Por Agustín Bugeda

(vicario general)

 

Hoy, 19 de junio, es la fiesta de nuestra Catedral. Es su “cumpleaños” desde que fuera consagrada en 1169, según la indicación que aparece en el Crismon sobre la puerta de la torre del Santísimo. Por eso en este día no podía hacer otra cosa que dar gracias a Dios por lo que ha supuesto y supone nuestra Catedral, iglesia madre, en nuestra diócesis. Es la alabanza y agradecimiento de todos los que allí hemos vivido y  vivimos tantos momentos de gracia. 

Desde esa fecha nuestra Catedral ha albergado muchos acontecimientos, ha vivido en el tiempo y fuera del tiempo, con el tiempo de todo creyente y en el tiempo concreto de nuestro mundo. Ha visto y sufrido, muchos “hitos y acontecimientos”, y sin lugar a duda este año 2016 con la realización de la exposición “a Tempora” será un “hito” particular en este caminar por los siglos. 

El pasado 8 de junio se inauguraba en nuestra Catedral la exposición “A tempora”. Una gran exposición en cuanto a las piezas mostradas, al lugar en que se encuentra, al desarrollo de la misma, al proyecto museístico, y al fin misionero y cultural de la misma. 

Los organizadores de esta exposición, han querido que llevará un nombre muy particular y controvertido, “a Tempora”, un nombre sugerente, con muchos significados, con traducción, ¿sin traducción? Como bien dicen algunos eminentes miembros del cabildo catedral. Permitirme que haga algunas libres traducciones. 

“a Tempora” sería  “sin tiempo” y ciertamente sin tiempo se ha relizado tal exposición, sin tiempo se ha llegado hasta aquí, si algo ha faltado y falta es el tiempo. De ahí que a todos los que han trabajado de diversas maneras el agradecimiento sea doble, porque ha sido y es un poco de locura, hemos sido y somos un poco Quijotes y un poco Hamlet. 

“a Tempora” es “en el tiempo” y en un tiempo bien determinado se desarrolla esta exposición, el siglo de oro español. Ese sería uno de sus hilos conductores, el tiempo de Cervantes y Shaeskepare. 

“a Tempora” es “más allá del tiempo”. Y esta es la clave fundamental de la misma, más allá del tiempo porque las obras que contemplaremos han traspasado por bien diversos motivos los umbrales de los siglos, pero ante todo porque el espacio expositivo, nuestro Claustro y Catedral, es el espacio determinado donde cada día celebramos el Misterio Pacual de Jesucristo, donde con su encarnación ha hecho posible que la eternidad ente el tiempo, y por lo tanto podamos vivir y celebrar un hoy eterno. Por eso ciertamente esta exposición en nuestra Catedral y en este 2016 va más allá del tiempo, la última parte de la misma nos lo mostrará bien. 

“a Tempora”, en definitiva, es tener tiempo, disponer del tiempo. De ahí que tengamos todos tiempo e invitemos a muchos personas a que detenidamente disfruten de la exposición. 

Termino este artículo, con una palabras de Cervantes, como no podía ser menos, cuando dice Don Quijote: “No importa el resultado, solo el esfuerzo vale y tiene mérito”. Gracias a todos por el gran esfuerzo derrochado en esta exposición, le pedimos al Espíritu Santo lo que reza una pieza litúrgica conocido por todos, también de esa época: “Dale al esfuerzo su mérito, salva al que busca salvarse y danos tu gozo eterno”.

Por Santiago Moranchel

(Delegación diocesana de Educación)

 

Metidos en Junio, en sus calores, comenzamos a vislumbrar que un el curso se está acabando. Estamos como los chicos, esperando que nos den las notas finales, esperando aprobar el curso, para disfrutar de las merecidas vacaciones. Es momento, pues de evaluar las propuestas y programar para el próximo curso. Evaluar y programar… En la Delegación de Enseñanza, como no podía ser de otro modo, también estamos en esta tarea.

 

Evaluando…

Miramos la programación el curso pasado, repasamos objetivos, acciones, convocatorias, participación, estadísticas… Todo ello enmarcado en las cuatro dimensiones eclesiales del Plan Pastoral: Oración, Comunión, Caridad/Samaritana, Anuncio...

Hay cierta satisfacción, pues las cosas se han desarrollado según lo previsto. ¡Aprobados! Sin caer en la auto-complacencia ni tampoco en el pesimismo, aparecen luces y sombras como en cualquier aspecto de la vida.

