Por José Ramón Díaz-Torremocha

(de las Conferencias de San Vicente de Paúl en Guadalajara)

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Tengo una amiga, buenísima persona, que se niega a dar las gracias si ella tiene “derecho” a la cesión que le hace un tercero. Por ejemplo a un conductor en un paso de peatones e incluso se pone un poco de mal humor si se le sugiere que lo haga a la vez que dice con cierto enfado: ¡tienen obligación y no hay que darlas! 

Esa amiga, buenísima persona repito, está convencida de la bondad y razón que le asiste en lo que defiende. ¿Tiene razón? ¿Debemos o no dar las gracias cuando, alguna persona, nos facilita cualquier servicio ya sea asunto de obligación “legal” o no? Avanzo que estoy firmemente convencido de que debemos hacerlo. 

Si hablamos del Código de la Circulación, tiene la razón mi amiga, sin la menor duda. Pero y ¿en el Código que nos hemos dado de buena educación para poder convivir y partiendo siempre en esas reglas de lo que nos enseñó Aquel a quien decimos que queremos servir?  Aquel que lavó los pies de sus colaboradores sin la menor obligación y más bien reprendiendo a quién no quería ceder a que se los lavara. (Pedro le dice: «No me lavarás los pies jamás». Jesús le contestó: «Si no te lavo, no tienes parte conmigo») (Juan 13,8) 

Seguro que Pedro y el resto de los discípulos, de alguna manera, aunque el Evangelio no lo recoja, darían las gracias a Jesús en medio de su asombro ante la visión del Maestro lavándoles y de acuerdo con mi buenísima amiga, no tendrían la menor obligación pues era una imposición de Jesús. 

Dar las gracias, con frecuencia es una prueba de amor y de consideración hacia el otro. Me he parado cerca de un semáforo en alguna ocasión para observar. Recomiendo el pequeño experimento. Hay que ver las caras de agradecimiento de tantos conductores, cuando un peatón levanta una mano, en pequeño gesto de agradecimiento, a pesar de estar obligado el coche a parar. También tenemos la obligación, todos, de hacer un mundo más amable. ¡Hagámoslo! Seguro que daremos una pequeña alegría a Aquel que nos regaló la Salvación. 

Con Cristo a través de María

 

José Ramón Díaz-Torremocha

de las Conferencias de San Vicente

Guadalajara, España

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Please find below the text in english

 

Thanking

 

A friend of mine, an extremely good person, refuses to say thank you when she is "entitled" to the service provided by a third party. For example to a driver in a pedestrian crossing, and she even gets a bit moody if you suggest her to do so while she says with a certain anger: they are obliged to stop and there is no need to thank them! 

This friend, a very good person I insist, is convinced of being kind and right about what she claims. Is she right? Should we or should we not say thank you when, someone provides us with any service whether it is a matter of "legal" obligation or not? I anticipate that I am firmly convinced that we should. 

If we talk about the Traffic Regulations, my friend is undoubtedly right. However, what about the Code of good education that we have assumed in order to coexist, which is based on the rules taught to us by the One we wish to serve? 

He who washed the feet of his companions without having the slightest obligation and even rebuking those who did not accept Him to wash them. (Peter says to him, "You shall never wash my feet." Jesus answered to him, "If I do not wash you, you can have no share with me" (John 13:8) 

It is sure that Peter and the rest of the disciples, even if the Gospel does not state it, would somehow thank Jesus in the midst of their astonishment at the vision of the Master washing them. According to my very good friend, they would have no obligation because it was an imposition of Jesus. 

Thanking is often a token of love and consideration for our neighbour. Sometimes, I have stopped near a traffic light to observe. I recommend this little experiment. It is worth seeing the expression of gratitude in the faces of so many drivers, when a pedestrian raises a hand as a small gesture of thanks, despite the fact that the car is obliged to stop. Furthermore, we all have the obligation to make a kinder world. Let us do it! I am sure that we will offer some joy to the One who gave us the Salvation. 

