La iglesia carmelitana de Nuestra Señora de las Vírgenes de Iriépal acogerá, a partir de las seis de la tarde, del domingo 15 de mayo, solemnidad de Pentecostés, la primera celebración de consagración de una persona, de una mujer, para el Orden de las Vírgenes. Mediante el correspondiente decreto, el obispo diocesano, monseñor Atilano Rodríguez, instauró, el 2 de febrero pasado en Sigüenza-Guadalajara el Orden de las Vírgenes. Desde hace años, dos vírgenes consagradas –Juana Tajadura y María José Busto- viven en Cabanillas.

La nueva virgen consagrada va a ser la guatemalteca, residente en Guadalajara y colaboradora en la Casa Sacerdotal, Eva Maribel Vásquez López.

La ermita de la Virgen de la Hoz y el monasterio de Buenafuente del Sistal, en tierras molinesas, son escenario de celebraciones arraigadas en la víspera de Pentecostés. El monasterio de la Madre de Dios de Buenafuente se puebla de notable cantidad de amigos que acuden, sobre todo desde Madrid, Guadalajara y Zaragoza, para celebrar Pentecostés y la romería de la  Virgen de los Santos con vigilia en el monasterio el sábado 14 y marcha a la ermita de la Virgen de los Santos el domingo 15.

Por otra parte, el sábado 14 será la peregrinación al santuario de la Virgen de la Hoz, en el también delicioso paraje molinés del Barranco de la Hoz, que este año lleva el lema “María nos enseña a ser misericordiosos como el Padre”. Habrá un recorrido a pie desde Las Casillas; la eucaristía, presidida por el prelado diocesano, será a las 12 y se coronará con el tradicional auto sacramental y la procesión; comida fraternal y vísperas completarán la jornada.

Asimismo, la villa de Atienza tiene en Pentecostés la fiesta de la Caballada, desde hace 854 años, con su romería desde la Virgen de la Estrella y toda la tradición y el tipismo de una fiesta de amplia resonancia en toda la provincia y fuera de ella.

En la madrugada del viernes 6 de mayo, en la Casa Sacerdotal de Guadalajara, falleció el sacerdote diocesano Octaviano de las Fuentes Pérez, de 95 años y jubilado en 1997.  Su funeral y entierro fue en Almonacid de Zorita, de donde fue párroco durante casi dos décadas, en el mediodía del sábado día 7.

Don Octaviano había nacido en Espinosa de Villagonzalo, provincia de Palencia, el 22 de marzo de 1921, e ingresó en los Franciscanos. Fue ordenado presbítero en Aránzazu (Guipúzcoa) el 1 de agosto de 1945. En 1953 se incorporó al presbiterio de nuestra diócesis, donde sirvió sucesivamente las parroquias de Cogollor, Tórtola, Uceda, capellán de las Clarisas de Espinosa y finalmente de Almonacid, todos ellos con sus anejos.