Por Comunidad de la Madre de Dios

(Buenafuente del Sistal)

 

Queridísimos amigos: Al de final de Adviento, queremos acercarnos a María, Madre de la Esperanza, la que ha escuchado la Palabra de Dios y le ha dado crédito: “He aquí la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra” (Lc 1, 38). Acojamos a María, Nuestra Madre, en nuestra casa, en nuestro corazón. Ella es la mujer del Adviento, ha vivido “a la espera”. Escuchemos con ella, a Jesus en la cruz: “Mujer, ahí tienes a tu hijo. Luego dice al discípulo: Ahí tienes a tu madre. Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa” (Jn 19, 26b-27). Aprendamos con ella a recibir a su Hijo. María escucha el anuncio del arcángel Gabriel con sencillez, no se da importancia a sí misma; lo primero que hace es pensar en su prima Isabel, y recorre un largo camino, sola, para ayudarla. Con José no busca explicaciones ni se justifica, espera, y el Señor habla en sueños a José. Cuando se acerca el momento del parto, sigue con su vida ordinaria y viaja hasta Belén. El final de la historia lo conocemos. María es la humilde de Nazaret. Recibamos esta tarde a María en nuestro corazón, o como decía Madre Teresita: “Yo vivo en el corazón de la Virgen”. Necesitamos a María, nuestra Madre, para dejarnos hacer pequeños, humildes y sencillos. Para esperar y recibir a nuestro Redentor, al Rey de Reyes, que nacerá en las afueras de un pueblo, lo recostarán en un pesebre y lo calentarán un buey y una mula.

Este año, para desearos a todos una Feliz Navidad, hemos escogido una talla en madera de olivo del Niño Jesús, hecha por una cooperativa de cristianos de Tierra Santa. La talla llegó a nuestra casa pidiendo acogida; estaba a punto de regresar al taller artesano que la vio nacer. Esta imagen del Niño Jesús, nos hace presentes a tantos anawin, pobres de Yahveh, que hoy sobreviven por toda la faz de la tierra: cristianos perseguidos, víctimas de la guerra, del integrismo…etc. Víctimas de nuestra avaricia y egoísmo.

Acompañamos la imagen del Niño Jesús con una frase de Casimiro Morcillo, que fue arzobispo de Madrid y con la que hemos titulado esta reflexión. Que nos ayude a esperar a Jesús, a vivir una Feliz Navidad y un santo año 2017. Os lo deseamos de corazón la Madre Abadesa y la Comunidad.

 

  

Unidos en adoración a Nuestro Salvador,

vuestras hermanas de Buenafuente del Sistal                         

Agustín Bugeda Sanz

(vicario general)

 

Queridos amigos:

El próximo domingo ya es Navidad. Navidad es unos de los momentos más entrañables e íntimos de todo el año. Uno de los momentos a la vez más bulliciosos y externos del año. Ojalá sepamos combinar bien esta paradoja para vivir la auténtica Navidad.

Jesús nació en lo sencillo, en lo pequeño. Escogió la humilde esclava del Señor y el honrado trabajador de Nazaret para venir a este mundo en un pueblo pequeñísimo. Se manifestó a los pastores, a los limpios de corazón, a los que vivían en la búsqueda sincera de la verdad y en la pobreza de lo cotidiano.

En esta lógica, si Jesús vino a nosotros a través de gestos sencillos, también nosotros podemos acercarnos a Él a través de lo pequeño y casi de lo inapreciable.

De ahí que aprovechemos estos gozosos días navideños para vivir con intensidad cada gesto sencillo, cada encuentro cotidiano, cada pequeña felicitación, cada detalle… como medios e instrumentos para el encuentro con el Señor, para el encuentro con Enmanuel, Dios con nosotros.

De esta manera lo bullicioso, lo externo, los mil gestos navideños… serán cauce para entrar más adentro. La Navidad de las luces y de las calles será expresión de la Navidad del corazón y de la intimidad de la oración, y a la vez nos invitará a entrar más adentro, a vivir en lo esencial que nos trae Jesús.