With Christ through Mary

 

José Ramón Díaz-Torremocha

Conferences of Saint Vincent

Guadalajara, Spain

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Français

 

Savoir dire merci

J’ai une amie, très gentille personne, qui refuse catégoriquement de dire merci quand quelqu’un lui concède quelque chose à laquelle elle a droit par principe. Par exemple, à un conducteur s’arrêtant à un passage piéton, et même, ça la met un peu de mauvaise humeur si on lui suggère un merci, disant avec une certaine colère : “Ils en ont l’obligation, et il n’y a rien à remercier”. 

Cette amie, encore une fois, très gentille, reste convaincue du bon sens et de la bonne raison de ses arguments. Est-elle dans le vrai? Doit-on oui ou non dire merci, quand une personne nous rend un quelconque service, que ce soit une obligation légale ou pas? J’admets que je suis fermement convaincu qu’il faut le faire. 

Si nous prenons comme exemple le Code de la Circulation, mon amie a sans doute raison. Mais, et s’il s’agit du Code de bonne éducation que nous avons construit pour vivre ensemble, et de ces règles que nous a enseignées Celui  que nous prètendons servir? Celui qui lava les pieds de ses compagnons sans la moindre obligation, et de plus, sermonant ceux qui s’y refusaient.

(Pierre lui dit . “Tu ne me laveras jamais les pieds”. Jésus répondit :” Si je ne le fais pas, tu n’auras rien à faire avec moi) (Jean 13,8) 

C’est sûr que Pierre et le reste des disciples, d’une certaine manière, et même si l’Evangile n’en fait pas état, remercièrent Jésus devant l’étonnante scène du Maître leur lavant les pieds, et donc selon ma bonne amie, ils n’en avaient pas la moindre obligation puisque c’est Jésus lui-même qui le leur imposait. 

Dire merci, c’est souvent une preuve d’amour et de considération envers l’autre. Je me suis arrêté parfois à un feu rouge, en observateur. Je vous invite à cette petite expérience. Il faut voir les visages si reconnaissants de tant de conducteurs, quand un piéton lève la main dans un geste de remerciements, même si le conducteur a l’obligation de s’arrêter. Nous avons aussi l’obligation, tous, de rendre le monde plus aimable. Faisons-le! Nous mettrons ainsi un peu de joie dans le coeur de Celui qui nous fit cadeau du Salut de notre âme. 

Prions le Christ par l’Intercession de la Vierge Marie.

 

José Ramón Díaz-Torremocha

des Conférences de Saint Vincent de Paul

Guadalajara, España

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Por Ángel Moreno

(de Buenafuente)

 

 

Texto evangélico:

 

“Una espada te traspasará el alma”, le dijo el anciano Simeón a la Virgen María cuando fue con San José a presentar al Niño Jesús en el templo (Lucas 2,35). 

“¿Qué significa aquí la espada? ¿El dolor? ¿La muerte? ¿la duda? ¿La infidelidad? ¿La lengua de los malvados? ¿El juicio divino? ¿La palabra de Dios? No está claro. Alfonso Simón propone una nueva traducción del texto que aportaría sentido. Que el texto en griego es extraño y confuso lo admiten muchos autores. Es algo especialmente raro porque el autor es el evangelista Lucas, que era griego y pensaba y escribía en griego. Y, sin embargo, en este capítulo de su evangelio -y no en otros- aparecen muchos detalles que hacen pensar que estaba traduciendo un texto del hebreo o arameo, lenguas semíticas, muy distintas al griego. La tesis de Alfonso Simón es que alguien puso por escrito esa escena en lengua semítica, y luego Lucas la incorporó traduciendo al griego. Y cuando se intenta reconstruir usando el hebreo, arameo o siríaco, muchas cosas pasan a tener sentido. 

La lectura que hizo San Efrén… que era semita, parece que siguiendo el texto del siglo II- no escribe “una espada te atravesará el corazón” sino “tú apartarás la espada”. ¿A qué se refiere? Él mismo lo explica: “Esa espada, que cerraba el paso al paraíso a causa de Eva, ha sido apartada por María”. Tenemos un texto de San Efrén comentando esta escena en siríaco y otro en armenio. Y en ambas versiones queda claro que es María quien actúa sobre la espada, no la espada sobre María. 

