REFLEXIONES

 

1.º Estemos atentos qué casillas marcamos. Cada una de esas casillas son una oportunidad de libertad, de decidir a dónde queremos que vaya un porcentaje de nuestros impuestos. #Libertad #Democracia

Hay algún colectivo, Europa Laica por ejemplo, que está empezando a pedir que se supriman las casillas en la Declaración de la Renta.

En la casilla de la Iglesia católica en la Declaración de la Renta, y también en la de Fines Sociales, hay que hablar, fundamentalmente, de libertad y de democracia. Así de sencillo, así de claro.

Cada uno de los que contribuimos con nuestros impuestos, sea la cantidad que sea, en realidad estamos entregando un dinero para que el Estado lo gestione, lo reparta y lo distribuya. Vivimos en comunidad y nuestra sociedad tiene una serie de servicios comunes que nos benefician a todos. De las cosas más evidentes: las carreteras, los hospitales, el alumbrado público, etc. Hay otro tipo de actividades que también se desarrollan en la sociedad y que, aunque no seamos beneficiarios directos, sin embargo, la enriquecen y la hacen avanzar. Por ejemplo: no todos asistimos a museos públicos, o a otro tipo de actividades, pero, si quisiéramos, podríamos hacerlo. Incluso aunque haya cosas que no nos gusten suponen progreso y riqueza para la sociedad en su conjunto. Vivir en sociedad, y siendo como es democrática, también significa respeto a la diversidad y a los gustos de otros siempre en ese marco de convivencia.

Pero las casillas en la Declaración de la Renta, la de la Iglesia católica y la de fines de interés social, suponen una gran oportunidad de libertad. Que conste que hay personas y alguna asociación que están intentado manipular su contenido queriendo hacer lo blanco negro. Ojalá que hubiera también, por ejemplo, una casilla para que pudiéramos elegir que un porcentaje de nuestro dinero se destinase a la investigación para la lucha contra el cáncer, o el Alzheimer, el Parkinson, la ELA o cualquier otra enfermedad o necesidad. De la cantidad de nuestros impuestos que no podemos elegir, es el Estado el que decide por nosotros, estemos o no de acuerdo. Pero de las casillas que existen, podemos elegir a qué queremos que se destine ese pequeño porcentaje: el 0,7%. Es la única oportunidad que tenemos los contribuyentes de decidir a qué se destinan nuestros impuestos.

En el fondo, la minoría que no quiere que haya casillas en la Declaración de la Renta, lo que ponen de manifiesto es que les molesta la libertad y la democracia y fuerzan y retuercen los argumentos para eliminar las casillas y esa oportunidad de libertad.

Por eso, vamos a estar atentos qué casilla o casillas marcamos, porque se pueden marcar las dos al mismo tiempo: la de la Iglesia católica y la de fines de interés social. El que no quiera, que no marque nada, pero que no impida que cada uno se expresa con libertad.

 

2.º La Iglesia católica tiene posición de privilegio porque tiene una casilla.

Ese mantra de que las confesiones religiosas tienen que autofinanciarse resulta muy curioso cuando nadie saca a relucir que el resto de confesiones religiosas reciben asignación directa desde la fundación pública «Pluralismo y Convivencia». La Iglesia católica está sometida anualmente a referéndum de la casilla en la Renta mientras que las otras confesiones religiosas reciben ayuda directa. Pero tampoco hay que buscar la confrontación con otras confesiones religiosas.

En el fondo se trata de enclaustrar lo religioso en el ámbito de lo privado y tenemos que pedir, una y otra vez, el respeto necesario para todas las inquietudes que pueda haber para todas las sensibilidades en el ámbito democrático en el que vivimos.

Por un lado, marca la casilla de la Iglesia quien quiere; colabora con la Iglesia quien quiere. Por otro lado, no hay ningún régimen fiscal único o distinto para la Iglesia. Siendo eso así, ¿dónde está el privilegio si las condiciones que tiene la Iglesia son las mismas que otros? Lo que rige y obliga a la Iglesia es la Ley de Mecenazgo.

 

3.º ¿Una Iglesia privilegiada, antidemocrática y anticonstitucional? ¿11.000 millones?

