LA IGLESIA EN SIGÜENZA-GUADALAJARA CELEBRA EL DÍA DE LA IGLESIA DIOCESANA CON EL LEMA ‘ORGULLOSOS DE NUESTRA FE’
El 12 de noviembre se celebra el Día de la Iglesia Diocesana como un ejercicio de transparencia, para mostrar a toda la comunidad la memoria de actividades y el balance económico
Obispado, administraciones y otras instituciones han colaborado para la restauración de 55 bienes muebles e inmuebles de la diócesis el pasado año, gracias al compromiso de tantas personas por el cuidado del patrimonio religioso
Más de 35.000 personas han sido atendidas desde instituciones eclesiales como Cáritas o Manos Unidas
La Iglesia en Sigüenza-Guadalajara, que actualmente rige como administrador apostólico Mons. Atilano Rodríguez, hasta la toma de posesión del nuevo obispo electo, celebra el próximo domingo 12 de noviembre el Día de la Iglesia Diocesana con el lema ‘Orgullosos de nuestra fe’.
En un contexto en el que la opinión pública y la percepción de la sociedad con respecto a la Iglesia hacen que muchos cristianos no muestren abiertamente su fe, esta celebración ofrece una oportunidad para reforzar el sentimiento de pertenencia de los creyentes. Se trata de mostrar lo que la Iglesia es y lo que la Iglesia hace gracias al tiempo, las cualidades, la oración y el apoyo económico. Es “un día para pedir vuestro apoyo económico y para agradecer vuestra oración, vuestra generosidad, vuestro tiempo y vuestras cualidades al servicio de la Iglesia”, recuerda don Atilano.
Memoria anual
Esta jornada sirve para presentar los datos de la actividad celebrativa, pastoral, educativa, misionera, cultural, caritativa y asistencial de la diócesis en 2022. Es decir, como recalca el obispo, “queremos presentar a toda la sociedad las diversas actividades celebrativas, de servicio y caridad, así como los recursos empleados en estas tareas, con la intención de ser cada día más transparentes”.
Cabe destacar, en lo que a actividad celebrativa se refiere, que en la diócesis en el pasado año se celebraron 1.080 bautizos, 892 confirmaciones, 1.248 primeras comuniones y 292 matrimonios, asistidos por los sacerdotes, religiosos y catequistas que trabajan en la diócesis, de una forma especial en las 469 parroquias y en la catedral de Sigüenza. Además, son 42 los misioneros en otros continentes, donde además trabajan 5 familias en misión.
Si algún dato merece ser puesto de manifiesto, es el interés del obispado y de otras administraciones e instituciones en el cuidado del patrimonio. Se han llevado a cabo 55 proyectos de restauración en bienes muebles e inmuebles de la diócesis, para lo que cada año aumenta la partida económica. Todo ello gracias, además, al compromiso de tantas personas que siguen colaborando para mantener el vasto patrimonio religioso en la provincia.
Como siempre, la actividad caritativa y asistencial es las que más recursos necesita a causa de las diferentes crisis económicas y sociales que nos azotan actualmente. 26.690 personas han sido ayudadas por la diócesis desde Cáritas en las distintas parroquias o en proyectos de cooperación al desarrollo. Mayores, enfermos crónicos, personas con discapacidad, emigrantes, refugiados, familias, hombres y mujeres, muchos de ellos en paro, son atendidos por los 480 voluntarios que entregan su tiempo para ayudar a los demás. Desde Manos Unidas han sido atendidas otras 8.615 personas.
Balance económico
Para llevar a cabo todas estas iniciativas es necesario contar con recursos, por lo que se pide participación y colaboración. La Iglesia cuenta con sus propios ingresos, que son los que los cristianos y otras personas que confían en su gestión aportan generosamente. Aparte de estas aportaciones, puede recibir ayudas o subvenciones para proyectos concretos, los ya referidos para la rehabilitación del patrimonio y para obras asistenciales. El presupuesto diocesano supera los diecisiete millones y medio de euros.
El obispado, además, genera en muchos de sus proyectos y actividades puestos de trabajo y está comprometido con la inserción laboral en sus centros de promoción. Recibe también la parte correspondiente, según un reparto equitativo que distribuye la Conferencia Episcopal del Fondo Común Iterdiocesano, de lo que la Iglesia española percibe gracias a lo que los contribuyentes determinan, marcando la equis en la declaración de la renta cada año, por la que se destina un 0,7 % de su cuota íntegra del IRPF. La Iglesia anima a marcar las dos equis, tanto la de la ayuda a la propia institución eclesial como la de la casilla de fines sociales.
Por todo ello, con el convencimiento de que la misión merece la pena, se celebra esta jornada que en este año, orgullosos de nuestra fe, nos invita a reconocer que todos estos datos son motivo de gratitud y alegría.