Otra interpretación, encabezada por San Agustín, fue la que ganó más popularidad, y también entre el pueblo llano. La ‘espada’ sería simplemente el dolor humano de una madre que ve sufrir a su hijo (en España muchas imágenes de la Virgen Dolorosa lo expresan con el corazón atravesado por 7 puñales). “Con esa espada del afecto doloroso fue traspasada el alma maternal” (San Agustín en su Epístola 39. 

La nueva traducción: “Ella aparta la espada” la propone Alfonso Simón: “Y Simeón dijo a María, su madre: ‘he aquí que este va a ser caída y mantenimiento de muchos en Israel, y bandera combatida. Y en cuanto a ti, tú harás pasar [en el sentido de “apartarás”] la espada cuando se manifiesten los [malos] pensamientos de muchos corazones”. “A causa de la primera Eva, las puertas de la salvación fueron cerradas a la humanidad pecadora; ahora, con la llegada de la nueva Eva, la madre de Jesús, en quien los ojos cansados de Simeón han visto la salvación, esas puertas han sido abiertas de nuevo y de manera definitiva. En el hijo de María ha llegado la luz a las naciones y el poder de las tinieblas ha sido vencido”. 

“La Virgen María ha sido llamada bienaventurada por todas las generaciones, comenzando por aquella primera generación indicada de modo expresivo en el ‘ahora’ que se lee en el Magníficat. La madre de Jesús personifica el verdadero Israel, que en ella queda convertido en Iglesia, y tal identificación, que sobre todos se descubre en Lc 2,35a, ‘no es exactamente una idea piadosa de ciertos teólogos tardíos’, sino que, por el contrario, ‘es un elemento de la tradición más primitiva'” (J. Bligh). 

En el prólogo del libro que comentamos explica el obispo de Segovia, César Franco: “las extrañezas del texto griego desaparecen cuando se iluminan desde una perspectiva ya latente en la tradición que no daña la fe de la Iglesia ni sobre María ni se opone a considerar su participación en la cruz de Cristo, sino todo lo contrario: es su inserción en el misterio de Cristo lo que da el justo relieve al papel de María en la historia de la salvación, porque gracias a ella, con los cansados ojos de Simeón, hemos visto la luz y la gloria del Salvador del mundo”. 

https://www.religionenlibertad.com/cultura/494859147/Que-dice-de-verdad-la-profecia-de-la-espada-de-Maria-Una-nueva-traduccion-con-un-sentido-asombroso.html

El jueves 18 de junio y ya en la recta final del confinamiento ocasionado por la pandemia del COVID 19, que se ha vivido en esta catedral como ahora se relata

 

Por Jesús de las Heras Muela

(Periodista y sacerdote. Deán de la catedral de Sigüenza)

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Aunque su fecha litúrgica exacta es el 19 de junio, al ser este año ese día la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús, la también solemnidad litúrgica diocesana del aniversario de la consagración o dedicación de la catedral se adelanta al jueves día 18. La correspondiente misa solemne en la capilla mayor de la catedral de Sigüenza es a las 11 horas del citado jueves 18 de junio.

Fue el 19 de junio de 1169 –hace 851 años- cuando la catedral de Sigüenza fue consagrada. La efeméride fue celebrada con un exitoso año jubilar del 19 de junio de 2018 al 19 de junio de 2019.

 

Sin culto público abierto durante casi dos meses 

Durante estos tres meses del estado de alarma ocasionado por la pandemia del coronavirus (COVID 19), hubo de ajustar la vida, actividades y celebración de la eucaristía en la catedral a las disposiciones legales. El Real Decreto Ley de Estado de Alarma del 15 de marzo de 2020 no prohibió la celebración de la eucaristía ni obligó al cierre de los templos, tal y como se recogía en su artículo 11, disponiendo, eso sí, limitaciones y restricciones en su aforo y en la distancia entre personas. Sin embargo, la prohibición de la libre movilidad dificultó el ejercicio de esta posibilidad, produciendo un vacío legal no fácil de interpretar y de secundar, sobre todo para los fieles.