Primero, se pretende poner a la Iglesia como enemiga del bien y de la sociedad cuando, en realidad, la Iglesia es la institución que más está ayudando en la necesidad y que más denuncia las injusticias. Vienen bien en este sentido tanto las grandes cifras de la Iglesia en España y que se publican en la Memoria de Actividades de la Iglesia como los datos que podamos ofrecer desde el ámbito diocesano. Es respuesta directa a aquellos que nos quieren enfrentar unos con otros. La Iglesia hoy es la que ofrece un mayor beneficio social no solo por su labor caritativa, asistencial sino también ofreciendo esperanza en la enfermedad, humanizando y socializando a la infancia y a la juventud, etc.

¿El sueldo de un profesor de religión es un dinero que llega a la Iglesia? ¿Y si el profesor es de religión judía? ¿O de religión musulmana? Ahí es donde está la falacia. Lo mismo sucede con el dinero que reciben los capellanes de centros penitenciarios. Ese dinero que suma Europa Laica y que dice que la Iglesia recibe 11.000 millones de euros del Estado, no es, en absoluto, una suma lícita, ni real ni veraz.

En el ámbito educativo es el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos. Da igual si eligen religión católica, religión judía o religión musulmana. Un centro público tiene que ofrecer la asignatura en función de la demanda porque la Constitución reconoce el derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos. ¿Y en un colegio concertado? El colegio concertado de cualquier orden, congregación religiosa o de inspiración católica accede a dinero público en las mismas condiciones que una cooperativa de profesores, que un centro privado o que cualquier otra institución sea cual sea su ideario siempre y cuando cumpla las normas del Ministerio de Educación. Siendo eso así, ¿dónde está el privilegio?

 

4.º ¿Acuerdos Iglesia-Estado? ¿Ley de Mecenazgo?

La Iglesia está recibiendo lo que los contribuyentes deciden al marcar libremente la casilla de la Iglesia en su Declaración de la Renta. Libertad y democracia. De todos los países europeos, la relación entre el Estado Español y la Iglesia católica es la más sana, plural y respetuosa de todas. En Italia, de todos aquellos que no marcan ninguna opción, el dinero se reparte proporcionalmente entre todas las confesiones religiosas. En España, de aquellos que no marcan la casilla, ningún dinero va para la Iglesia. En muchos países europeos existen grandes cantidades de asignación directa para la Iglesia. En España, desde 2007 no existe ninguna asignación en los Presupuestos Generales del Estado para la Iglesia católica y tampoco con ningún otro mecanismo. En Francia, adalid del laicismo, desde la Revolución Francesa los edificios religiosos pertenecen al Estado, pero es el propio Estado el único responsable de conservarlos, restaurarlos y mantenerlos, aunque el uso es para la Iglesia católica. No sucede eso en España que, aunque existe colaboración de las administraciones públicas en la conservación del patrimonio, sin embargo, la Iglesia es la que está saliendo al frente tanto económicamente como en la gestión de la conservación.

Nada de privilegios, por tanto

Y, por mucho que se empeñen, hoy por hoy, no rigen los Acuerdos Iglesia-Estado firmados en 1979 para ningún aspecto ni ámbito. La Iglesia se rige y está obligada por la Ley de Mecenazgo de 2002 exactamente igual que otras tantas instituciones, fundaciones o asociaciones. Entre ellas, todas las ONG. El Estado considera que todas ellas suponen un gran beneficio social.

 

5.º La Iglesia, su labor

Una parte del desarrollo de la labor de la Iglesia y de su presencia en la sociedad se realiza con fondos públicos. Eso es así porque hay instituciones de la Iglesia (Cáritas, congregaciones religiosas, ONG, etc.) que concurren a distintas convocatorias tanto de ámbito nacional, como regional, provincial o local en las mismas condiciones que otro tipo de instituciones civiles. ¿Por qué no se va a tener derecho a concurrir a esos concursos públicos cumpliendo toda la normativa? Por tanto, no se trata de financiación de ninguna manera de la Iglesia. Se recibe ese dinero no por ser Iglesia sino por el bien que se realiza y por el servicio que se presta.

