Ante la celebración, el 7 de octubre, de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, las entidades promotoras de la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente (ITD) –Cáritas, Conferencia Española de Religiosos (CONFER), Hermandad Obrera de Acción Católica (HOAC), Justicia y Paz, Juventud Estudiante Católica (JEC) y Juventud Obrera Cristiana (JOC)— han difundido un manifiesto en el que alertan de que en España la situación sigue siendo dramática para millones de personas.

Las entidades firmantes denuncian que “nuestro injusto marco laboral y social desplaza y descarta a millones de personas del acceso a un trabajo digno”. Nuestro país ocupa un triste papel de liderazgo en problemas como “pobreza laboral, insostenible desempleo, hogares con todos sus miembros en paro y normalización de la contratación temporal y precaria, por no hablar de la pérdida de la vida o la desprotección de quienes son descartados del trabajo”.

Esta realidad sufriente es consecuencia de la forma como se organiza la sociedad, donde, dice el papa Francisco, «no todos tienen la posibilidad de (…) estar unidos por la dignidad del trabajo, esa sociedad no va bien: ¡no es justa! Va contra el mismo Dios, que ha querido que nuestra dignidad comience desde aquí. La dignidad no nos la da el poder, el dinero, la cultura, ¡no! ¡La dignidad nos la da el trabajo! Y un trabajo digno, porque hoy “tantos sistemas sociales, políticos y económicos han hecho una elección que significa explotar a la persona”».

El apoyo a los objetivos de esta Jornada de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el movimiento sindical mundial (CSI) o el Movimiento Mundial de Trabajadores Cristianos (MMTC) es una constatación de la creciente preocupación global que existe sobre la importancia del trabajo decente.

Ante esta realidad de precariedad laboral para muchas personas, la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente lanza tres propuestas que sirvan para avanzar en un modelo de trabajo decente:

  • Configurar un sistema económico que conciba el trabajo como un bien para la vida, que ponga en el centro a las personas y al medio ambiente, y que fomente la conciliación con la vida familiar a través de unas relaciones laborales más justas, igualitarias, solidarias y sostenibles.
  • Reclamar el compromiso de los poderes públicos con la construcción de un sistema económico y laboral más justo. Para ello, urge derogar las normas que precarizan la vida de las personas, favorecer el acuerdo mediante el diálogo social y asignar partidas presupuestarias de apoyo a la creación o la transformación de empresas que desarrollen estos criterios y generen prácticas laborales acordes con la dignidad de todos los trabajadores y trabajadoras.
  • Dar visibilidad a aquellas empresas que en su actividad cotidiana están desarrollando estos criterios, para dejar patente que es posible funcionar de otra manera y para que reciban el apoyo de toda la sociedad. Estas experiencias son ejemplos reales de buenas prácticas que nos enseñan caminos de humanización acordes al proyecto que Dios tiene para todos.

El Manifiesto concluye con una llamada de las entidades promotoras de la iniciativa Iglesia por el Trabajo Decente a toda la comunidad cristiana a denunciar, primero, la situación de desigualdad en el acceso al trabajo decente y la negación de dignidad que conlleva y, segundo, a apoyar aquellas realidades laborales que favorecen el trato de dignidad y justicia que todas las personas merecen.

Todas las diócesis del país han convocado numerosos actos reivindicativos y de oración con motivo de la Jornada, que pueden consultarse en la web de la Iniciativa.

 

 

 

Este Comunicado de Prensa de la Santa Sede pide, en nombre del Papa, oraciones especiales en este mes de octubre por el bien de la Iglesia a la Virgen María y a San Miguel Arcángel.

Con esta solicitud de intercesión, el Santo Padre pide a los fieles de todo el mundo que recen para que la Santa Madre de Dios ponga a la Iglesia bajo su manto protector, para  defenderla de los ataques del maligno, el gran acusador, y hacerla, al mismo tiempo,  siempre más consciente de las culpas, de los errores, de los abusos cometidos en el presente y en el pasado y comprometida a luchar sin ninguna vacilación para que el mal no prevalezca.

Éste es el comunicado (en cursiva):

 

El Santo Padre ha decidido invitar a todos los fieles, de todo el mundo, a rezar cada día el Santo Rosario durante todo el mes mariano de octubre y a unirse así en comunión y penitencia, como pueblo de Dios, para pedir a santa Madre de Dios y a San Miguel Arcángel que protejan a la Iglesia del diablo, que siempre pretende separarnos de Dios y entre nosotros.

Recientemente, antes de partir a los Países Bálticos, el Santo Padre se reunió con el P. Fréderic Fornos S.I., Director internacional de la Red Mundial de Oración por el Papa, y le pidió que difundiera su llamamiento a todos los fieles del mundo, invitándoles a terminar el rezo del Rosario con la antigua invocación "Sub tuum praesídium" y con la oración a San Miguel Arcángel, que protege y ayuda en la lucha contra el mal (ver Apocalipsis 12, 7-12).