Dios se hace hombre asumiendo nuestra condición humana y desde entonces el hombre es Hijo de Dios, hijo en el Hijo y el ser humano adquiere categorías de divino.

Os felicito amigos lectores la Navidad con los deseos del Papa esta mañana. Quiero que sus palabras finales e improvisadas en el Ángelus sean las que queden en nuestra mente y corazón para estos días previos a la celebración navideña: “En esta semana tratemos de encontrar algún momento para detenerlos, hacer un poco de silencio, e imaginar a la Virgen y a san José que están yendo hacia Belén: el camino, el cansancio, pero también la gloria, la conmoción, como el ansia por poder encontrar un lugar, la preocupación…, etc. En esto nos ayuda mucho el pesebre. Busquemos entrar en la verdadera Navidad, la de Jesús, para recibir la gracia de esta fiesta, que es una gracia de amor, de humildad y de ternura”.

Feliz y Santa Navidad para todos

Por Jesús Montejano

(Delegación de Piedad Popular)

 

 

Los cristianos vivimos la virtud de la esperanza, de manera especial en este tiempo de Adviento.

Esta virtud la vivió de manera extraordinaria nuestra Madre, María.

Ella encarna la esperanza del pueblo de Israel, la esperanza de todos los cristianos.

Esperanza que supone aceptar los planes que Dios tiene para el mundo, para la Iglesia y para cada uno de nosotros.

El papa Francisco nos decía en la catequesis del 7 de diciembre, que “El cristiano necesita hacerse pequeño para este mundo, como lo fueron los personajes del Evangelio de la infancia: María y José, Zacarías e Isabel, o los pastores. Eran insignificantes para los grandes y poderosos de entonces, pero sus vidas estaban llenas de esperanza, abiertas a la consolación de Dios”

Esperanza y humildad van de la mano. Así lo podemos contemplar en María, que reconociendo “la humillación de su esclava”, vive con gran esperanza el nacimiento del Salvador, Jesucristo.

El rito hispano-mozárabe señaló el día 18 de diciembre como fiesta de la Virgen de la Esperanza o Santa María de la O, por coincidir con el inicio de las antífonas mayores del rezo de vísperas que se cantan del 17 al 23 de diciembre y que comienzan con la O (Sabiduría, Señor poderoso, Raíz, Llave, Oriente-Sol, Rey, Emmanuel).

En nuestra diócesis, la Ilustre y Fervorosa Hermandad y Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús de la Salud y María Santísima de la Esperanza Macarena guarda la bella imagen de María en la Iglesia de Santiago de Guadalajara (www.macarenaysalud.com).

Nos ponemos en las manos de María para que nos haga partícipes de sus mismos sentimientos en estos días que ella vivió tan intensamente, antes del nacimiento del Señor.

Que la Alegría de Belén esté presente en nuestros corazones y en nuestras familias, parroquias y cofradías-hermandades.


Por Javier Bravo

(Delegación de Medios de Comunicación Social)

 

En el artículo de este mes me gustaría centrarme en algunos aspectos que deberíamos tener en cuenta a la hora de crear nuestra web parroquial para evangelizar desde ella. Tu sitio web es la versión digital de tu iglesia. 

Una parroquia no es un centro comercial, pero es bueno que sean públicos los servicios que da, las ofertas que tiene: horarios (de misa, confesiones, despacho, catequesis, reuniones, etc.), grupos, diferentes actividades, celebraciones… Por eso creo que sería conveniente poner un calendario e ir actualizándolo; no es cuestión de hacerlo a diario pero sí semanalmente. 

Un buen número de las personas que asisten a la parroquia tiene Facebook, Twitter, Tuenti y demás redes sociales. Si ellos están allí, ¿por qué la parroquia no? Deberíamos crear un perfil en las redes sociales. Es fácil crear una página en Facebook o una cuenta en Twitter e ir informando ahí de las noticias parroquiales. Se pueden compartir testimonios, recursos, lecturas interesantes, vídeos, canciones, etc. Tampoco es necesario estar en todas, pero sí en alguna. 