 

6.º De nuevo: las casillas son libertad. ¿Penalizamos al católico?

¡Qué argumento tan falaz! ¿Alguien se da cuenta de que tratan de apropiarse de mi dinero incluso antes de que llegue a las arcas públicas?

Las casillas son un signo de libertad en una sociedad democrática. Ojalá que tuviéramos más oportunidades para decidir sobre el destino de nuestro dinero. No es restar sino la oportunidad libre para elegir a qué labor quiero que se destine mi dinero. Es cierto que es una minoración de ingresos, pero no es un dinero que se quede el contribuyente, sino que es un dinero sobre el que se decide. ¿Hay que penalizar a un católico o a una persona con sensibilidad social por querer que se destine su dinero a un fin concreto?

 

7.º La casilla de la Iglesia, ¿una religión de carácter estatal?

¿Mantener la casilla de la Iglesia vulnera el principio de que ninguna religión sea estatal? ¿Vulnera la X de Fines Sociales el principio de pluralidad si hay una ONG que no está integrada en la Plataforma de ONG o si hay una ONG que no concurre con ningún proyecto a la adjudicación de dinero público? ¿hay alguna persona obligada a marcar la casilla de la Iglesia católica o la casilla de fines de interés social?

La respuesta a todas estas preguntas es muy evidente: aquel que no marca ninguna casilla no apoya con su dinero a la Iglesia. En todo caso apoyará a alguna acción concreta pero que es un claro beneficio social.

¿El que marca cualquiera de las dos casillas está pagando menos impuestos? Falso completamente. Está aprovechando la oportunidad de destinar sus impuestos a un fin concreto, pero no paga menos impuestos. Por eso decimos, «ni cuesta más, ni Hacienda te devuelve menos». El contribuyente que no marca ninguna casilla tampoco paga más, ni menos.

 

8.º ¿Y fines sociales? ¿También es antidemocrática?

Los mismos argumentos que nos sirven para manifestar con claridad que la casilla de la Iglesia católica respeta a todos los contribuyentes, nos sirven para la casilla de fines de interés social.

¿Por qué molesta la solidaridad? ¿Por qué molesta la libertad? Bajo la falsedad de que es el Estado el que tiene que realizar la labor social se niega la oportunidad y la libertad en las casillas. De lo que se trata aquí es de privatizar (o estatalizar) el dinero. ¿Por qué esa alergia a la iniciativa privada? ¿A que la sociedad se expresa con libertad no solo en la acción sino a través de asociaciones públicas o privadas? El principio de subsidiariedad, el régimen de libertad en una sociedad viene marcado porque el Estado no ocupe los espacios que no le correspondan y que anime, potencie, aliente y apoye todas las iniciativas privadas que puedan surgir siempre dentro del marco democrático.

Lo que pretenden es penalizar a los católicos, penalizar los que quieren marcar libremente cualquiera de las dos casillas. Quieren castigar la libertad y la democracia. Si te cuesta más dinero, se castiga y se penaliza la libertad.

 

9.º Claro que animamos a marcar las dos casillas.

Claro que informamos con fuerza que se pueden marcar las dos casillas. Este año especialmente tenemos que decir muchas veces que nos tenemos que asegurar de qué casillas marcamos porque puede ser que el sistema muestre ciertas dificultades en mostrar con claridad el tema de las casillas. Por eso, hemos realizado el tutorial informativo, porque los ciudadanos tienen que tener libertad para elegir a dónde quieren destinar sus impuestos.

No es cierto que «casi en su totalidad» el dinero del IRPF se destine a pagar el sueldo de los sacerdotes, de los obispos, de seminarios, o que se destine a pagar los medios de comunicación.

Cada diócesis tiene una serie de ingresos y una serie de gastos. Como en una familia, hay una serie de ingresos y una serie de gastos. Pensamos que ninguna familia delimita con claridad que, de este sueldo, o de este ingreso se hace frente a la luz, al gas, al agua… No, con el dinero que se tiene se afrontan los gastos que surgen. Así de sencillo.

¿Sobre los Medios de Comunicación? COPE lleva auto gestionándose, como cualquier empresa, desde los años 90. Desde entonces COPE no ha recibido ni un céntimo de la Iglesia.

