El día 2 de abril de 2011, acompañado por el cariño y la oración de muchos diocesanos, familiares y amigos, tomaba posesión de la diócesis de Sigüenza-Guadalajara en la catedral de Sigüenza. Hoy, día 31 de octubre, el Santo Padre ha considerado oportuno aceptarme la renuncia al servicio de la diócesis que le había presentado el día 1 de octubre de 2021, de acuerdo con las normas del Código de Derecho Canónico.
En estos momentos, siento la necesidad de dar gracias a Dios porque me ha acompañado con su amor y su gracia en las distintas responsabilidades que me fueron confiadas a lo largo de la vida, pero, de un modo especial, por las experiencias humanas y espirituales vividas durante estos doce últimos años en la querida diócesis de Sigüenza-Guadalajara. Con muchos de vosotros, he compartido alegrías y esperanzas, sufrimientos y gozos en el servicio al Evangelio. Entenderéis, por tanto, que, aunque esperaba con paz el relevo en el servicio pastoral a la diócesis, mi corazón experimente en estos momentos un cierto desgarro por lo vivido, compartido y celebrado con vosotros.
Además de darle gracias a Dios por su infinita misericordia para conmigo, quisiera también expresar mi sincera gratitud y afecto a todos los diocesanos, creyentes o no creyentes, por haber hecho muy fácil y gozosa mi estancia en esta bendita tierra y por haber colaborado conmigo en la misión evangelizadora de la Iglesia. A los sacerdotes, consagrados, fieles laicos y monjas de clausura mi reconocimiento y gratitud por vuestras oraciones, disponibilidad y servicio. Os pido perdón por las actitudes y comportamientos, con los que haya podio ofenderos o molestaros, y os ruego que no dejéis de orar por mí para que viva con fidelidad al Señor durante esta última etapa de mi vida.
Al mismo tiempo que os informo de la aceptación de mi renuncia al servicio de la diócesis por parte del Santo Padre, quisiera presentaros, aunque sea brevemente, al nuevo Obispo elegido para guiar la diócesis de Sigüenza-Guadalajara. Don Julián Ruiz Martorell, nacido en Cuenca, formado en la diócesis de Zaragoza y, en la actualidad, obispo de Huesca y Jaca, será el pastor, compañero, hermano y amigo, invitado por el Señor para orientar durante los próximos años la misión evangelizadora de la diócesis.
Nombrado obispo de las diócesis de Huesca y Jaca, el día 30 de diciembre de 2010, Don Julián posee una magnífica formación intelectual, espiritual y pastoral. Como nosotros, ha tenido que afrontar durante estos años las dificultades para la atención pastoral de las zonas rurales de sus diócesis, y, con los obispos de Aragón, ha buscado caminos para una nueva orientación de la pastoral rural. Esta experiencia será de mucha utilidad para orientar el servicio pastoral en nuestra diócesis.
Don Julián es un pastor según el corazón de Cristo. Se sabe enviado por el Señor y viene dispuesto a servir pastoralmente a todos los diocesanos, imitando la entrega y la generosidad del Buen Pastor. Conociendo bien la calidad humana y espiritual de los sacerdotes, consagrados y cristianos laicos de la diócesis de Sigüenza-Guadalajara, solo me queda pediros que acojáis al nuevo Obispo con el mismo cariño, disponibilidad y afecto que habéis mostrado hacia mí. En nombre de todos los diocesanos, haré llegar a Don Julián la más cordial felicitación por este nombramiento, así como la promesa de nuestra oración por el fruto espiritual de su ministerio entre nosotros.
+Atilano Rodríguez, Obispo de Sigüenza-Guadalajara