El obispo diocesano dispensó a los fieles del precepto dominical mediante decreto del 13 de marzo de 2020 y dos días más, en la tarde del domingo día 15, canceló las misas públicas, aunque permitió la apertura de los templos (petición también realizada por el Papa Francisco) y la posibilidad de la celebración de la eucaristía con un pequeño grupo de fieles.

Por ello, la catedral de Sigüenza, en la iglesia de San Pedro, donde la catedral celebra habitualmente su culto desde primeros de noviembre a mitad de junio (la catedral como tal fue cerrada a los turistas a las 18 horas del viernes 13 de marzo y no se volverá a abrir hasta el 1 de julio) acogió misa diaria y dominical, desde estas precarias condiciones, desde el sábado 14 de marzo y hasta el domingo 29 de marzo, ambas fechas inclusive.

 

Misas por Facebook y campaña del Rosario 

Ante el recrudecimiento de la pandemia, la perplejidad y dudas de los fieles que asistían a esta misa, otras razones externas y el hecho de que la Santa Sede determinará que la celebración de la Semana Santa debería ser sin fieles, llevó a la decisión de mantener la misa solo para los sacerdotes, en sus horarios habituales, y también a mantener los toques de campanas habituales en sus mismos horarios.

A partir del viernes 3 de abril y hasta el domingo 31 de mayo, Pentecostés y final del tiempo pascual, la misa capitular fue transmitida en directo por Facebook, incluidos los oficios del triduo pascual.  Y la catedral mantuvo asimismo en las mañanas del Jueves, Viernes y Sábado santos los oficios corales tradicionales de la Liturgia de las Horas.

Igualmente, la catedral secundó y animó una campaña de ámbito nacional para el rezo diario del Rosario. Unas 150 personas de Sigüenza se comprometieron a hacerlo diariamente a una hora determinada; y también gracias al impulso de la catedral, a esta campaña se sumaron personas de Guadalajara, Alcalá de Henares, Huelva, Pamplona, Sevilla y otras localidades.

 

Dos fallecimientos 

Precisamente en el final del oficio divino matinal del sábado santo, día 11 de abril, el deán recibió la urna con las cenizas del hermano capitular Marciano Somolinos de la Vega, deán de esta catedral entre 2009 y 2015 y canónigo de la misma desde 1985 y hasta su muerte (desde octubre de 2017 residía en la Casa Sacerdotal de Guadalajara), y que falleció en Guadalajara el 1 de abril de 2020.

Asimismo, en la noche del domingo 12 al lunes 13 de abril, en la misma Pascua del Señor resucitado, falleció en la Residencia de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados el también sacerdote Daniel Sánchez Domínguez, de 84 años. Fue beneficiado regente de tenor de la catedral de Sigüenza de 1970 a 1982 y de 1982 a 2013, párroco de Santa María de Sigüenza. Sacerdote muy popular, activo y querido en Sigüenza, fue enterrado en el panteón de párrocos del cementerio interparroquial de Sigüenza.

Durante estos tres meses fallecieron asimismo otros tres sacerdotes diocesanos: Florentino López Barra, Antonio Hererra Riofrío y Benigno Alguacil Martínez, muertos los días 13 de abril, 29 de abril y de 5 de mayo, respectivamente, y con 92, 94 y 84 años, también respectivamente. Se aplicó por cada de ellos, igualmente, la santa misa.

 

Campanas, redes sociales y caridad 

Las campanas de la catedral se sumaron a los toques propuestos por la CEE, tanto a la hora del ángelus en los primeros días de la pandemia, como a gloria de resurrección, el domingo de Pascua, día 12 de abril.

Como iniciativa propia del deán, vía WhatsApp, se enviaron decenas de responsos por los difuntos, oraciones con  palabras y sentimiento de ánimo, consuelo, solidaridad y esperanza. Y algunos de estos responsos se han escuchado en cementerios y tanatorios. Igualmente se aplicaron misas por los difuntos de aquellas semanas, según se tenía información de los mismos.