TRECE. No hay ninguna cantidad ni ninguna partida del dinero del IRPF para la cadena de televisión. Pero, por otra parte, ¿no puede tener la Iglesia voz en medio de la sociedad? Lo que se pretende, en el fondo, es apagar la voz de la Iglesia. ¿Qué unas veces es más acertada que otras? Por supuesto que sí, pero detrás de todos esos comentarios lo que se esconde es una tentación diabólica de ocultar a la Iglesia, de esconder su labor, de apagar su voz.

Más del 65% del dinero de Cáritas procede de la Iglesia. Voluntarios, locales, la labor desarrollada, la reunión semanal de los sacerdotes en las parroquias con los equipos de Cáritas, el aliento y el acompañamiento en su labor. Qué triste es cuando reducimos el argumento solo al dinero, pero, de todas formas, la Iglesia, a través de Cáritas, no es solo dinero.

 

  1. ¿Por qué nos inventamos y falseamos los datos?

¿Datos oficiales recogidos por Europa Laica? Parece que al ofrecer datos tuviera visos de realidad. Volvemos a lo mismo. ¿Por qué se falsean los datos? Usar, además, la palabra “financiación” oculta la realidad, la tergiversa y la manipula. Yo marco la casilla de la Iglesia, libremente, porque quiero que el pequeño porcentaje de mis impuestos, el 0,7% se destine a la Iglesia, porque me fio de su gestión, porque veo y reconozco el bien que se hace para la sociedad. ¿Por qué hay alguien que quiere impedirme esa libertad?

Se mezclan datos, cifras y acciones. Del dinero de la X, que volvemos a repetir la Iglesia recibe porque los contribuyentes marcan libremente la casilla en la Renta, se paga la Seguridad Social de los sacerdotes. ¿Es eso delito? Pero el 80% de ese dinero se reparte solidariamente entre las 70 diócesis españolas.

Las iglesias, las catedrales, los templos, aunque los gestiona directamente la Iglesia, sin embargo, suponen una aportación cultural, económica, artística y religiosa de incalculable valor para la sociedad. A nadie se le niega la entrada; a nadie se le pregunta si cree o no cree para poder apreciar la belleza de una catedral o de cualquier iglesia.

Aquí se ve con claridad que se suma todo para llegar a los 11.000 millones pero no es ni lícita ni veraz esa suma. Menos usar el término “financiamos”.

 

  1. ¿Privilegios?

Se mantiene el mantra de los privilegios cuando, en realidad, no existe. No hay ningún privilegio para la Iglesia católica. Por definición, un privilegio es una ventaja que tiene alguien sobre otros. Si no existe ningún régimen fiscal especial o distinto para la Iglesia, ¿dónde está el privilegio?

Desde el año 2007 la Iglesia no tiene ninguna asignación en los Presupuestos Generales del Estado. ¿Por qué dicen “independientemente de la X que marquen los contribuyentes? Si ningún contribuyente marcase la casilla de la Iglesia, no se recibiría ninguna cantidad.

 

  1. Una casilla para el no

Claramente, si no marcas ninguna casilla, tu dinero no va a ninguna de las asignadas. Xtantos lleva informando en los últimos diez años con claridad y sin reservas: se puede marcar la casilla de la Iglesia, la de Otros fines de interés social, las dos al mismo tiempo o ninguna. Esa es la libertad.

Lo único que buscan es enmarañar un sistema claro, transparente, libre y democrático.

 

  1. Europa Laica

¿Ha quedado ya claro que no hay privilegios? ¿Qué no hay inconstitucionalidad? ¿Antidemocracia? ¿Ha quedado claro que la Iglesia no tiene ningún privilegio?

Europa Laica quiere encontrar en la Iglesia un enemigo impidiendo que la sociedad española se siga rigiendo por principios de libertad, de respeto, de tolerancia y de democracia.

