DELEGACIÓN DE APOSTOLADO SEGLAR Y NUEVA EVANGELIZACIÓN
¿Qué es la Delegación de Apostolado Seglar?
Es el organismo de la Iglesia Diocesana encargado de transmitir, difundir, concretar y llevar a la práctica los deseos, las inquietudes y las orientaciones que el Obispo Diocesano encomiende en el campo del Apostolado Seglar. A la vez la delegación transmite el sentir y la realidad de nuestro laicado diocesano.
La Delegación no es una asociación más o una federación de movimientos y asociaciones, ni una estructura que se represente a sí misma, sino un lugar de encuentro y coordinación de los diferentes Movimientos, asociaciones y laicos no asociados.
¿Cuál es su misión específica?
- Despertar y mantener en la Diócesis la vocación y la misión propia de los seglares.
- Coordinar, fomentar y potenciar el Apostolado Seglar en la diócesis
- Proyectar bajo la guía del Obispo el Plan Diocesano para el Apostolado Seglar y realizar las líneas pastorales que se emanan de dicho Plan.
- Ser cauce de mediación que abra puertas a las necesidades de los movimientos, asociaciones y laicos no asociados en el conjunto de la diócesis.
- Iluminar, orientar y discernir los campos prioritarios de acción apostólica de los seglares a la luz de las orientaciones del Plan Pastoral.
- Ser foro de diálogo, que ayude a profundizar en los grandes retos que la sociedad y la Nueva Evangelización plantean a la Iglesia.
- Ser lugar de encuentro, acogida y escucha, donde se favorezca el intercambio de las diversas experiencias asociativas, se fomente la unidad y la fraternidad, se anime y se motive para la tarea misionera en el mundo.
¿Dónde realizar todo ello?
Los cristianos laicos vivimos en el mundo y es ahí donde tenemos nuestra misión una misión que sigue siendo la misión primaria y la fundamental de la Iglesia anunciar a todos los hombres el amor de Dios manifestado en Cristo y comunicado por el Espíritu Santo. Todo ello en nuestros ambientes, la cultura, política, ciencias, artes, economía, fábricas, educación....
Debemos ser laicos activos y protagonistas de nuestra sociedad, sin miedo.
La delegación está formada por el siguiente equipo:
Delegada: Ana Isabel Gil Valdeolivas 696 26 70 49
Consiilario: Miguel Ángel Torres Esteban 637 10 51 86
Equipo:
Esther Del Rey Moya
Marta Oter García
José González Horrillo
También forma parte de la delegación la coordinadora de movimientos y asociaciones, la cual se reúne el tercer miércoles de cada mes a las 7,30 en la casa diocesana. En la coordinadora se comienza orando, hay un momento de formación y un momento donde cada movimiento, o asociación informa de sus actividades, situaciones, necesidades, objetivos etc. También es donde reciben la información sobre todo lo referente a las actividades diocesanas, y se informa lo que desde la diócesis se nos pide a los laicos.
Enlace a la web de la Delegación de Apostolado Seglar
DEPARTAMENTO DE PASTORAL OBRERA (Avenida de Castilla, 14 GUADALAJARA)
Responsable: Marta Oter García (646 31 21 70)
Asesor religioso: D. Jesús Recuerdo Aldecoa (949 22 49 40)
NUEVA EVANGELIZACIÓN
1. ¿Qué entendemos por evangelizar?
Evangelizar significa anunciar la Buena Noticia de Jesús, su Evangelio, que no es otra cosa que Él mismo, es decir, anunciar de manera comprensible y creíble a Jesucristo y lo que Él nos transmitió. La evangelización consiste en el ofrecimiento del Evangelio que transfigura al hombre, a su mundo y a su historia. Evangelizar significa para la Iglesia llevar la Buena Nueva a todos los ambientes de la humanidad y, con su influjo, transformarla y renovarla desde dentro.
2. Elementos esenciales de la evangelización
Una labor de evangelización es aquella acción pastoral directamente encaminada a suscitar la fe de los que no creen o a avivar y fortalecer la fe aquellos que tienen una fe vacilante, animándolos a convertirse al Dios de la salvación. Es anunciar la gracia y el amor gratuito de Dios a quienes no los conocen, llamándolos a la conversión. El objetivo esencial y directo de la evangelización es la plena conversión de la persona al amor salvador y santificador de Dios.
Toda evangelización tiene que tener siempre una clara proclamación de que en Jesucristo, Hijo de Dios, vivo, muerto y resucitado, se nos ofrece la salvación a todos los hombres como don.
La presentación del Evangelio de Jesús debería producir en los oyentes una verdadera crisis de conversión. Crisis que es juicio sobre la vida anterior. Y con la crisis, el cambio de vida, la programación de una vida nueva, centrada en el amor de Dios y en el cumplimiento de su voluntad con amor y confianza.
La catequesis, la preparación para los sacramentos y muy especialmente el proceso de la Iniciación Cristiana, tendrían que estar centrados en este objetivo como algo esencial.