Se habla y mucho de la corresponsabilidad entre la parroquia y la diócesis. Siempre he creído en la importancia de la diócesis en la vida diaria de la parroquia. Por eso, a parte de las actividades parroquiales, es necesario también que se fomenten las actividades diocesanas, de las diferentes delegaciones de catequesis, familia, juventud o enseñanza; así como dar voz al obispo publicando en la web sus cartas, homilías…. 

Lo bueno de internet es que las puertas están abiertas, nunca cierra. Si la parroquia está cerrada podemos seguir desde ahí la información, podemos seguir en la red evangelizando.   

Quizá haya gente que por distintas circunstancias no pueden acercarse a la parroquia. Por eso, debe existir una sección de contacto con la dirección y el teléfono y un correo electrónico al que poder enviar sugerencias, opiniones o peticiones…. 

Vivimos en una sociedad audiovisual en la que la imagen es sumamente importante; de ahí la importancia de compartir: noticias, enlaces, fotos, vídeos, archivos mp3…. Lo que nosotros subimos a la red o nos llega puede ser beneficioso también para otros. “Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis”. 

Debemos contagiar, nuestra página debe ser atractiva y clara. Si los feligreses de la parroquia se encuentran cómodos con la página web y la ven atractiva, no dudarán en reenviar el enlace a otras personas. En las redes sociales esto es más fácil porque aparece el mensaje de “A María le gusta esto”. La curiosidad hará que, al menos, algunos de sus amigos vean la página en Facebook de la parroquia. 

Como ves, no es tan complicado. Solamente hace falta voluntad y tiempo. Seguramente hay mucha gente válida en las parroquias que quizá pueda dar algo de tiempo al día para actualizar, enviar, avisar…

Por Alfonso Olmos

(director de la Oficina de Información)

 

 

Es muy común que en estos días de fiesta, en el puente de la Inmaculada, en muchos hogares se emplee un tiempo oportuno para colocar adornos navideños. Nuestra fe cristiana nos invita a no olvidar la tradición iniciada por San Francisco hace casi 800 años. En 1223, el santo de Asís pidió permiso al Papa Honorio III para representar la imagen del nacimiento de Jesús. Aunque todavía no se le pueda considerar un Nacimiento como los que hoy conocemos, porque parece ser que solo se representó el Misterio, ese es el origen del belén en las casas.

De esta forma San Francisco, de forma plástica, pudo explicar el sentido de la Navidad a muchas personas que no sabían leer ni escribir, y el mensaje se pudo difundir, desde la sencillez de unas imágenes, por todo el mundo en las viviendas de los cristianos. Más adelante sería el Concilio de Trento el que impulsó esta instalación del belén en las casas.

En la actualidad muchas asociaciones de belenistas, y otros grupos sociales y religiosos, programan actividades diversas para que no se pierda la cultura y la tradición del montaje del belén navideño en diversos lugares, como establecimientos comerciales, instituciones, en las calles o plazas, en las parroquias y también en los domicilios.

Contrasta con toda esta trayectoria de fe la corriente laicista de los ideólogos de los últimos tiempos que, queriendo imponer el pensamiento único, son irrespetuosos con una tradición entrañable y totalmente inofensiva. Sucede que estas ideologías se han introducido de tal forma en tantas instancias públicas o privadas que van acabando, poco a poco, con estas expresiones tan típicas, propias y arraigadas en nuestro pueblo.

En estos días la Diócesis de Ávila ha puesto en marcha una campaña con el lema "Yo pongo el Belén", animando a todos aquellos que lo deseen las fotos de sus belenes a Facebook y Twiter con la etiqueta #YoPongoElBelén. De esta forma, entre todos, podemos fomentar y mantener vivo el espíritu que quiso potenciar San Francisco en los orígenes de esta tradición, mostrando la humildad de aquel a quien reconocemos como Hijo de Dios y Salvador.

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