El último sínodo, anterior a la reestructuración de los límites diocesanos, se celebró en 1948 siendo obispo D. Luis Alonso Muñoyerro

 

En rueda de prensa, para presentar el Jubileo extraordinario con motivo del 850 aniversrio de la consagración de la Catedral de Sigüenza, el obispo de Sigüenza-Guadalajara anunció este lunes día 21 mayo, fiesta de Santa María Madre de la Iglesia, la próxima convocatoria de un Sínodo Diocesano. 

El Sínodo diocesano es una asamblea de sacerdotes y otros fieles de una diócesis, que prestan su ayuda al obispo para el bien de la comunidad diocesana. Es una institución muy antigua en la Iglesia. El Concilio Vaticano II, a través del Decreto “Christus Dominus”, en su número 36, declara que es deseo de los padres conciliares que "las venerables instituciones de los sínodos y de los concilios cobren nuevo vigor, para proveer mejor y con más eficacia al incremento de la fe y a la conservación de la disciplina en las diversas Iglesias, según los tiempos lo requieran". 

El Código de Derecho Canónico lo regula en los cánones 460 al 468. Además la Santa Sede, mediante la Congregación para los Obispos y la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, promulgó el 19 de marzo de 1997 la Instrucción sobre los Sínodos Diocesanos. Se compone de un proemio que explica los motivos de la propia instrucción, una introducción sobre la naturaleza y finalidad del sínodo, la composición del mismo y todo lo relativo a su convocatoria y preparación, haciendo referencia a las persona que deben formar parte de la comisión preparatoria y al reglamento que regirá el sínodo y a las fases del mismo: espiritual, catequística e informativa, consulta a la diócesis y definición de las cuestiones. Además explicita cómo se debe llevar a cabo el desarrollo del sínodo y cuál debe ser el proceso de la redacción final de las conclusiones del mismo, mediante decretos y declaraciones sinodales. En el apéndice del texto se expresan los temas a tratar en relación a los ámbitos pastorales que contiene el "triple munus" episcopal de enseñar, santificar y regir. 

El obispo solo puede convocarlo después de oír al consejo presbiteral, siempre que se decida que las circunstancias lo aconsejan. En este caso, al finalizar la reunión de dicho consejo el pasado 17 de mayo para estudiar el Directorio de la Iniciación Cristiana en nuestra diócesis, tras valorar distintas circunstancias, Mons. D. Atilano Rodríguez, creyendo oportuno convocarlo, pidió el consentimiento de los consejeros. El obispo cree que puede ser una ayuda para él y puede ser, además, un bien para toda la comunidad diocesana. Solo el obispo puede convocar el sínodo y presidirlo, aunque puede delegar esta función en el vicario general o en un vicario episcopal

Han de ser convocados como miembros sinodales y tienen el deber de participar: el obispo coadjutor y los obispos auxiliares, si los hubiera (que no es el caso de nuestra diócesis); el vicario general, los vicarios episcopales y el vicario judicial; los canónigos de la iglesia catedral; los miembros del consejo presbiteral; fieles laicos y miembros de institutos de vida consagrada, a elección del consejo pastoral o del modo que determine el obispo; el rector del seminario mayor diocesano; los arciprestes; al menos un presbítero de cada arciprestazgo; algunos superiores de institutos religiosos y de sociedades de vida apostólica que tengan casa en la diócesis. El obispo puede invitar, como observadores, a algunos ministros o miembros de Iglesias o de Comunidades eclesiales que no estén en comunión plena con la Iglesia católica. 

Las cuestiones se someten a la libre discusión de los miembros en las sesiones, pero el obispo es el único legislador y los demás miembros sinodales tienen solo voto consultivo. Las declaraciones y decretos del sínodo pueden publicarse sólo en virtud de la autoridad del obispo, que las suscribe. 

El Sínodo Diocesano es, por tanto, un órgano colegial eclesiológico, con el que el obispo diocesano pretende medir el pulso de la diócesis y  proponer una novedosa forma de actuación en los distintos ámbitos de la pastoral, con impulso renovado y nuevos métodos, para favorecer una mayor vivencia de la fe y un mayor compromiso comunitario. 

El proceso del sínodo es largo, puesto que sus fases deben ser muy reflexivas, por lo que se augura un trabajo ininterrumpido que puede durar tres o cuatro años hasta que, terminadas las sesiones del sínodo, el obispo proceda a la redacción final de los decretos y declaraciones pertinentes.

