Por la Asociación Guada Acoge
Las guerras y otras crisis humanitarias han puesto a la migración en un lugar destacado de la actualidad. La movilidad humana, su regulación, sus causas y sus consecuencias, sus rostros, etc. llenan cada semana desde las agendas y programas políticos, hasta las conversaciones más cotidianas.
Se trata de un debate abierto y generalizado, una ocasión para poner en valor aspectos esenciales del hecho migratorio, para crear una cultura actualizada sobre la acogida en un mundo globalizado y para buscar respuestas a los nuevos retos que se plantean.
En Guada Acoge ponemos nuestra mirada en las miles de personas a las que su condición de extranjero, les sitúa en un mayor riesgo de exclusión. La peculiaridad de los casos y el gran número de demandas, creemos que son motivos suficientes para ofrecer una atención integral y especializada. Socios, técnicos y voluntarios nos esforzamos en buscar las herramientas necesarias para que todos los que lo deseamos, podamos integrarnos en nuestra sociedad.
En el actual ejercicio, nos sumamos al empeño de alojar a los refugiados que están llamando a nuestra puerta. Con un nuevo programa de acogida e integración para solicitantes de protección internacional seguimos ampliando nuestra oferta de servicios y dando respuesta a este perfil cada vez más numeroso de migrantes forzosos.
Mantenemos el empeño de seguir trabajando en coordinación con otras entidades públicas y privadas, eclesiales y civiles, internacionales, nacionales, regionales y locales, así como con personas de cualquier nacionalidad, credo o situación. Estamos convencidos de que el diálogo con el otro diferente nos ayuda no sólo a valorar nuestra propia identidad, sino a multiplicar nuestras posibilidades.
Desde estas líneas, agradecemos a tantas instituciones y personas que siguen ofreciendo su dedicación y apoyo en bien de la construcción de una sociedad más acogedora e integradora.
Jesús Ferreras Somolinos
www.guada-acoge.org



Una de las características de estas expresiones de religiosidad es la belleza. Una belleza que se expresa en Aquel ante quien se vuelve el rostro, que precisamente por ello es el más bello de los hijos de los hombres. En Cristo y su misterio Pascual se encuentran la unidad, bondad, verdad y belleza a la que todo hombre aspira.
La estratificación social persiste a través de generaciones y se fundamenta no solo en la desigualdad social sino también en las creencias que potencian su arraigo en la sociedad, generando identidades compartidas que ubican a las personas en categorías sociales diferentes.
Finalmente, y dada la relación existente entre la desigualdad por motivos de género y por el origen o etnia de las mujeres, se pasó a analizar un estudio realizado sobre una de las más graves formas de violencia de género existentes, la mutilación genital femenina.












