Los recientes nombramientos del obispo cuentan en la actividad pastoral de la diócesis con cinco sacerdotes que llevaban varios años fuera de la comunidad diocesana por diversas tareas y responsabilidades. Según los casos, han culminado periplo misionero, período de servicio en otras diócesis españolas o ciclo de estudios.

A comienzos de año, Emilio Ruiz Malo, nombrado párroco de Espinosa de Henares, culminó su etapa misionera en Perú, país al que marchó en septiembre de 1991.

Por su parte, Antonio Delgado Heredia, recién designado párroco de Budia, ha estado de misionero en El Salvador desde enero de 2012.

También desde el inicio del curso escolar 2012-2013, José Félix Bricio Ramos, párroco in solidum de Brihuega por seis años, servía a la vecina diócesis de Cuenca como formador del Seminario. Y el que es nuevo párroco de la Beata María de Jesús, en Guadalajara, Santiago Santaolalla Martínez, ha regresado de la de Huelva, donde trabajaba desde el otoño de 1997.

Por último, José Luis Ruiz Albarrán se ha reincorporado a la diócesis una vez completados tres cursos de estudio de Derecho Canónico en Roma. 

Las dos consagradas que presidían las Delegaciones de Migraciones y de Juventud dejan la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara por recibir otras misiones de las familias religiosas a que pertenecen.

La que era delegada de Migraciones, Rosinei Kuffel, marchó el 26 de junio a una nueva misión en Brasil cumpliendo el encargo de sus superioras de las Religiosas Scalabrinianas. Su sustituta en la comunidad escalabriniana ha llegado a la diócesis en los primeros días de agosto.

Por su parte, el domingo 2 de septiembre se despide la actual delegada de Infancia, Juventud y Universidad, Ángela Carmona Ponce, que abrirá nueva etapa en otra comunidad de las Misioneras del Evangelio de la Misericordia de Dios en Perú. Estos dos son los puestos principales que quedan pendientes de nombramiento y que el obispo diocesano cubrirá en las próximas semanas. 

Del 12 al 19 de agosto, 34 jóvenes, provenientes de más de 12 parroquias (Marchamalo, Cabanillas, Yebes y las parroquias guadalajareñas del Santísimo Sacramento, El Salvador, San Antonio de Padua, y Santa María) viven una semana al monasterio de Taizé, en la Borgoña francesa. Esta peregrinación, organizado por la Delegación Diocesana de Juventud y Universidad, tiene como finalidad que jóvenes, provenientes de todo el mundo y de diferentes iglesias cristianas, vivan una semana de encuentros, trabajo común, oración y convivencia.

Taizé, un pequeño pueblo de 180 habitantes donde el Hermano Roger Schutz fundó en 1940 una comunidad monástica ecuménica, acoge grupos de hasta 7000 jóvenes todas las semanas del año, especialmente en verano y en Semana Santa. En Navidad, una ciudad europea acoge otro encuentro, en los últimos días del año, que, en 2018, será en Madrid, desde el 28 de noviembre. No menos de 20.000 jóvenes acuden a este encuentro navideño organizado por Taizé.

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