‘La Casa de Dios es la puerta del cielo’, lema de la celebración desde el próximo 19 de junio


El 19 de junio de 1169, tal y como consta en documentación escrita y epigráfica, el obispo de entonces Joscelmo dedicó para el culto divino la catedral de Sigüenza, cuya construcción comenzó tras la reconquista.

El Papa Francisco ha concedido, por primera vez en la historia de la diócesis de Sigüenza-Guadalajara, la celebración del 19 de junio de 2018 al mismo día de 2019 como año jubilar extraordinario o año Santo con motivo de la celebración del 850 aniversario de la catedral seguntina como edificio de culto.

El anuncio lo ha trasladado el obispo de la diócesis, Atilano Rodríguez, que fue quien realizó esta petición al papa, acompañado del deán de la catedral, Jesús de las Heras, quien ha puesto especial énfasis en que es la primera vez en los sesenta y dos años de vida de la diócesis que se le concede un año jubilar que lleva como lema: ‘La Casa de Dios es la puerta del cielo’.

Según De las Heras, esto significa que durante este año la Iglesia concede especiales gracias espirituales o indulgencias con motivo de este acontecimiento eclesial según el cual, el 19 de junio de 1169, tal y como consta en documentación escrita y epigráfica, el obispo de entonces Joscelmo dedicó para el culto divino la catedral de Sigüenza, cuya construcción comenzó tras la reconquista.

Ahora, con motivo de estos 850 años de historia dedicada al culto, la catedral acogerá un año jubilar que se iniciará a partir del próximo 19 de junio hasta esa misma fecha de 2019, periodo durante el cual habrá numerosas y variadas actividades de culto y culturales que se iniciarán esa misma jornada con una misa y la apertura de la nueva sede de Cáritas en la localidad seguntina.

Habrá una exposición bajo la denominación Fortis Seguntina en la que se mostrarán piezas del patrimonio diocesano recuperadas y, todavía sin fecha, se inaugurará la restauración de la capilla de Santa Librada en el edificio catedralicio y la Sala de la Fragua, donde se colocará una interesante colección de tapices.

Según De las Heras, también se inaugurará una sala con banderas históricas y se está trabajando en un proyecto de iluminación con fundaciones privadas así como la aparición de la catedral en uno de los cupones de la ONCE.


Protagonismo de la música
La música también va a tener protagonismo en este año jubilar; concretamente, para el 22 de septiembre está previsto un concierto de culto en Santa Librada; además de conferencias y visitas guiadas a un edificio que en opinión del deán, goza se encuentra en buen estado desde el punto de vista estructural, aunque haya reconocido que hay que llevar a cabo algunos trabajos enfocados al estudio de humedades o intervenir en la cubierta de la capilla del relicario.

Por su parte, el obispo ha resaltado la importancia de este año jubilar con motivo de la apertura al culto de la catedral, señalando que será un año de “gracia” en el que habrá tiempo para la oración pero también para disfrutar de este bien patrimonial.

Este año jubilar durará exactamente 366 días durante los cuales hay posibilidad de recibir gracias jubilares que otorga el Vaticano, es decir, la indulgencia plenaria o perdón de los pecados, y para lograrlo, el cristiano debe vivir activamente el jubileo.

 

Fuente: Religión en Libertad

 

Los obispos de la Comisión Episcopal de Pastoral Social hacen público el mensaje con motivo de la celebración de la festividad del Corpus Christi, Día de la Caridad. Esta jornada se celebra el 3 junio con el lema, “Compromiso social y caridad transformadora”.

