Por Juan José Plaza
(Delegado de Misiones)
El lema que va a presidir el DOMUND 2015 es: “Misioneros de la misericordia”. Lema recogido de la Bula “Misericordiae vultus”, en que el papa Francisco convoca a toda la Iglesia a vivir el Jubileo de la Misericordia en el año 2016.
En el nº 1 de la bula nos dice el papa: “Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre. El misterio de la fe cristiana parece encontrar su síntesis en esta palabra. Ella se ha vuelto viva, visible y ha alcanzado su culmen en Jesús de Nazaret. El Padre, «?rico en misericordia?» (Ef 2,4), después de haber revelado su nombre a Moisés como «?Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira, y pródigo en amor y fidelidad?» (Ex 34,6) no ha cesado de dar a conocer en varios modos y en tantos momentos de la historia su naturaleza divina. En la «?plenitud del tiempo?» (Gal 4,4), cuando todo estaba dispuesto según su plan de salvación, Él envió a su Hijo nacido de la Virgen María para revelarnos de manera definitiva su amor. Quien lo ve a Él ve al Padre (cfr Jn 14,9). Jesús de Nazaret con su palabra, con sus gestos y con toda su persona [1] revela la misericordia de Dios”.
Efectivamente, Jesucristo, el enviado del Padre, viene a la tierra para cumplir una misión, que es expresión de la misericordia divina para con el hombre: Redimirnos. Su misión redentora la realiza Jesús con toda su vida: nos redimió predicando su evangelio, en el que descubre al hombre la verdad de sí mismo y le saca del error y de la tinieblas; nos redimió con sus signos y curaciones, es decir con su actuar samaritano, aliviando el sufrimiento del hombre. Pero la obra cumbre de la Redención fue su pasión, muerte y resurrección.
Cuando el Señor elige, antes a sus apóstoles y luego a los misioneros, y los envía a predicar el evangelio, los está haciendo MISIONEROS DE LA MISERICORDIA, porque han de continuar su misión, una misión que les identifica con él; con su rostro, que es el rostro misericodioso del Padre.
A lo largo de la historia, no cabe duda de que los hombres han descubierto y siguen descubriendo el rostro de la Misericordia de Dios en los misioneros, porque no hacen sino seguir la misión de Cristo:1/ Predican el evangelio, que contiene la salvación y la verdad para el hombre, hoy como nunca enfermo de mentira; 2/ Continúan su acción samaritana: dar de comer al hambriento, vestir al desnudo, sanar al enfermo, enseñar al que no sabe…3/ Y también se identifican con Cristo, dando su vida por los hombres, como vimos con motivo del ebola, o entregan su vida en el martirio por la implantación del Reino de Dios en el mundo.
Al celebrar todos los años el DOMUND (el Domingo mundial de las misiones), estamos recordando, de manera especial, a los MISIONEROS, que Cristo llama a continuar su misión ad gentes.
Ayudémosles con nuestra oración y con nuestra colaboración económica, para que puedan seguir mostrando el Rostro misericordioso de Dios a todos los hombres, que no es otro que el de Jesucristo. Haciendo esto, ejercitaremos las obras de misericordia y seremos nosotros mismos “Misioneros de la Misericordia”.