Por Jesús de las Heras Muela
(Periodista y sacerdote. Deán de la catedral de Sigüenza)
El Sínodo de la Sinodalidad, en su segunda asamblea, las vísperas del Jubileo, ya comenzado, y el viaje papal más largo de estos casi 12 años
El Papa Francisco, que acaba de cumplir 88 años, se encuentra ya entre los cinco romanos pontífices de mayor edad al frente de la Iglesia. Su año de 2024 no ha mostrado novedades especiales en relación con su salud, que, a pesar de sus conocidos problemas y la avanzada edad, se puso a prueba a primeros de septiembre con un maratoniano viaje al sudeste de Asia y a Oceanía, prueba superada con nota por el Santo Padre.
Los trabajos en pro de una Iglesia sinodal, misionera y samaritana fueron uno de los ejes principales del año vaticano, que, además, ha mirado ya al Jubileo del año santo 2025, recién comenzado y cuyo lema es la frase «Peregrinos de la esperanza». Este año jubilar 2025 ha sido precedido por un año de preparación dedicado, por voluntad de Francisco, a la oración, al igual que, en el mismo itinerario jubilar, 2023 estuvo dedicado al Concilio Vaticano II. El año jubilar 2025 ha sido convocado por Francisco mediante la bula «Spes non confundit» («La esperanza no defrauda») y conmemora el 2.025 aniversario de la encarnación y natividad de Nuestro Señor Jesucristo.
Cardenales y la paz
Francisco prosiguió con su muy amplia renovación de colegio cardenalicio. Y así, el 7 de diciembre, creó 21 nuevos cardenales, ninguno de ellos español (ha sido la primera vez en los diez consistorios de Francisco que no ha habido cardenales españoles). En el momento de redactar estas líneas, hay 252 cardenales, de ellos 139 menores de 80 años. Nunca ha habido tantos.
Y, por supuesto, la causa de la paz, violentada y ensangrentada desde hace casi tres años en Ucrania, tras la invasión rusa, y desde el 7 de octubre de 2023 en Israel y Palestina, con la actual guerra en Gaza, ha sido para Francisco una constante fuente de ocupación (con gestiones diplomáticas constantes e incluso de muy alto nivel), preocupación, oración y llamadas continuas a la solidaridad con los más afectados por estos conflictos bélicos
La sinodalidad, camino de la Iglesia
Toda la Iglesia universal prosiguió en el camino sinodal trazado por Francisco. En el curso 2021-2022 fueron las fases diocesanas y nacionales. En el primer trimestre de 2023, se desarrollaron, en ocho lugares de todo el mundo, las fases continentales. Los trabajos sinodales de 2023 se coronaron con la primera fase de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, que fue del 4 al 29 de octubre. Y en 2024, se siguió trabajando al respecto, con la segunda fase de la asamblea sinodal, entre los días 2 y 27 de octubre.
El lema que anima todo este caminar reza «Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión», con un añadido especial en 2024: «¿Cómo ser Iglesia sinodal en misión?». Esta doble asamblea sinodal de octubre de 2023 y de 2024, más todo el proceso previo y el posterior, está llamada a ser uno de los acontecimientos más importantes del pontificado en razón de su preparación, de la decisión de Francisco de dar voz y voto a mujeres y laicos y de la emergencia de los temas abordados.
Y es que, para Francisco, «la sinodalidad es el camino de la Iglesia del tercer milenio». Y en este caminar, que es proceso de dinamismo permanente, proseguimos. Y como prueba de este camino va en serio, Francisco decidió hacer suyas, dar por aprobadas, insertándolas en el magisterio pontificio ordinario, las conclusiones de la asamblea sinodal de octubre pasado.
Principales documentos papales en 2024
Con fecha 24 de octubre de 2024, y casi por sorpresa, llegó la cuarta carta encíclica de Francisco. «Dilexit nos» («Nos amó») es su título. Está dedicada al Corazón de Jesús, al sentido y potenciación de su culto y a las consecuencias prácticas de que él se han de derivar. Con este texto, entre otras cosas, Francisco reclama a nuestra humanidad mayor capacidad de ser y de vivir con corazón.
El 8 de abril se hizo pública la declaración «Dignitas infinita» del Dicasterio para la Doctrina de la Fe sobre la radical e inviolable dignidad humana. Esta declaración, un elogio y defensa en toda regla de toda vida humana, de toda la vida humana desde la concepción hasta su ocaso natural y de la vida de todos y de la calidad de vida de todos.
También Doctrina de la Fe emanó en 2024 dos destacados documentos sobre supuestas visiones, apariciones y fenómenos paranormales. Así, el 19 de mayo se publicaron unas normas de del citado dicasterio para proceder en el discernimiento de presuntos fenómenos sobrenaturales. Y en esta línea, el 19 de septiembre, se hizo pública la nota del citado dicasterio titulada «La Reina de la Paz» sobre la experiencia espiritual vinculada a Medjugorje, mediante el cual se da luz a las peregrinaciones a este lugar y al valor de su experiencia espiritual y pastoral, a la par que se previene acerca de la literalidad excesiva de los relatos de estas presuntas apariciones marianas.