“Compromiso social y caridad transformadora”

La Solemnidad del Corpus Christi nos invita a contemplar y celebrar el gran don de la presencia real de Cristo vivo entre nosotros en su cuerpo entregado y en su sangre derramada para la vida del mundo.1 De manera muy especial, es una llamada a entrar en el misterio de la Eucaristía para configurarnos con él. Este misterio, en palabras de Benedicto XVI, “se convierte en el factor renovador de la historia y de todo el cosmos [pues], en efecto, la institución de la Eucaristía muestra cómo aquella muerte, de por sí violenta y absurda, se ha transformado en Jesús en un supremo acto de amor y de liberación definitiva del mal para la humanidad”.2

A la luz de este misterio de amor renovador, liberador y transformador, que es la Eucaristía, invitamos a todos los cristianos, en particular a cuantos trabajáis en la acción caritativa y social, a un compromiso que sea liberador, que contribuya a mejorar el mundo y que impulse a todos los bautizados a vivir la caridad en las relación con los hermanos y en la transformación de las estructuras sociales.

Tu compromiso mejora el mundo

Transformados interiormente por la contemplación del amor incondicional de Jesucristo, que entrega su vida para liberarnos del mal y hacernos pasar de las tinieblas a la luz, de la muerte a la vida, queremos recordar a todos y cada uno de los cristianos, así como a los hombres y mujeres de buena voluntad que quieran escucharnos, el mensaje de la campaña institucional de Cáritas: “Tu compromiso mejora el mundo”.3

Somos conscientes de que, hoy, no está de moda hablar del compromiso. Es más, para muchos, en esta cultura de lo virtual, de lo inmediato y pasajero, la preocupación por los demás se considera como algo trasnochado. Sin embargo, el compromiso en favor de los más débiles y por la transformación del mundo, es la más noble expresión de nuestra dignidad, de nuestra responsabilidad y solidaridad.

Para los cristianos, el compromiso caritativo y social, el ser con los demás y totalmente entregado a ellos, camina en paralelo con nuestra configuración con Cristo. Se trata de un compromiso que nace de la fe en la Trinidad. Los cristianos creemos en un Dios, que es Padre, que ama incondicionalmente a cada uno de sus hijos y les confiere la misma dignidad; un Dios Hijo que entrega su vida para liberarnos del pecado y de las esclavitudes cotidianas, haciéndonos pasar de la muerte a la vida; un Dios Espíritu que alienta el amor que habita en cada ser humano y nos hace vivir la comunión con todos, tejiendo redes de fraternidad y de solidaridad al estilo de Jesús, que “no vino a ser servido, sino a servir y dar su vida en rescate por todos”(Mt 20,28). Desde esta configuración con Cristo, os proponemos un cuádruple compromiso:

1. Vivir con los ojos y el corazón abiertos a los que sufren: Hemos de abrir los ojos y el corazón a todo el dolor, pobreza, marginación y exclusión que hay junto a nosotros. Convivimos con una cultura que ignora, que excluye, oculta y silencia los rostros del sufrimiento y la pobreza. Sin embargo, no podemos ignorarlos. Como dice el papa Francisco, “la pobreza nos desafía todos los días con sus muchas caras marcadas por el dolor, la marginación, la opresión (…), el tráfico de personas y la esclavitud, el exilio, la miseria y la migración forzosa”.4 Este desafío resulta “cruel”, cuando constatamos que estas situaciones no son el fruto de la casualidad, sino la consecuencia de la injusticia social, de la miseria moral, de la codicia de unos pocos y de la indiferencia generalizada de muchos.

2. Cultivar un corazón compasivo: La multiplicación y la complejidad de los problemas pueden saturar nuestra atención y endurecer nuestro corazón. Frente a la tentación de la indiferencia y del individualismo, los cristianos debemos cultivar la compasión y la misericordia, que son como la protesta silenciosa contra el sufrimiento y el paso imprescindible para la solidaridad.

3. Ser capaces de ir contracorriente: Esta invitación al compromiso no es algo superficial o periférico. Pone en juego dimensiones tan hondas como la propia libertad. En la vida, podemos seguir la corriente de quienes permanecen instalados en los intereses personales y pasajeros o podemos vivir como personas comprometidas al estilo de Jesús, actuando contracorriente y poniendo los medios para que los intereses económicos no estén nunca por encima de la dignidad de los seres humanos y del bien común.