La oración –afirmó el Pontífice hace pocos días, el 11 de septiembre, en una homilía en Santa Marta, citando el primer capítulo del Libro de Job– es el arma contra el gran acusador que "vaga por el mundo en busca de acusaciones". Solo la oración puede derrotarlo. Los místicos rusos y los grandes santos de todas las tradiciones aconsejaban, en momentos de turbulencia espiritual, protegerse bajo el manto de la santa Madre de Dios pronunciando la invocación "Sub tuum praesídium".

La invocación "Sub tuum praesídium" dice así:

“Sub tuum praesídium confúgimus,
sancta Dei Génetrix;
nostras deprecatiónes ne despícias in necessitátibus,
sed a perículis cunctis líbera nos semper,
Virgo gloriósa et benedícta”.

[Bajo tu amparo nos acogemos, santa Madre de Dios; no deseches las súplicas que te dirigimos en nuestras necesidades, antes bien, líbranos de todo peligro, ìoh, siempre virgen, gloriosa y bendita!]

Con esta solicitud de intercesión, el Santo Padre pide a los fieles de todo el mundo que recen para que la Santa Madre de Dios, ponga a la Iglesia bajo su manto protector,  para  defenderla  de los ataques del maligno, el gran acusador, y hacerla, al mismo tiempo,  siempre más consciente de las culpas, de los errores, de los abusos cometidos en el presente y en el pasado y comprometida a luchar sin ninguna vacilación para que el mal no prevalezca.

El Santo Padre también ha pedido que el rezo del Santo Rosario durante el mes de octubre concluya con la oración escrita por León XIII:

“Sancte Míchael Archángele, defénde nos in próelio;
contra nequítiam et insídias diáboli esto praesídium.
Imperet illi Deus, súpplices deprecámur,
tuque, Prínceps milítiae caeléstis,
Sátanam aliósque spíritus malígnos,
qui ad perditiónem animárum pervagántur in mundo,
divína virtúte, in inférnum detrúde. Amen”.

[San Miguel Arcángel, defiéndenos en la lucha. Sé nuestro amparo contra la perversidad y asechanzas del demonio. Que Dios manifieste sobre él su poder, es nuestra humilde súplica. Y tú, oh Príncipe de la milicia celestial, con el poder que Dios te ha conferido, arroja al infierno a Satanás y a los demás espíritus malignos que vagan por el mundo para la perdición de las almas. Amén.]

El nuevo delegado de Adolescencia, Juventud y Universidad, Miguel Ángel Garrido, ha convocado a agentes de pastoral y catequistas, así como a jóvenes interesados, a sendas reuniones de arranque de dos actividades, una ya cuajada y otra de estreno.

Así, el jueves 4, a las 19:30 en el Centro Juvenil Juan Pablo II (c/ Inclusa,5), será la reunión con animadores de pastoral y catequistas para retomar las “Tardes de misericordia”, acción de voluntariado cristiano para chicos y chicas de 16 años en adelante. El compromiso es acudir una vez al mes a centros donde compartir la tarde con personas discapacitadas, enfermas o ancianas y terminar haciendo la “oración joven”.

Y el viernes 5, también en el Centro Juan Pablo II y a partir de las siete, se presenta e inicia la actividad denominada “Sedientos de…”, propuesta nueva para jóvenes para jóvenes con 18 años en adelante. Consiste en participar en un espacio joven en que “compartir inquietudes, dudas, preguntas, sueños…” un viernes al mes.

En portal de la Delegación y mediante su correo [www.wadi.es y Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.] puede completarse información.

El XXVI Encuentro del Pueblo de Dios tiene como eje vertebrador la ambientación del sínodo diocesano que se abrirá oficialmente el 2 de diciembre. Acorde con el título “Ante el Sínodo Diocesano”, el programa de las tres ponencias programadas desarrollará otras tantas perspectivas de lo que es y significa un sínodo diocesano.

La primera es a las 10:30, a cargo de Eloy Bueno de la Fuente, profesor de Eclesiología y secretario en su momento del Sínodo de Burgos, que expondrá el tema “La sinodalidad en la vida de la Iglesia”.

La segunda, a las 12:30, la impartirá monseñor Atilano Rodríguez explicando “El porqué de un Sínodo hoy en nuestra diócesis. Motivaciones y actitudes”. Y la tercera, a las 16:15, será una comunicación de Agustín Bugeda, vicario general de Sigüenza-Guadalajara, sobre “Presentación del desarrollo y organización de un Sínodo diocesano”.

Información

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