Hemos de creer en la fuerza del Evangelio y en el hombre de hoy. Tenemos que estar seguros de que los hombres y mujeres de nuestro tiempo están hechos para Dios, pueden y necesitan escuchar el Evangelio de Jesucristo, llevan dentro la capacidad y la necesidad de Dios, y de que el Evangelio sigue siendo fuerza y sabiduría de Dios, capaz de transformar la vida del hombre en una vida más plena y feliz.
3. Exigencia de una “Nueva Evangelización”
La expresión “Nueva Evangelización” la utiliza por primera vez Juan Pablo II en Haití. Era el 9 de marzo de 1983, y en Puerto Príncipe se dirigía con estas palabras a los Obispos del CELAM allí reunidos: "La conmemoración del medio milenio de evangelización tendrá su significación plena si es un compromiso vuestro como obispos, junto con vuestro presbiterio y fieles; compromiso, no de re-evangelización, pero sí de una evangelización nueva. Nueva en su ardor, en sus métodos, en su expresión".
Benedicto XVI nos ofrece, también, una definición descriptiva de la Nueva Evangelización enseñando que “será ‘nueva’ no en los contenidos, sino en el impulso interior, abierto a la gracia del Espíritu Santo, que constituye la fuerza de la ley nueva del Evangelio y que renueva siempre a la Iglesia; ‘nueva’ en la búsqueda de modalidades que corresponden a la fuerza del Espíritu Santo y sean adecuadas a los tiempos y a las situaciones; ‘nueva’ porque es necesaria incluso en países que ya han recibido el anuncio del Evangelio”[1].
- Don Atilano, por su parte, en la carta pastoral "Id y haced discípulos", nos dice lo siguiente: “El Señor nos envía a evangelizar, no a una realidad imaginaria, sino a una realidad concreta… La nueva realidad y los nuevos puntos de vista de nuestros conciudadanos exigen una nueva evangelización que les ayude a plantearse las dudas y las preguntas sobre el sentido de la vida y que les permita responder a las mismas desde Cristo. Para ello es preciso, además del ardor misionero, la búsqueda de nuevos métodos y de nuevas formas para proponer a todos la Buena Noticia a fin de que provoque también en nuestros días la conversión y el seguimiento de Jesucristo”[2]
El término “nueva evangelización”, pues, evoca la exigencia de una renovada modalidad de anuncio, considerada como una exigencia, pero, además, como una operación de discernimiento y como un estímulo para la Iglesia actual.
En este sentido afirma también el entonces cardenal Bergoglio y ahora papa Francisco: “En la actual situación, la Iglesia necesita transformar sus estructuras y modos pastorales orientándolos de modo que sean misioneros. No podemos permanecer en el estilo 'clientelar' que, pasivamente, espera que venga el cliente, el feligrés, sino que tenemos que tener estructuras para ir hacia donde nos necesitan, hacia donde está la gente, hacia quienes deseándolo no van a acercarse. Tenemos que ver, con gran creatividad, cómo nos hacemos presentes en los ambientes de la sociedad haciendo que las parroquias e instituciones sean instancias que lancen a esos ambientes”[3].
La nueva evangelización desea resonar como una llamada, una pregunta hecha por la Iglesia a sí misma, para que recoja sus energías espirituales y se empeñe en hacer propuestas concretas en este nuevo clima cultural. El adjetivo “nueva” hace referencia al cambio del contexto cultural y evoca la necesidad que tiene la Iglesia de recuperar energías, frescura e ingenio en su modo de vivir la fe y de transmitirla.
4. ¿Cuál es el equipo de la Delegación?
El equipo de la Delegación Diocesana para la nueva evangelización está formado por sacerdotes, religiosos y laicos, los estados de vida de la Iglesia, puesto que la tarea evangelizadora forma parte de la identidad de todos los cristianos, en función del sacramento del bautismo. La misión de este equipo es alentar y tratar de abrir nuevos cauces para que la evangelización
En concreto, los miembros del equipo de trabajo de la Delegación son los siguientes:
- Delegado: PEDRO MOZO MARTÍNEZ
- Hna. María del Carmen Martínez García (RR. de la Caridad de Santa Ana)
- Ana Belén Sanz Cerezo (coordinadora de ACCEM)
5. Para contactar con nosotros
Nuestra Delegación pretende estar abierta a recibir todas las aportaciones, sugerencias, iniciativas o comentarios que cualquier persona, parroquia, comunidad religiosa, movimiento o asociación, quiera dirigirnos. Nuestro propósito es caminar de acuerdo con el sentir y vivir de la diócesis. La tarea evangelizadora es de todos y el Espíritu nos ilumina a todos. Por ello os invitamos a enviarnos todo aquello que consideréis oportuno para llevar a cabo una mejor evangelización en nuestra diócesis.
Lo podéis hacer utilizando la siguiente dirección de correo electrónico: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Estaremos encantados de recibir vuestros correos.
[1] BENEDICTO XVI, Discurso a la Delegación enviada por el Patriarcado Ecuménico de Constantinopla, 28 de junio de 2010
[2] RODRÍGUEZ MARTÌNEZ, A., “Id y haced discípulos”, pp. 20. 21
[3] VARIOS, El Jesuita: Conversaciones con el cardenal Jorge Bergoglio, sj.pp. 77-78