A través de las misas por Facebook, se secundaron iniciativas solidarias de la ciudad de Sigüenza como la campaña auspiciada por la Peña del Atlético de Madrid y, que acompañada por otras muchas peñas e instituciones, ha recaudado 50.000 euros para dotar desde primera hora de equipos de protección sanitaria integral a las residencias de ancianos, comercios, farmacias y centro médico de esta ciudad de apenas 5.000 habitantes. También hemos secundado por estos medios la iniciativa del MotoClub Alto Henares de Sigüenza, que, en colaboración con los comercios de la ciudad, ha recogido cinco toneladas de alimentos  no perecederos para la Cáritas local.

En el terreno de la caridad, la catedral ha recuperado una histórica arca de donativos y piedad, arca de caridad. El arca había recogido ya el 15 de junio 5.100,68 euros, con destino a Cáritas.

A mitad de abril, el deán de la catedral abrió un canal propio en You Tube, con la finalidad transmitir cercanía, ánimo, esperanza, alegría, ganas de vivir y de luchar. Para acompañar a los que peor lo estaban pasando a causa de la pandemia y para redescubrir nuestras razones cristianas para la fe, la esperanza, el amor y la alegría. En todas estas comunicaciones,  sin alusión jamás a cuestiones de naturaleza política y menos aún partidista,  se conjugan estas ideas de fondo, en unos dos minutos máximo como media, adaptándolas al arte, al patrimonio, a la historia y  a la realidad actual de Sigüenza y también a su maravillosa naturaleza. Ya se han publicado y distribuido más de un centenar de estos vídeos.

Asimismo e igualmente en este canal de You Tube y en Facebook, ofrecemos cada cierto tiempo –hasta ahora cinco- pequeños recitales de música de órgano, ejecutada en directo  por el organista de la catedral (Juan Antonio Marco) y desde los órganos de la catedral y en relación con el calendario litúrgico y cristiano.

 

La desescalada y sus fases 

A tenor del plan de desescalada y desconfinamiento decretado por el Gobierno de España,  la catedral reabrió sus puertas al culto público el lunes 11 de mayo de 2020, con un tercio del aforo (unos 92 fieles máxime), descontada la distancia de seguridad. Dos semanas más tarde, Sigüenza entró en la fase 2 de desescalada y nuestros templos podían acoger hasta un 50% del aforo. Y desde el 8 de junio, el 75%, el marcado para la fase 3.

Todavía dentro del estado de alarma (concluirá el domingo 21 de junio), la catedral acogió, en su capilla mayor, tres celebraciones de índole diocesana: jueves 4 de junio, festividad de Jesucristo Sumo y Eterno Sacerdote, con la celebración de la misa Crismal, presidida por el obispo, con la asistencia de 23 sacerdotes y 22 fieles; domingo 13 de junio, solemnidad del Santísimo Cuerpo y Sangre de Cristo,  Corpus Christi, con misa presidida también por el obispo y procesión eucarística breve solo por la girola de la catedral con una custodia distinta; y el jueves 18 de junio, 851 aniversario de la consagración de la catedral, adelantada un día a su fecha (este año, el 19 de junio es la solemnidad del Sagrado Corazón de Jesús), en celebración presidida por el deán. Las tres eucaristías fueron a las 11 horas.

 

La custodia del Corpus 2020 

Este año, en que todo, por las razones conocidas y glosadas, es diferente, la custodia procesional de la catedral de Sigüenza para la fiesta  y procesión del Corpus no fue la bellísima e histórica de 1567 de Gaspar de Guzmán, sino una distinta y llena de simbolismo, que ilustra estas líneas. Además, no tuvo lugar la tradicional procesión por las calles de la ciudad, por razones de seguridad y sanitarias, sino un pequeña procesión por la girola del templo catedralicio y acompañada solo de una veintena de fieles en representación de toda la asamblea y ciudad.

