El miércoles 2 de septiembre hubo reunión del Consejo de Dirección del Sínodo con el objetivo de establecer pautas al camino sinodal en el actual tiempo de Covid-19. Los consejeros comenzaron con una oración y siguieron con una lluvia de impresiones y sugerencias sobre la marcha a seguir durante este curso.

Dos líneas quedaron dibujadas con claridad. La primera, dejar abiertas las posibles acciones de grupos y parroquias para que cada cual avance según los planes que ha establecido. La segunda, promover la reflexión sobre la sinodalidad en la vida de las comunidades cristianas, en la pastoral parroquial y diocesana, que siempre puede realizarse en otros compromisos y retos diferentes a los sínodos.

En otro momento de la reunión la comisión encargada de preparar el Cuaderno 1 hizo la presentación de su trabajo. Se titula “Llamados: mirada hacia dentro” y consta de cinco temas: los fundamentos de la fe, la vocación, la comunión, la coherencia de vida y la espiritualidad. El equipo que lo ha elaborado lo forman el sacerdote Jesús de las Heras, las seglares Cristina Aguilar y Sagrario Ortega y el religioso Ignacio Fombellida, de los Hermanos de la Sagrada Familia.

Este año, a causa de la crisis provocada por la pandemia del Covid-19, la colecta que se lleva a cabo el Viernes Santo dedicada al sostenimiento de los Santos Lugares y de los cristianos que viven en la tierra de Jesús, no pudo celebrarse.

El papa Francisco propuso como fecha más apropiada para tener esta colecta en las distintas parroquias y comunidades del mundo entero fue el 13 de septiembre, domingo más próximo a la celebración litúrgica de la Exaltación de la Santa Cruz.

El propio Francisco reconoce que “la Tierra Santa, y de modo particular la comunidad cristiana que allí reside, siempre ha ocupado un lugar importante y especial en el corazón de la Iglesia universal”. Por eso la colecta a favor de Tierra Santa es un pequeño gesto de solidaridad que toda la Iglesia está llamada a cumplir para ayudar, a través de la Custodia de los Santos Lugares, a la pequeña comunidad cristiana que aún vive allí y colaborar en el sostenimiento de los santuarios cristianos, que se mantienen mediante esta colecta y la generosidad de los peregrinos ahora inexistentes.

El obispo diocesano, Atilano Rodríguez, nos invita en una carta escrita con este motivo a “la generosa colaboración económica de todos los cristianos del mundo con los queridos hermanos de Tierra Santa, como expresión de la comunión espiritual y de bienes”. Así mismo pide que seamos “solidarios con ellos para concretar la fraternidad y para paliar en la medida de lo posible sus necesidades materiales”.

La colecta de la diócesis de Sigüenza-Guadalajara en 2019 ascendió a 18.297,35 euros. Además de en las parroquias y en otras iglesias presencialmente, se pueden entregar donativos en el siguiente número de cuenta del obispado indicando SANTOS LUGARES: ES56 2085 7605 9103 3110 3881.

Lee aquí la carta del obispo con motivo de la Colecta para los Santos Lugares.

El viernes 4 de septiembre falleció sor Antonina Gorgojo Murciego, monja jerónima en el monasterio de Nuestra Señora de los Remedios de Yunquera de Henares. Tenía 75 años. Procedía del monasterio jerónimo de Nuestra Señora de Belén de Toral de los Guzmanes (León). Fue enterrada al día siguiente de su muerte en cementerio conventual de Yunquera de Henares.

El sábado 5 de septiembre, a los 88 años, falleció la carmelita descalza María Jesús de las Santas Espinas Sanz Cabellos. Dolores de nombre de bautismo era natural de Atienza y era monja del convento de San José de Guadalajara desde el 29 abril 1953. Sus exequias fueron presididas por su sobrino sacerdote José María Asenjo Sanz.

Dado que mañana es sábado 5 de septiembre y es la memoria litúrgica de santa madre Teresa de Calcuta, una santa especialmente cercana a todos los que sufren como ahora nuestra humanidad, he aquí una semblanza biográfica de ella.

Nació en Spokie (entonces Albania, ahora Macedonia) el 26 de agosto de 1910.  Con 18 años, ingresó en el Instituto de la Bienaventurada Virgen María o Hermanas de Loreto, una congregación religiosa de origen irlandés. Desde entonces vivió en India, cuya nacionalidad adquirió. Inés de nombre de pila, cambió su nombre, en la consagración religiosa, por el de Teresa como homenaje a santa Teresita de Lisieux, patrona de las Misiones, monja carmelita descalza francesa del siglo XIX.

En 1950, tras cuatro años de nuevo discernimiento vocacional, fundó en Calcuta las Misioneras de la Caridad, cuyo carisma es el servicio a los enfermos y moribundos y a los más pobres de los pobres de la sociedad. De su mano, carisma y empuje nacieron también los Misioneros de la Caridad.

Su obra comenzó pronto a expandirse por toda India y por numerosas naciones de la tierra, singularmente las más pobres. En 1979 recibió el Premio Nobel de la Paz, uno de tantos reconocimientos públicos como recibió. Murió en Calcuta el 5 de septiembre de 1997 y fue beatificada por el Papa Juan Pablo II el 19 de octubre de 2003 y canonizada por Francisco el 4 de septiembre de 2016. Fue autora asimismo de distintos libros de espiritualidad.

Jesús de las Heras Muela

(Periodista y sacerdote. Deán de la catedral de Sigüenza)

Imagen: www.vatican.va