4. Ser sujeto comunitario y transformador: Los cristianos estamos llamados a ser agentes de transformación de la sociedad y del mundo, pero esto sólo es posible desde el ejercicio de un compromiso comunitario, vivido como vocación al servicio de los demás. Esto quiere decir que hemos de poner todos los medios a nuestro alcance para la creación de comunidades, que sean signo y sacramento del amor de Dios. Comunidades capaces de compartir y poner al servicio de los hermanos los bienes materiales, el tiempo, el trabajo, la disponibilidad y la propia existencia. Comunidades capaces de poner a la persona en el centro de su mirada, palabra y acción.

La caridad es transformadora

Para todos aquellos que trabajan en el ámbito de la acción caritativa y social de la Iglesia, este compromiso transformador se hace todavía más urgente al tomar conciencia de la fuerza transformadora de la caridad. La doctrina social de la Iglesia habla permanentemente de ella.

Recordemos un texto antológico del papa Francisco: «La Iglesia, guiada por el Evangelio de la misericordia y por el amor al hombre, escucha el clamor por la justicia y quiere responde a él con todas sus fuerzas. En este marco se comprende el pedido de Jesús a sus discípulos: “¡Dadles vosotros de comer!” (Mc 6,37) lo cual implica tanto la cooperación para resolver las causas estructurales de la pobreza y para promover el desarrollo integral de los pobres como los gestos más simples y cotidianos de solidaridad ante las miserias muy concretas que encontramos» (EG, nº 188). De acuerdo con estas enseñanzas del Santo Padre, podemos concluir que la acción caritativa no es mera asistencia. La caridad, además de ofrecer los gestos más simples y cotidianos de solidaridad, promueve el desarrollo integral de los pobres y coopera a la solución de las causas estructurales de la pobreza.

Los obispos españoles también hemos insistido en esta dimensión transformadora de la actividad caritativa y hemos manifestado que «nuestra caridad no puede ser meramente paliativa, debe ser preventiva, curativa y propositiva. La voz del Señor nos llama a orientar toda nuestra vida y nuestra acción desde la realidad transformadora del reino de Dios».5 Esto implica desenmascarar la injusticia por medio de la denuncia profética, socorrer al necesitado mediante la asistencia y colaborar en la organización de estructuras más justas por medio de la transformación social.

Pidamos al Espíritu una mística social transformadora

En la plegaria eucarística hay dos momentos especialmente significativos en los que se manifiesta la fuerza transformadora de la Eucaristía. Son las dos “epíclesis” o invocaciones al Espíritu Santo que hacemos en la celebración eucarística. En la primera pedimos al Padre que envíe su Espíritu para que el pan y el vino se conviertan en el cuerpo y la sangre del Señor. En la segunda, invocamos la acción del Espíritu sobre la comunidad eclesial para que sea una sola cosa en Cristo y haga así posible la salvación de los que participan de ella. En ambas epíclesis los cristianos expresamos el dinamismo transformador que encarna la celebración eucarística y descubrimos la necesidad de ser instrumentos de renovación del cosmos y de la humanidad, desde la comunión con Cristo. Pidamos, hoy, al Espíritu Santo que esta mística social y transformadora de la Eucaristía nos ayude a comprometernos en la transformación del mundo y en la promoción de una caridad transformadora en todas nuestras organizaciones caritativas y sociales. Sabemos que la tarea no es fácil, pero la caridad no está para dejar las cosas como están ni consiste en hacer lo que siempre se ha hecho en el campo social. La caridad denuncia la injusticia y promueve el desarrollo humano integral, nos impulsa a la conversión de nuestros criterios y actitudes, de nuestra manera de pensar y de actuar, para colaborar con el Señor en el acompañamiento a las personas y en la transformación de las estructuras que generan pobreza, discriminación y desigualdad.

Los obispos de la Comisión Episcopal de Pastoral Social


 

 

1 Cfr Jn 6,48-58. 

2 BENEDICTO XVI, Exhortación Apostólica Sacramentum caritatis, nº 10. 

3 CARITAS ESPAÑOLA, Campaña Institucional 2017-2018, Tu compromiso mejora el mundo, Madrid, 2017. 

4 Mensaje en la Jornada Mundial de los Pobres, nº 5, 2017. 

5 CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA, Iglesia, servidora de los pobres, nº 42, Madrid, 2015

 

 

Fuente: www.conferenciaepiscopal.es

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