El 24 de noviembre de 1864 falleció en Belley (Francia) Gabriel Taborin, fundador de los Hermanos de la Sagrada Familia, congregación religiosa que, desde hace más de medio siglo, tiene una comunidad en Sigüenza, en el llamado Bosque, junto al Oasis y el Pinar. Nacido el 1 de noviembre de 1799, fue coetáneo, paisano, amigo y colaborador del Santo Cura de Ars. La causa de canonización de Taborin tiene aprobado el decreto de virtudes heroicas y el correspondiente reconocimiento como venerable. La educación y las misiones son los carismas fundacionales de los Hermanos de la Sagrada Familia, que cuenta con casas en Francia, Italia, España y distintos países de América, Asia y África.     

El domingo 23 de noviembre, en Roma, con la presidencia del Papa Francisco, será la canonización del fundador de las Hermanas Maestras de Santa Dorotea Hijas de los Sagrados Corazones, el obispo italiano del siglo XIX, Giovanni Antonio Farina (1803-1888). Junto a él serán también canonizados en la fiesta de Cristo Rey otros cinco santos: Kuriakose Elias Chavara de la Sagrada Familia (India), Ludovico de Casoria (Italia), Nicola da Longobardi (Italia),  Euphrasia Eluvathingal del Sagrado Corazón (India) y Amato Ronconi (Italia).

En Sigüenza-Guadalajara, la canonización del obispo Farina resulta especialmente significativa ya que hay presencia y servicio de las Doroteas, sus hijas, en cinco lugares: la Casa de Ejercicios y convictorio sacerdotal de Sigüenza, desde 1967; la Clínica Sanz Vázquez de Guadalajara; la Residencia de mayores Juan Pablo II de Alovera; el colegio Giovanni Antonio Farina de Azuqueca de Henares; y desde julio pasado, la Casa Sacerdotal de Guadalajara. Por ello, el obispo diocesano, Atilano Rodríguez, se desplazará a Roma para la canonización y presidirá, ya en la diócesis, una misa de acción de gracias por esta canonización, el domingo 30 de noviembre, en la concatedral de Guadalajara, a las 19 horas. Asimismo las Doroteas en la diócesis y en Talavera de la Reina han organizado una peregrinación a Roma, a la que se sumarán entre 120 y 150 personas.

Sacerdote y obispo de extraordinaria espiritualidad y de gran generosidad apostólica, Giovanni Antonio Farina puede ser considerado uno de los obispos más insignes del siglo XIX italiano. Fue llamado “el hombre de la caridad” y sobresalió asimismo en sus desvelos por la educación y la piedad. El obispo Farina fue beatificado el 4 de noviembre de 2001 por el Papa San Juan Pablo II.

El jueves y el sábado pasados, días 13 y 15 de noviembre, tuvieron lugar en la Casa de Espiritualidad María Madre de Guadalajara dos jornadas de trabajo de primer nivel diocesano. Fueron las respectivas sesiones del Consejo Presbiteral y del Consejo Diocesano de Pastoral, los dos órganos asesores más importantes que convoca el prelado. El mismo obispo, mons. Atilano Rodríguez Martínez, tuvo la ponencia base sobre la que trabajar, una reflexión sobre las unidades de acción pastoral (UdAPs) en la diócesis a la luz del Plan Pastoral Diocesano. El obispo presentó la naturaleza y sentido de las UdAPs tras un análisis de la la realidad poblacional diocesana y una fundamentación eclesiológica. Desde ahí abrió vías para llevar adelante la remodelación adecuada con los retos y las dificultades que conlleve. En uno y otro caso, los consejeros hicieron sus aportaciones y sugerencias, que la  comisión correspondiente tendrá en cuenta para ir avanzando en la conveniente sensibilización de párrocos y feligreses antes de proceder a la implantación del nuevo mapa de servicios parroquiales.

Tres nuevos miembros del Consejo del Presbiterio

En la sesión del jueves 13 de noviembre, el Consejo Presbiteral ha elegido a tres sacerdotes para ocupar las vacantes originadas por los recientes nombramientos pastorales. Son Eugenio Abad, elegido por el arciprestazgo de Azuqueca de Henares, Pedro Cañamares, por los sacerdotes de Guadalajara y Raúl Pérez, por el arciprestazgo de Molina de Aragón. A su vez la asamblea cubrió la vacante dejada por Carmelo de la Fuente en la Comisión Permanente, con la designación de Eugenio Abad.

El próximo día 22 de noviembre tendrá lugar, como ya sabréis, una manifestación en Madrid a favor de la vida, la mujer y la maternidad y para pedir al Presidente del Gobierno la modificación de la "Ley del Aborto", así como la aprobación de una ley de protección a la maternidad. La manifestación lleva por lema "Cada vida importa". La manifestación está convocada por diversos movimientos pro-vida y otras asociaciones que promueven la cultura de la vida.

Hace unas semanas la Conferencia Episcopal manifestó, nuevamente, su defensa de la vida y su compromiso con los más débiles en los siguientes términos:

El Comité Ejecutivo de la Conferencia Episcopal Española quiere hacer oír su voz una vez más, como siempre ha hecho en cualquier coyuntura social y política, para recordar el valor sagrado de la vida humana, desde la concepción hasta su fin natural.

Como afirma el Papa Francisco, en la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium, "entre los débiles, que la Iglesia quiere cuidar con predilección, están también los niños por nacer, que son los más indefensos e inocentes de todos, a quienes hoy se les quiere negar su dignidad humana (...) quitándoles la vida y promoviendo legislaciones para que nadie pueda impedirlo (...). No es progresista pretender resolver los problemas eliminando una vida humana".

Asimismo, como también señala el Papa, hemos de hacer más "para acompañar adecuadamente a las mujeres que se encuentran en situaciones muy duras, donde el aborto se les presenta como una rápida solución a sus profundas angustias".

Es tarea de todos responder a esas situaciones por el camino de la vida y no por el de la muerte de un ser inocente. Un ser humano es siempre sagrado e inviolable, en cualquier situación y en cada etapa de su desarrollo. Es un fin en sí mismo y nunca un medio para resolver otras dificultades.

Asociaciones cristianas y laicas del mundo entero se han adherido a esta iniciativa que reclama la modificación de la vigente legislación en materia de aborto.

Nota de prensa de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal sobre la defensa de la vida