GRANITOS DE MOSTAZA
Por Álvaro Ruiz Langa
(Delegado diocesano de MCS)
Las calorinas de julio mueven a buscar el refugio de la sombra. En el reconfortante cobijo, resulta cómodo entrar en pesquisas por el mapa del signo de Leo, cuyo icono dibuja un segador o una figura juvenil bronceada por el sol. La mirada cristiana pone en cualquiera de las dos imágenes notas religiosas: el Sol que nace de lo alto alimenta con su fuerza a los humanos, el Señor de la mies envía trabajadores a sus campos… Unos y otros se convierten en amigos de Dios. Y la lista de los amigos de Dios que trae el santoral de julio emerge a la superficie. En el directorio actual y en los misales anteriores a la reforma de 1969.
Del Antiguo Testamento. Abren julio san Aarón, el hermano de Moisés, y santa Ester, que llegó a ser reina de Persia, posición desde la que defendió al pueblo judío: En este comportamiento algunos Santos Padres vieron una prefiguración de María como “auxilium christianorum”. El Libro de Ester se lee fácil y con agrado. Más arduo se vuelve seguir los pasos de Aarón y los de Elías, al que se recuerda el día 20. Y no entremos en comparar con las profecías de Isaías y de Daniel, a quienes el santoral sitúa en el 6 y el 21 de julio, respectivamente.
María y sus padres. Como todos los meses, julio trae también una fiesta mariana señalada. En el centro del mes llega la Virgen del Carmen, tradición que enlaza con el ya citado profeta Elías en el monte Carmelo. Y a los diez días, el 26, la memoria cristiana evoca a los santos padres de María de Nazaret, Joaquín y Ana. Dos “amigos de Dios” muy reconocidos por la devoción popular a lo largo de los siglos, según prueba el incontable número de obras de arte que reproducen escenas de la casa familiar, desde la concepción de la hija hasta variados episodios de la vida hogareña en que creció la que iba a ser madre de Jesús. Mucha iconografía y mucha literatura en torno a los padres de María.
Dos apóstoles y dos mujeres. El tercer día de julio aparece el apóstol Tomás, “llamado el Dídimo”, que significa “gemelo”. También el arte le ha encumbrado muy por encima de lo que la historia puede contar de él. Sobre todo, los pintores. Y de Santiago el Mayor, día 25, hasta se podría afirmar que viene a ser el apóstol más conocido entre cristianos y no cristianos de cultura occidental, precisamente por la arraigada costumbre de peregrinar a Santiago de Compostela por caminos varios. Hoy, el Camino de Santiago ha llegado a ser un camino universal que imbrica fe, cultura, tradiciones, encuentro, retos, reflexión…
Las dos mujeres son María de Magdala, día 22, y Marta de Betania, día 29. Cada una con su personalísima historia; más en las calles la primera y más en su casa la segunda. Pero una y otra crecieron en amistad con Jesús hasta vivir en su cercanía grandes momentos. Si los evangelistas narran que María Magdalena estaba al pie de la cruz, la conjetura permite afirmar que no lejos andaría Marta, tantas veces anfitriona del Maestro.
Caeríamos en falta en caso de olvidar al cuasi-apóstol José Barsabá, “de sobrenombre el Justo”. Al lado de san Matías aparece en el primer capítulo de los Hechos en el trance de elegir sustituto de Judas. Se le considera uno de los 72 enviados por el Maestro a evangelizar de dos en dos.
El mendigo y el loco. Para cerrar, una doble alusión que despierta curiosidad. La del santo mendigo, Alejo, ha concitado muchas devociones. Y la del santo loco, que es como se ha llamado a Simeón. Ambos anduvieron por Siria. Los almanaques los sitúan los días 17 y 1, respectivamente.