Por Comunidad de la Madre de Dios

(Monasterio de Buenfuente)

 

 

Muy queridos en el Señor: En la puerta de la Navidad, del Nacimiento de nuestro Salvador, nos encontramos en la oración y en la celebración de la Eucaristía,  pero no como el año pasado por estas fechas, ¡no!; ¡ojalá nuestra vida sea como un tornillo, que cada vez que da una vuelta, se introduce un poquito más en el corazón de Dios! Tal vez, sea más acertado decir: ¡ojalá en cada vuelta abramos un poco más la puerta de nuestro corazón a Cristo! De esta manera, podemos dejar salir todo lo que estorba, entretiene los afectos y no deja entrar a Dios. Y así, con sincero corazón cantar con el salmista: “¡Portones alzad los dinteles! Que se alcen las antiguas compuertas: va a entrar el Rey de la Gloria” (sal 24, 7). 

A lo largo de todo el Adviento, que está a punto de finalizar, la Iglesia nos ha ayudado a prepararnos para acoger al Redentor. En la liturgia de la Palabra del Domingo pasado escuchamos a Juan Bautista decir de si mismo: “Yo soy la voz que grita en el desierto: Allanad el camino del Señor” (Jn 1, 23). “Allanad el camino del Señor”, esta frase ha resonado muy particularmente en nosotras. Allanar en la convivencia cotidiana, facilitar que el Señor llegue al corazón de quienes viven cerca de nosotros, de quienes Él pone en nuestro camino. Allanar un camino significa quitar las piedras, rellenar los baches, en definitiva facilitar el tránsito por él. A esto nos llama el Señor: a remover las piedras de nuestro orgullo, a rellenar los baches de nuestro egoísmo, en definitiva a vaciarnos, a renunciar a nosotros mismos, al menos no poner resistencia a la acción del Espíritu Santo en nuestra vida. 

Con el Evangelio mencionado, resonando en el alma, hemos tropezado con la siguiente frase de la Madre Maravillas de Jesús: “Mi Cristo está en mí y Él es el que lo hace todo”; que nos aclara muy bien lo que dice san Pablo a los gálatas: “Ya no soy yo quien vive, es Cristo quien vive en mí” (Ga. 2-20).  Esta expresión de san Pablo, también podría narrar la vivencia de la Virgen María tras la Encarnación del Verbo de Dios en su seno, por obra del Espíritu Santo. Con este anhelo en el corazón: “dejar a Cristo que lo haga todo en nuestra vida”, escuchemos la recomendación de la Virgen María a los pastorcitos Lucía, Jacinta y Francisco, en Fátima hace un siglo:

 

“El santo Rosario constantes rezad y la paz al mundo el Señor dará”

Y esperemos la Salvación de Dios, porque como dice el profeta Isaías: “los que esperan en el Señor renuevan sus fuerzas, echan alas como las águilas, corren sin cansarse, marchan sin fatigarse” (Is 40, 31).

 

Unidos en la oración ¡Feliz Navidad!

 vuestras hermanas de Buenafuente del  Sistal   

Por Javier Bravo

(Delegación de Medios de Comunicación Social)

 

 

Además de una costumbre con siglos de historia, montar el belén representa cada Navidad una gran oportunidad para pasar un agradable y divertido rato en familia. El belén aporta a la decoración invernal de tu hogar un toque de calidez y tradición. En casa solemos hacerlo, entre mi hermana y yo, en torno a la Inmaculada.

Por eso el artículo de este mes no podrá ser otro: Montando el Belén. Para ello, en mi artículo,  os propongo algunos pasos fundamentales que, a mi juicio, hay que seguir para que nuestro nacimiento sea la envidia de todo el vecindario. ¿Me acompañas?

Lo primero que yo haría o aconsejaría es fijar en nuestra mente el Belén antes de llevarlo a la práctica. ¿Qué espacio dispongo para él? ¿Cuántas figuras tengo? ¿Qué presupuesto piensas gastar, si es que quieres seguir completándolo? Cuestiones previas que no debes obviar antes de ponerte manos a la obra.