Por otro lado, el 20 de noviembre se divulgó un nuevo «Ordo Exsequiarum Romani Pontificis», mediante el cual se renueva el ritual de exequias de los romanos pontífices, aprobado por el Papa Juan Pablo II en 1998 y publicado en 2000. Entre las novedades introducidas están la constatación de la muerte no en la habitación sino en la capilla, la deposición inmediata dentro del ataúd, la exposición a los fieles sin el catafalco y la eliminación de los tradicionales tres féretros de ciprés, plomo y roble. Otra novedad es la introducción de las indicaciones necesarias para una posible inhumación en un lugar distinto de la basílica vaticana (el mismo Francisco ya ha expresado su deseo de ser enterrado, cuando corresponda, en la basílica de Santa María la Mayor de Roma).
Por último, en relación a los documentos de Francisco, he aquí cuatro cartas abiertas hechas públicas en 2024: Carta a los párrocos del mundo en relación con la sinodalidad; Carta sobre el papel de la literatura en la formación; Carta sobre la renovación del estudio de la historia de la Iglesia; y Carta al pueblo de Dios que peregrina en Nicaragua, en el contexto de la actual persecución a los católicos en este país centroamericano.
Viajes apostólicos
Son ya 47 los viajes internacionales los realizados por Francisco en los cerca de 12 años al frente de la Iglesia. En 2025, fueron 3, si bien uno de los ellos, como ya se dijo al comienzo, fue maratoniano. Se trata del periplo que le llevó del 2 al 13 de septiembre a Indonesia, Papua Nueva Guinea, Timor Oriental y Singapur. Los lemas respectivos fueron «Fe, Fraternidad, Compasión», «Rezar», «Que a vuestra fe siga vuestra cultura» y «Unidos en la esperanza». El viaje resultó un éxito.
No puede decirse lo mismo de la visita papal realizada del 26 al 29 de septiembre a Luxemburgo y a Bélgica. Sobre todo, la etapa belga resultó muy complicada, ante la tan creciente descristianización interna y externa de este país y de su Iglesia.
Por fin, el 15 de diciembre Francisco estuvo en Ajaccio, la capital de la isla francesa de Córcega, para clausurar, bajo el lema «Jesús pasó haciendo el bien», un encuentro de religiosidad popular en el Mediterráneo. Una bocanada de aire fresco y de esperanza supuso esta visita papal.
Dentro de Italia, el Santo Padre viajó a Venecia (28 de abril), a Verona (19 de mayo) y a Trieste (7 de julio). De cara a 2025, no hay ningún destino papal confirmado. Eso sí, dos deseos: Nicea, en el 1.700 del primer concilio ecuménico en esta ciudad turca, y Canarias, en medio de la actual crisis migratoria. Dos deseos, sí, que el tiempo confirmará o desmentirá.
31 nuevos santos, cinco beatos españoles
La laica consagrada argentina María Antonia de San José de Paz y Figueroa (Madre Antula) abrió el santoral de 2024.
Catorce canonizaciones llegaron en octubre: Manuel Ruiz López y siete compañeros franciscanos (OFM) mártires y Francis, Abdel Mohti y Raphaël Massabki, mártires también, en Siria, en el siglo XIX (siete frailes son españoles y el octavo es austriaco; y los tres laicos maronitas, hermanos entre sí, son sirios); Giuseppe Allamano (Italia); Marie-Léonie Paradis (Canadá); y Elena Guerra (Italia).
Además, Francisco extendió a la Iglesia universal el culto a la Beata Teresa de San Agustín (nacida: María Magdalena Claudia Lidoine) y 15 compañeras de la Orden de las Carmelitas Descalzas de Compiègne, mártires, asesinadas in odium Fidei el 17 de julio de 1794, en París (Francia), inscribiéndolas en el catálogo de los santos. Son las monjas carmelitas martirizadas en la revolución francesa y popularizadas por el escritor francés Georges Bernanos en su célebre «Diálogos de carmelitas».
En Bruselas, donde fundó un carmelo teresiano, Francisco beatificó a la carmelita descalza vallisoletana sor Ana de Jesús (1545-1621), discípula de santa Teresa de Jesús. Y Sevilla y Barcelona acogieron las respectivas beatificaciones del sacerdote canario del siglo XIX José Torres Padilla, fundador junto a santa Ángela de la Cruz, de las Hermanas de la Compañía de la Cruz, y de Cayetano Clausellas Ballvé, sacerdote, y Antonio Tort i Reixachs, laico, mártires en 1936, los dos catalanes.
Asimismo, el Papa extendió a toda la Iglesia el culto a la venerable española sor Juana de la Cruz (Juana Vázquez Gutiérrez, 1481-1534), abadesa del monasterio de la Tercera Orden de San Francisco de Cubas de Madrid, inscribiéndola en el catálogo de los beatos.
Publicado en Nueva Alcarria el 10 de enero de 2025