29 ABRIL - II MARTES DE PASCUA

 

 

Texto bíblico

 

 “El grupo de los creyentes tenía un solo corazón y una sola alma: nadie llamaba suyo propio nada de lo que tenía, pues lo poseían todo en común. Los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús con mucho valor. Y se los miraba a todos con mucho agrado. Entre ellos no había necesitados, pues los que poseían tierras o casas las vendían, traían el dinero de lo vendido y lo ponían a los pies de los apóstoles; luego se distribuía a cada uno según lo que necesitaba” (Act 4, 32-35).

 

Comentario

 

El texto que se proclama hoy es un referente esencial, tanto para los fieles cristianos, como para quienes viven consagrados. Desde el comienzo la comunidad de los creyentes fue solidaria para con los pobres y admiraba a sus contemporáneos.

 

Durante los tres primeros siglos ser creyente significaba asumir el riesgo del martirio a la vez que vivir de forma fraterna y comprometida para que no hubiera nadie con necesidad.

 

A pesar del riesgo que corrían los discípulos de Jesús, no cedieron en su testimonio, y lo daban con mucho valor, arriesgando su vida. Para nosotros esta referencia será siempre un ejemplo que debe espolear nuestra identidad cristiana.

 

 

Propuesta

 

Ten un gesto solidario.

 

 

 

 

 

 

 

 

Propuesta

 

Trata con el Resucitado en la Eucaristía.

 

 

 

 

 

 
 
 

Domingo de la Divina Misericordia

 

 

Queridos hermanos en el Señor: Os deseo gracia y paz.

San Juan Pablo II afirmó el 30 de abril de 2000, al canonizar a santa Faustina Kowalska: «es importante que acojamos íntegramente el mensaje que nos transmite la palabra de Dios en este segundo domingo de Pascua, que a partir de ahora en toda la Iglesia se designará con el nombre de "domingo de la Misericordia divina"».

Santa Faustina, escondida en su convento de Lagiewniki, en Cracovia, hizo de su existencia un canto a la misericordia. Un texto clave del Antiguo Testamento proclama: “Señor, Señor, Dios compasivo y misericordioso, lento a la ira y rico en clemencia y en lealtad” (Ex 34,6). El Salmo 136 (135) repite 26 veces: «porque es eterna su misericordia».

San Juan Pablo II encontró sintetizado y nuevamente interpretado para nuestro tiempo todo el misterio de la redención en la palabra “misericordia”. Benedicto XVI escribió sobre san Juan Pablo II: «Vivió bajo dos regímenes dictatoriales y, en contacto con la pobreza, la necesidad y la violencia, experimentó profundamente el poder de las tinieblas, que amenaza al mundo también en nuestro tiempo. Pero también experimentó, con la misma intensidad, la presencia de Dios que se opone a todas estas fuerzas con su poder totalmente diverso y divino: con el poder de la misericordia» (Homilía, 15 abril 2007).

La misericordia es el núcleo central del mensaje evangélico. El amor de misericordia ilumina el rostro de la Iglesia y se manifiesta en su vida y en su misión.

El Papa Francisco escribió en la bula Misericordiae vultus: «La misericordia es la viga maestra que sostiene la vida de la Iglesia. Todo en su acción pastoral debería estar revestido por la ternura con la que se dirige a los creyentes; nada en su anuncio y en su testimonio hacia el mundo puede carecer de misericordia. La credibilidad de la Iglesia pasa a través del camino del amor misericordioso y compasivo. La Iglesia "vive un deseo inagotable de brindar misericordia"» (MV 10).

En aquella bula, el Papa Francisco recordó a santa Faustina Kowalska con estas palabras: «Ella que fue llamada a entrar en las profundidades de la divina misericordia, interceda por nosotros y nos obtenga vivir y caminar siempre en el perdón de Dios y en la inquebrantable confianza en su amor» (MV 24).

El Papa también invocó a la Virgen María, Madre de la misericordia: «Elegida para ser la Madre del Hijo de Dios, María estuvo preparada desde siempre por el amor del Padre para ser Arca de la Alianza entre Dios y los hombres. Custodió en su corazón la divina misericordia en perfecta sintonía con su Hijo Jesús » (MV 24).

Recibid mi cordial saludo y mi bendición

 

Mensaje de condolencia de monseñor Julián Ruiz por el fallecimiento del papa Francisco

Damos gracias a Dios por la vida y la misión del Papa Francisco. Oramos para que el Señor le acoja en el abrazo de su eterna misericordia.

El 13 de marzo de 2013 saludábamos al Papa Francisco como nuevo Sucesor de Pedro. Desde el primer momento nos impresionó su sencillez. A lo largo de estos años, ha realizado muchos gestos conmovedores de cercanía. Su predicación siempre ha estado marcada por la proximidad, no exenta de hondura. Sus viajes apostólicos le han llevado a poblaciones muy significativas.

La fe, la alegría, la misericordia, la esperanza, la preocupación por las familias, el camino sinodal, que significa caminar juntos en corresponsabilidad diferenciada, el diálogo y el discernimiento han sido aspectos fundamentales en su magisterio.

En todas las ocasiones en que he tenido ocasión de saludarle personalmente, se ha mostrado siempre cordial, afable y espontáneo.   

Jesucristo Resucitado orienta nuestra mirada para que el ejemplo del Papa Francisco nos ayude a anunciar con alegría el Evangelio y a trabajar con generosidad al servicio de los más necesitados.

Que la Virgen María, Madre de la Esperanza, le lleve de la mano al encuentro del Amor definitivo.

 

+ Julián Ruiz Martorell

Obispo de Sigüenza-Guadalajara

Una vez conocido que el funeral del Papa Francisco en el Vaticano será el sábado 26, a las 10 de la mañana, en el atrio de la basílica de San Pedro, se han fijado las dos ceremonias funerales oficiales que habrá en la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara. El 30 de abril, a las 7 de la tarde, se celebrará en la concatedral de Guadalajara la primera eucaristía funeral. Y al día siguiente, 1 de mayo, será la segunda en la catedral de Sigüenza, también a las 7 de la tarde. Como es propio, ambas las presidirá monseñor Julián Ruiz Martorell.

 

Damos gracias a Dios por la vida y la misión del Papa Francisco. Oramos para que el Señor le acoja en el abrazo de su eterna misericordia.

El 13 de marzo de 2013 saludábamos al Papa Francisco como nuevo Sucesor de Pedro. Desde el primer momento nos impresionó su sencillez. A lo largo de estos años, ha realizado muchos gestos conmovedores de cercanía. Su predicación siempre ha estado marcada por la proximidad, no exenta de hondura. Sus viajes apostólicos le han llevado a poblaciones muy significativas.

La fe, la alegría, la misericordia, la esperanza, la preocupación por las familias, el camino sinodal, que significa caminar juntos en corresponsabilidad diferenciada, el diálogo y el discernimiento han sido aspectos fundamentales en su magisterio.

En todas las ocasiones en que he tenido ocasión de saludarle personalmente, se ha mostrado siempre cordial, afable y espontáneo.   

Jesucristo Resucitado orienta nuestra mirada para que el ejemplo del Papa Francisco nos ayude a anunciar con alegría el Evangelio y a trabajar con generosidad al servicio de los más necesitados.

Que la Virgen María, Madre de la Esperanza, le lleve de la mano al encuentro del Amor definitivo.

Guadalajara, 21 abril 2025

+ Julián Ruiz Martorell

Obispo de Sigüenza-Guadalajara

 

En la sede del obispado en Guadalajara se ha instalado un libro de condolencias con motivo de la muerte del Papa Francisco.

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