Realiza un boceto en papel, donde aparezcan las distintas zonas o escenas que quieres representar. Los tipos de pesebre son infinitos, desde el tradicional y sencillo misterio hasta extensos montajes que incluyen la llegada de los Reyes Magos, el castillo de Herodes o escenas que pueden dar mayor lucimiento al pesebre, como la huida a Egipto o la anunciación del ángel Gabriel. Todo ello dependerá de los factores que hayamos visto en el paso 1.

Ahora tendrás que empezar a preparar el terreno. Acondiciona la superficie sobre la que vayas a montar el portal. Si es una mesa, fórrala de plástico o papel resistente para que no se estropee. Si vas a montar simplemente el misterio, busca un buen lugar y acondiciónalo bien con algún paño o brocado.

El relieve de nuestro nacimiento ya va en cuestión de gustos. Los más expertos y estrictos, históricamente hablando, estudian cómo era la orografía de la antigua Palestina para conseguir un nacimiento lo más fiel posible a la realidad. Pero no tenemos que complicarnos tanto, puedes diseñar tu propia base sobre la que asentar el resto del pesebre. El "porexpán" es el material más extendido, pero también puedes hacer el terreno y las montañas con escayola, corcho, madera o, incluso, papel y cola de carpintero.

Seguidamente habrá que cubrir la superficie del portal. Una vez moldeado el terreno, el siguiente paso será cubrirlo para simular la arena del desierto, la hierba de los prados o la nieve de las montañas. En cualquier tienda especializada encontraremos el material necesario para ello. Los árboles podemos fabricarlos utilizando trozos de ramas o arbustos que encontremos por el campo. ¡Cuidado con las especies protegidas, como el musgo! Infórmate bien antes de arrancar cualquier planta.

Ahora empezaremos a situar las construcciones. Si eres muy mañoso, puedes hacerlas tú mismo con los mismos materiales que la base del belén. En caso contrario, las casas, edificios públicos, puentes y otros complementos se venden ya terminados, listos para colocar en el lugar deseado. La distribución de los edificios será otro de los puntos clave del montaje, pero cuidando siempre las proporciones. Y, por supuesto, ¡no te olvides del misterio!

La iluminación, asunto delicado y que dará a tu belén el toque de profesionalidad que siempre has buscado. Existen numerosas opciones, desde una iluminación sencilla y simple hasta antorchas, conectores, controladores automáticos, etc. Conviene que sean bombillas e iluminación de bajo consumo.

Una vez que tengas el “poblado”, tendrás que colocar las figuras, la parte humana del belén. Existen muchas alternativas en cuanto a tamaños, materiales o precios. Escoge las que más te gusten e intenta ir adquiriendo más cada año, para ampliar la colección y seguir sorprendiendo a tus amigos. Para arle una visión de lejanía debes colocar las figuras de mayor tamaño, más delante; y las de menor, atrás. Puedes también seguir la cronología navideña e ir moviendo los personajes, como avanzar a los Reyes Magos hacia el pesebre a medida que se acerca el nacimiento de Cristo.

Los complementos: animales dentro del establo, montones de paja, kioscos con fruta en el mercado, etc. ¡Hasta donde la imaginación te lleve!

El punto final a un buen belén es disfrutarlo con tus amigos y vecinos. Difunde tu creación y enséñaselo a todo el que quiera verlo. Poco a poco irás ganando experiencia y conseguirás que tu belén vaya ganando popularidad y majestuosidad. Y, en todo caso, siempre será un buen argumento para pasar un buen rato mientras lo montas.

En internet, de todos modos hay muchas páginas de orientación. Entre ellas, la de la Asociación de Belenistas de Guadalajara [http://www.belenistasguadalajara.es], que a mi juicio es clara, sencilla y tiene los componentes que ha de tener una página, la información básica. Por eso, a partir de ahora, permitidme que valore positiva o negativamente, siguiendo unos criterios y  con vistas a mejorar, las webs que yo vaya analizando- para hacer que nuestros belenes mejoren. A esta de la Asociación de Belenistas y, como están tan de moda los iconos, le voy a dar un 

Desde estas líneas, os deseo una Feliz Navidad y os invito a poner un Belén en vuestro hogar.

Por Ángel Moreno

(vicario para la Vida Consagrada)

 

 

 

No me duele reconocerte diferente.