Esta custodia forma parte del patrimonio artístico y religioso de la catedral de Sigüenza. Es poco conocida y está guardada habitualmente en el llamado tesoro. Data de comienzos del siglo XX.

Construida en azófar sobredorado, el maestro orfebre incluyó varias figuras de piezas de plata en su color: en la base cuatro ángeles sentados con una filacteria sobre sus rodillas donde leemos AGNUS DE I(Cordero de Dios, uno de los títulos de Jesucristo), y en la parte alta del astil sobre el nudo un grupo formado por la imagen del Sagrado Corazón de Jesús, acompañado por dos arcángeles que muestran los signos de la Pasión, situado sobre una repisa donde leemos la inscripción: COR JESU SACRATISIMUM MISERERE NOBIS (Corazón de Jesús, ten misericordia de nosotros). En la parte principal o sol formado por rayos luminosos, que brotan del corazón de la custodia, varias piedras preciosas rodean el viril donde se expone la sagrada forma. La Cruz del remate tiene engarzada una piedra roja, signo del amor.

Su historia es muy singular: incautada en los años dolorosos de la Guerra Civil española, fue a parar al Castillo de San Fernando de Figueres (Girona), junto a la frontera con Francia, de donde fue devuelta a nuestra catedral acabada la contienda civil.

Con ella y el Señor Sacramentado en ella expuesto, rezamos por el final de la pandemia, por la reconciliación entre todos los españoles y para que nunca jamás haya guerras de ninguna naturaleza.

La Catedral aún tiene otras dos custodias reseñables: la procesional que, sobre una carroza y bajo un vistoso templete de plata meneses, recorre habitualmente el día del Corpus Christi las calles de la ciudad (ya citada antes); y otra, preciosa también y del año 1917, con una inscripción que recorre los laterales de su base ochavada: Dedican esta custodia Trinidad y Agustina Pérez de Vargas Año de MCMXVII para que el Santísimo Sacramento sea siempre alabado y bendito en la ciudad de Sigüenza.

 

 

PUBLICADO EN NUEVA ALCARRIA el viernes 19 de junio de 2020 

 

 

 

 

 

 

 

 

Jean Tirado

(Conferencias de San Vicente de Paúl de Guadalajara)

 

 

ATENCION: Al finalizar el artículo que sigue en español, está su traducción a los idiomas  inglés y francés Si algún lector deseara que se le enviaran estos artículos directamente a otro consocio o amigo, indíquelo como viene sucediendo a la dirección electrónica Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo. facilitando la dirección electrónica del consocio o amigo. Al igual que aquellos que no quieran seguir recibiéndolos, indíquelo en la misma dirección de correo. Muchas gracias por su atención 

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Aquel día, tomando un café con Vicente, le pregunté cual fue el día más importante de su carrera. Sabía que había ostentado responsabilidades relevantes en grandes grupos, pero que antes de jubilarse colaboró con una gran Institución católica, viajando muchos años con su Presidente General de las Conferencias de San Vicente de Paúl. Tenía seguramente muchas anécdotas que contar, pero este fue su relato como contestación a mi pregunta: 

"Aquel viaje nos llevó a Mozambique para visitar a los consocios de nuestra Sociedad y a las Hijas de la Caridad que acababan de salvar muchas vidas después de unas tremendas inundaciones en Chokwe. Por supuesto me impactó muchísimo la labor de las Hermanas. Pero el día más importante fue a la mañana siguiente. 

Con los consocios de la Sociedad, el Presidente iba a inaugurar en Maputo, la capital, tres puntos de agua ubicados en medio de uno de los más grandes pueblos de chabolas del mundo, donde solo se entra acompañado y "pilotado" por verdaderos amigos de los desfavorecidos que viven allí. Esos amigos que ayudan a gente todavia más pobre que ellos mismos. 

Los puntos de agua consisten en pozos perforados encima de unas capas freáticas y donde una estación de bombeo permite el suministro y control del agua. Como la Sociedad había financiado las tres estaciones de bombeo, era normal aprovechar la visita del Presidente General para inaugurarlas. Normal. Pero lo que más me impactó fueron las explicaciones que nos dieron los consocios sobre la gestión de estos puntos de agua. 

