Por Jesús Montejano
(Delegación de Piedad Popular, Cofrafías y Hermandandes)
En las vísperas del comienzo de la Semana Santa del presente año, desde esta Delegación de Piedad Popular, Cofradías y Hermandades, queremos invitar a todos a vivir estos días de fe y devoción.
En esta semana los sentidos nos acercan al misterio central de nuestra fe: la Pascua. Las cofradías y hermandades, con sus manifestaciones religiosas dan testimonio público de fe. Con las manifestaciones de piedad popular, las calles de nuestros pueblos y ciudades se llenan de imágenes sagradas, de marchas procesionales, de flores e incienso.
Son unos días de gracia, de contemplación y oración, de miradas al exterior y a nuestro interior, contemplando los misterios de la pasión, muerte y resurrección del Señor.
Los cantos, la música y las imágenes manifiestan la verdadera fe y convierte a los cofrades en testigos de Cristo, muerto y resucitado. Procesionar es facilitar que el Señor y su Santísima Madre sean objeto de miradas y oraciones, facilitando una transformación interior de quien los contempla.
El Directorio para la Piedad Popular y la Liturgia da importancia en estos días a la importancia de las palmas y los ramos de olivo, como testimonio de fe en Cristo Rey mesiánico y en su victoria pascal; el jueves santo reflexiona sobre la visita a los lugares de la reserva y adoración del Santísimo; el viernes santo habla del viacrucis, las representaciones de la pasión y la procesión del entierro del Señor y el recuerdo de la virgen de los Dolores; el sábado santo nos habla de la Hora de la Madre, que espera la resurrección; y el domingo de Resurrección reflexiona sobre el Encuentro del Resucitado con la Madre, la bendición de huevos y de la mesa y el saludo pascual a la madre del Resucitado con el Regina Coeli (Cfr. nn.139-151).
Que estos días de gran riqueza espiritual sirvan para la renovación interior de todos, tanto a nivel individual como de grupo. Que el Señor bendiga nuestras parroquias, las cofradías y hermandades que estos días realizan sus procesiones y estaciones de penitencia, y a todos los que se acercan, con más o menos fe, a celebrar los misterios centrales de nuestra fe.
Los cristianos en general y los cofrades en particular estamos llamados a ser Testigos de Esperanza, testigos de la vida de Dios en nosotros y testigos de nuestra fe.
¡Feliz y Santa Semana!