No me extraña que Dios te colmara de hermosura.

No imagino que pudieras ser de otra manera,

Tú, que fuiste escogida como entrañas divinas.

 

¿Por qué tendremos que pensar por nuestra cuenta?

¿Por qué no imaginarte en la mente del Creador?

Si el que hizo todo, todo lo hizo bello,

¿Por qué dudar de que a ti te hiciera sin pecado?

 

Parece que no es lógico si no eres como nosotros.

Parece que es extraño tu ser inmaculado.

Como si de nuestra esencia fuera no serlo,

Como si no pudiera Dios hacerte colmada de hermosura.

Virgen nazarena, mujer, esposa y madre.

Virgen nazarena, humilde, discreta, oyente.

La Palabra se ha hecho casa en tu seno.

Dios se ha enamorado de tu inocencia.

 

Tú te has convertido en nuestro estandarte.

Gracias a ti la humanidad recupera la esperanza.

Tú eres el puerto franco en nuestras zozobras.

Tú eres la puerta de todas las profecías.

 

Hoy me dejo mirar por tu semblante,

Y me uno a quienes cantan tu misterio.

Quiero ser del coro que enaltece tu historia

Por gratitud sincera, y también interesada.

 

Virgen Inmaculada, jardín de Dios.

Virgen Inmaculada, artesa santa.

Virgen Inmaculada, arca bendita.

Virgen Inmaculada, éxtasis divino.

 

Acoge nuestro ruego de pecadores.

Eleva nuestra súplica ante tu Hijo.

Intercede siempre, aunque no te invoquemos.

Gracias, bendita tú entre las mujeres.

 

En ti se liberan los miedos y fantasmas.

En ti encuentra refugio el peregrino.

A ti te invocan los sencillos.

Señora nuestra, ruega por nosotros.

 

Por Juan Pablo Mañueco

(escritor y periodista)

 

Patrón de Castilla y copatrón de España (junto con el Sennor Sant Yago)

y que su fiesta celebra el 12 de noviembre de cada año.

 

Composición a cuatro manos: las sabias de Gonzalo de Berceo –que se notan cuáles son- y las mías propias.

 

 

Qui la vida quisiere de Sant Millán saber

e de la su historia bien certano ser,

meta mientes en esto que yo quiero leer:

verá a do envían los pueblos su haber.

 

Fue Emiliano o Millán en Berceo nacido,

donde también Gonzalo luego fue exido,

Millán en el quinto y sexto siglo habido,

Gonzalo en el trece, que oyó su rimado sonido.

 

Cerca es de Cogolla de parte de orïent,

dos leguas sobre Nájera, al pie de Sant Lorent,

el barrio de Berceo, Madrid li yaze present,

allí nació Sant Millán, esto sin falliment.

 

Nació, pues, ya fablando el primer castellano

este santo montaraz y peñascoso de acento riojano

que fue amante de las grutas en lugar muy serrano,

y eremita pacífico, el cual llegó hasta muy anciano.

 

Luego que fue nacido, los que lo engendraron,

envuelto en sus paños a iglesia lo llevaron;

como la leÿ manda baptismo demandaron,

diéronselo los clérigos, de crisma lo untaron.

 

Murió a los años ciento y uno de su edad,

lo cual es mucho vivir, con toda seguridad…

Despertó desde muy pronto loor de santidad,

en labriegos, condes, reyes, llamó a la piedad.

 

Hoy patrono celeste es del reino de Castilla

y de Navarra, a los que protege villa por villa,

y no pide por pago sino una cosa sencilla

como Berceo se le dé de vino –acaso- alguna copilla.

 

Esta es la Historia del santo patrón de Castilla,

que el 12 de noviembre ilumina su capilla.

Otra día ya cantare más cosas en nueva coplilla

que hoy sólo escribir quise esta breve tablilla.

 

Juan Pablo Mañueco

 

Cantil de Cantos XII. Odre vario de estrofas inéditas (2017)

 

https://www.casadellibro.com/libro-cantil-de-cantos-xii-poemas-ejemplares-odre-vario-de-estrofas-ineditas/9788417022259/5877403

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