En primer lugar, el suministro de agua, a familias que acudían con bidones y cubos, no iba a resultar gratuito para ellos. Aunque muy pobres, tendrían que pagar un importe simbólico equivalente a un céntimo, para que considerasen el agua como un bien precioso que solo se puede utilizar para primeras necesidades sobre todo en estas regiones de sequía. 

Pero lo que presenciamos el Presidente y yo fue pura "ingeniería" de la Caridad. 

En efecto, según nuestros consocios, en esta área de chabolas, tan pobre, existían un grupo que además de pobre sufría la exclusión : los leprosos. No  podían entrar en el área porque los echaban, a veces usando la violencia. El hospital de la ciudad no podía acogerlos permanentemente y se encontraban totalmente marginados. 

Volviendo a la gestión de los pozos de agua, puesto que había que cobrar un precio simbólico por cada cubo, se necesitaba una persona que se encargara tanto del cobro como del mantenimiento básico del pozo. De ahí la astucia de los consocios, verdadera "ingeniería" de la Caridad, que designaron para los tres pozos, varios leprosos que se turnaban para suministrar el agua. La gente de las chabolas que los había excluido, no tenia mas remedio que tratar con ellos si querian llenar sus cubos. El precio del agua valía mucho más…  que un simple céntimo. 

A la inauguración de los pozos, el Presidente saludó y estrechó la mano de los leprosos y tuve yo también este privilegio. Insisto : un privilegio. 

Fue el día mas importante de mi carrera sin lugar a dudas, porque aquel día estuvo lleno de enseñanzas.

 

Así terminó Vicente su relato que también dejó en mí materia de reflexión profunda sobre el ser humano. 

A Cristo por María, siempre en y con María

 

 

 

 

Le prix d’un seau d’eau 

Ce matin là, alors que je prenais un café avec Vincent, je lui demandais quel fut le jour le plus important de sa carrière. Je savais qu’on lui avait confié des responsabilités intéressantes dans de grands groupes, mais qu’il avait collaboré avant de prendre sa retraite, avec une grande Institution catholique, la Société de St Vincent de Paul, voyageant pendant de nombreuses années avec son Président. Il devait avoir sûrement beaucoup d’anecdotes à partager. Mais en réponse à ma question, voici ce qu’il me raconta: 

“Ce long voyage nous avait conduit au Mozambique pour rendre visite aux confrères de la Société et aux Filles de la Charité qui venaient de sauver de nombreuses vies après les terribles inondations de Chokwe. Bien sûr je fus absolument admiratif devant le travail des Filles de la Charité. Mais le jour le plus important, ce fut le lendemain matin: 

Avec les confrères de la Société, le Président allait inaugurer à Maputo, la capitale,  trois points d’eau situés au beau milieu d’un des bidonvilles les plus grands du monde, où il n’est possible de pénétrer que sous escorte, piloté par de vrais amis des désespérés qui vivent là. Ces amis-là, pauvres, mais qui n’hésitent pas à aider des gens encore plus pauvres qu’eux mêmes. 

Les points d’eau consistent en des puits obtenus par forage au-dessus de nappes phréatiques, où une station de pompage permet la remontée de l’eau et le contrôle de l’approvisionnement. Etant donné que la Société avait financé les trois stations de pompage, il était normal de profiter du voyage du Président pour les inaugurer. Normal. Mais ce qui me surprit le plus, ce fut les explications que nous donnèrent les confrères à propos de l’administration de ces points d’eau. 

Tout d’abord, l’approvisionnement en eau des familles qui se présentaient là avec leur bidon ou leur seau, n’allait pas être gratuit pour eux. Bien que très pauvres, ils devraient payer un montant symbolique équivalent à un centime, pour prendre conscience que l’eau est un bien précieux qui doit être utilisé pour des premières nécessités surtout dans ces régions de sécheresse. 

Mais ce dont nous fûmes témoins le Président et moi par la suite, relève de la pure “ingéniérie de la charité”. 

