Juan Pablo Mañueco
(Escritor y periodista)
¿Cuántas veces se tiene que caer un ser humano
antes de que pueda saberse ya siempre en pie?
¿Cuántas veces se tiene que equivocar un ser humano
antes que una verdad pueda al fin sostener?
¿Cuántas sendas ha de cruzar un solo ser humano
antes de que un albergue firme le pueda socorrer?
¿Cuántas frases educadas ha de oír un ser humano
antes que la mentira se le despegue de la piel?
¿Cuántos villancicos ha de cantar un ser humano
antes que Dios vivo venga a estar junto con él?
¿Cuántos sueños ha de soñar un ser humano
antes que llegue la realidad de un despertar tan cruel?
¿Cuántas lunas han de llenarse frente a un ser humano
antes de que pueda pensar que es una luna de miel?
¿Cuántas lunas han de llenarse frente a un ser humano
para no pensar que hay dentro un hombre de sombra que se ríe de él?
¿Cuántas lunas de sangre habrá visto un ser humano
antes de que ninguna luna nueva ya pueda volver a ver?
¿Cuántas excusas falsas tendrá que esbozar un ser humano
para poder conservar el puesto de trabajo que le da de comer?
¿Cuántas empresas imposibles tendrá que emprender un ser humano
antes de una nueva empresa imposible que deberá emprender?
¿Cuántos y cuántos y cuántos interrogantes un ser humano
sin que comprenda nunca nadie cuántos y cuántos más porqués?
¿Cuántos mares de fuerte oleaje cruza un ser humano
cada día duro, y como Colón, sin saber su meta cuál es?
¿Y cuántos Magallanes sin barco boga un ser humano
sin conocer cuál su destino en el planeta que le curte la tez?
¿Y cuántos más Estrechos hasta el Pacífico un ser humano
ha de recorrer hasta que se abra el hielo ante su palidez?
¡Oh, ser humano!:
¡No sé decirte el porqué de los porqués!
¡No sé decirte ni siquiera un porqué!
Sólo sé decirte con total nitidez
que el camino ha sido duro, ayer y anteayer
y hasta aquí han bogado la total redondez
de un día tras los otros, con bastantes traspiés,
todos tus antepasados, atravesando el dintel
del futuro, que ahora tan denso tú mismo ves.
Sigue y prosigue, no hay modo de retroceder.
Sigue y prosigue, no hay modo de retroceder.
Puede ayudarte en tu hoy… la esperanza y la fe.
Puede ayudarte en tu hoy… la esperanza y la fe.
En ti sobre todo… y en ver lo que venga después.
En ti sobre todo… y en ver lo que venga después.
Ten… Este mi evangelio y buena nueva… ¡tuya es!
Tú le des la eficacia y la eficiente validez
que quieras darle. Yo te lo he escrito… ¡Toma, ten!
Tú le des la eficacia que quieras darle.
¡Mi edén ha sido llegar hasta aquí para decirte…!: ¡Toma! ¡Ten!
Juan Pablo Mañueco.