Por Agustín Bugeda Sanz
(Vicario general)
Queridos amigos:
Estamos en estos días del mes de octubre ultimando programaciones y calendarios, siempre importantes. Al hacerlo me he ido dado cuenta que detrás de cada fecha, de cada acontecimiento hay siempre un proceso, un camino que da sentido a cada celebración.
Tenemos que tener en cuenta a la hora de programar, ante todo la formación de cada uno de los cristianos, desde su vocación y misión, para dar razón siempre de la esperanza.
Nunca estaremos nadie lo suficientemente formados. El saber, y más el saber del Espíritu, “no ocupa lugar”, y es esa tierra buena, bien preparada, abonada… que a su tiempo dará fruto y fruto en abundancia.
Como bien nos recuerda más de una vez el Papa Francisco hay que programar eventos y procesos, formación y celebración. Si sólo prestáramos atención a uno de los dos campos, no tendría sentido. El tiempo, dice él, como proceso de formación, está por encima del espacio, en cuanto momento concreto de vida.
En este curso pastoral queremos todos profundizar en la misión y vocación del laico, que los hace y nos hace corresponsables en la evangelización. Se han preparado unas catequesis “ad hoc” que nos ayudarán en ese proceso. No podemos, ni debemos desechar esta nueva oportunidad que se nos ofrece para crecer en nuestra formación.
Que este mes de octubre con la celebración de tantos santos, todos ellos cercanos, queridos… nos ayuden en este camino emprendido, siempre el mismo y siempre nuevo.