En effet, selon nos confrères, il existait dans ce bidonville si pauvre, un groupe qui souffrait aussi de la pauvreté, mais qui plus est, de l’exclusion : les lèpreux. Ils ne pouvaient pas entrer dans le bidonville car ils étaient rejettés bien souvent avec violence, et l’hôpital de la ville ne pouvait pas non plus les accueillir en permanence. Ils étaient donc totalement marginalisés. 

Pour en revenir à l’administration des points d’eau, puisqu’il fallait bien encaisser le prix symbolique de chaque seau, on aurait besoin d’une personne qui s’occuperait autant de l’encaissement que de la maintenance routinère du puits. De là, l’idée des confrères, véritable ingéniérie de la charité, de confier cette tâche à différents lépreux qui par plages horaires se tourneraient pour remplir les seaux. Les gens du bidonville qui les avaient exclus seraient bien obligés d’accepter les lépreux s’ils voulaient remplir leur seau. Le seau d’eau prenait alors une valeur beaucoup plus grande… qu’un simple centime. 

Lors de l’inauguration, le Président salua les lépreux en leur donnant une poignée de main encourageante, et j’eus le privilège d’en faire de même. Je dis bien : privilège. 

Le jour le plus important de ma carrière, sans aucun doute, fut celui-là. Il était porteur de tant d’enseignements.” 

 

C’est ainsi que Vincent termina son récit qui devait laisser en moi une formidable matière à réflexion sur l’être humain.

 

 
Jean Tirado

Conférences de San Vicente de Paúl,

Guadalajara, Espagne

 

 

The price of water

 

That day, over a coffee with Vicente, I asked him what the most important day of his career was. I knew that he had held important responsibilities in large groups, but that before retiring he collaborated with a large Catholic Institution, traveling many years with his General President of the Conferences of St. Vincent de Paul. He certainly had many anecdotes to tell, but this was his account as an answer to my question: 

"That trip took us to Mozambique to visit the fellow members of our Society and the Daughters of Charity who had just saved many lives after tremendous flooding in Chokwe. Of course, I was really impressed by the Sisters' work. However, the most important day was the next morning. 

The President, together with the Society’s fellow members, was going to inaugurate in the capital, Maputo, three points of water located in the middle of one of the largest shanty towns in the world, where the entrance is only possible accompanied and "escorted" by the true friends of the disadvantaged living there. Those friends who help people even poorer than themselves. 

Water points consist of wells drilled on phreatic strata, where a pumping station allows water supply and control. As the Society had financed the three pumping stations, it was normal to take advantage of the General President's visit to inaugurate them. It was normal, but what struck me most were the explanations given to us by the fellow members about the management of these water points. 

First, the water supply was not going to be free for the families who came with jerry cans and buckets. Although very poor, they would have to pay a symbolic amount equivalent to a penny, so that they would regard water as a precious good that can only be used for basic needs especially in these drought-stricken regions. 

However, what the President and I witnessed was pure "engineering" of Charity. 

Actually, our fellow members explained to us that this shantytown was so poor that one group, in addition to being poor, suffered from exclusion: the lepers. They could not get into the area because they were kicked out, sometimes using violence. The city hospital could not accommodate them permanently and they were completely marginalized. 

Returning to the management of the water wells, since a symbolic price had to be charged for each bucket, a person was needed to be in charge of both the collection and the basic maintenance of the well. Hence, the shrewdness of the fellow members, true "engineering" of Charity, who designated for the three wells, several lepers who took turns at supplying the water. The shacks’ dwellers that had excluded them had no choice but to deal with them if they wanted to fill their buckets. The price of water was worth much more...  than a mere penny. 

At the opening of the wells, the President greeted and shook hands with the lepers, and I too had this privilege. I insist: a privilege. 

Without any doubt, it was the most important day of my career, because that day was full of teachings."

 

Vicente ended thus his account, which also left in me ‘food for thought’ about the human being. 

Towards Christ through Mary, always in and with Mary

 

Jean Tirado

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