mismo. Este es el centro de todo. #Sínodo (29-10-2023)
4.- Esta es la Iglesia que estamos llamados a soñar: una Iglesia servidora de todos, servidora de los últimos. Una Iglesia que acoge, sirve, ama. Una Iglesia de puertas abiertas que es puerto de misericordia. #Sínodo (29-10-2023)
5.- #OremosJuntos para que la Iglesia siga apoyando por todos los medios un estilo de vida sinodal, bajo el signo de la corresponsabilidad, promoviendo la participación, la comunión y la misión compartida entre sacerdotes, religiosos y laicos. #Intencióndeoración #ClickToPray (30-9-2024)
6.- La Iglesia es siempre Iglesia de los pobres de espíritu y de los pecadores que buscan el perdón, y no solo de los justos y de los santos; es más, es de los justos y de los santos que se reconocen pobres y pecadores. #Synod (1-10-2024)
7.- El #Sínodo nos pide que seamos “grandes” -de mente, de corazón, de miras- porque los temas a tratar son “grandes” y delicados. Pero la única vía para estar a la altura de esta tarea es la de abajarnos, hacernos pequeños y acogernos recíprocamente con humildad. (2-10-2024)
8.- Caminemos juntos. Pongámonos a la escucha del Señor. Y dejemos que la brisa del Espíritu nos conduzca. #Synod (2-10-2024)
9.- El #Sínodo es un camino en el que el Señor pone en nuestras manos la historia, los sueños y las esperanzas de un gran Pueblo de hermanas y hermanos animados por la misma fe, para que, con ellos y por ellos, tratemos de comprender cómo llegar adonde Él quiere llevarnos. (5-10-2024)
10.- Quien, con arrogancia, pretende tener el derecho exclusivo sobre la voz del Señor, no es capaz de escucharla (Mc 9,38-39). Toda palabra debe ser acogida con gratitud y con sencillez, para convertirse en eco de lo que Dios ha dado en beneficio de los hermanos (Mt 10,7-8). #Synod (5-10-2024)
Publicado en Nueva Alcarria el 25 de octubre de 2024