  • Luces:
  • ver la ilusión con que se sigue trabajando en las Escuelas (también las concertadas) y en los Institutos a pesar de tantas trabas ambientales, infravaloración de la asignatura, reducción de horas y profesores, etc. Pues a pesar de todo esto, se continúa con esfuerzo y en compromiso.
  • La Delegación continúa siendo referencia para profesores: para su trabajo, para su formación integral, para el encuentro y la comunicación de experiencias, etc. La propuesta es clara.  
  • Algunas sombras, las llamo dudas:
  • Unas, son internas: ¿cosas que se pueden mejorar? ¿cómo seguir motivando, ayudando, acompañando a los profesores de ERE? ¿Qué nos está pasando para que el apoyo a la clase de religión en el ámbito de lo público vaya disminuyendo?, ¿será que no confiamos lo suficiente en esta presencia, en este medio de evangelización?, ¿cómo motivar a padres para que elijan la clase de religión para sus hijos, a los profesores para que aumenten su participación y presencia en las convocatorias de esta Delegación, a los curas para que insistamos en nuestras parroquias en este compromiso? ¿a….?     
  • Otras, externas: ¿Cuál será el panorama político después del 26-J y sus consecuencias para la presencia de la religión en la escuela o para la educación concertada, después de algunos atisbos a los que estamos asistiendo?

 

Programando…

Miramos el curso que viene con ilusión. ¡Manos a la obra! Vuelta a los objetivos, a las acciones…

Pero no voy a poner aquí lo concreto de la programación, sino las bases o convicciones que nos motivan. Confiamos seguir profundizando. Ilusión y ganas de trabajar no faltan.

Las claves aparecen claras:

  • Vocación de servicio a la causa del Evangelio, de la Iglesia y de la sociedad. En el centro, como siempre, la persona de Jesucristo y la encomienda de su tarea: anunciad la Buena Noticia en el mundo entero. Todas los papeles, todas las reuniones, todas las convocatorias… no son sino expresión de ese centro. No lo olvidamos.
  • No es lo mismo la clase de religión que la catequesis. Se diferencian y… se complementan.
  • Se precisa la colaboración de todos: familias, parroquias y escuelas. Cada una desde su responsabilidad. Potenciar lo que nos une, no lo que nos separa. Todos.
  • Valoración explícita de la presencia de la Clase de Religión en la Escuela pública.

 

Por Comunidad de la Madre de Dios

(Monasterio de Buenafuente del Sistal)

 

 

Muy queridos hermanos, ¡qué alegría reencontrarnos! La vida es el gran milagro, vivimos inmersos en él y no somos conscientes. De nuestro corazón brota un gran agradecimiento al Señor, al pensar las veces,  a lo largo del día, que hacemos o decimos cosas que nos separan de los hermanos y en consecuencia, del Señor. Y también las omisiones, todo lo que dejamos de hacer o decir. Y la vida continúa, Dios Padre no nos fulmina, ni toma una determinación definitiva sobre nosotros; más bien al contrario: nos vuelve a llamar, esperando siempre una respuesta misericordiosa de nuestra parte. Y esta, es también, la llamada fundamental del Santo Padre a toda la Iglesia, a cada uno de nosotros, en este año jubilar, Año de la Misericordia; llamada a ser “Misericordiosos como el Padre” (Lc 6, 36), lema de este año que incluye la bula de convocatoria “Misericordiae Vultus”. 

Ser misericordiosos como Dios Padre lo es con nosotros, a todos nos gustaría, lo deseamos; es más, sabemos que es un don que el Señor nos concederá, pero hemos de tener presente que no nos lo impondrá. El Papa Francisco justifica así la convocatoria de este jubileo extraordinario: “Hay momentos en los que de un modo mucho más intenso estamos llamados a tener la mirada fija en la misericordia para poder ser también nosotros mismos signo eficaz del obrar del Padre.” (MV 3). El Papa en este punto nos está invitando a hacer todo lo que esté de nuestra parte para mantener nuestra mirada en Dios. En esta lucha nos encontramos la Comunidad, que nos sentimos interpeladas de forma particular, igual que todos los que formamos hoy la realidad de Buenafuente del Sistal, al tener el privilegio de la Puerta Santa. Para algo y por algo el Señor nos ha concedido este regalo. 

Ahora, ya en las puertas del verano, aproximadamente en el ecuador del año jubilar y recibiendo la visita de grupos que se acercan a nuestro “trocito de cielo” en busca del encuentro con Dios, queremos poner nuestro granito de arena, abonar el terreno de nuestro corazón para recibir de Dios Padre las gracias necesarias para llevar adelante esta misión a la que nos llama cada día: que toda la humanidad se acerque al corazón misericordioso de Dios. Y esta misión se concreta en nuestra Comunidad, con todos los que viven en El Sistal y con todas las personas que os acercáis hasta aquí.  Con la garantía de que el Señor llevará a término la obra comenzada, escuchamos -como san Pablo- al Señor que nos dice: “Te basta mi gracia, que mi fuerza se realiza en la debilidad” (2ª Co 12, 9).

 

¡Qué el Señor nos conceda por su gracia participar de Su Corazón misericordioso! Un fraternal abrazo, unidos en la oración y en la misión

Vuestras hermanas de Buenafuente del Sistal

Por Jesús Montejano

(Delegación de Piedad Popular)

 

Esta devoción al Corazón del Salvador ha sido, y sigue siendo, una de las expresiones más difundidas y amadas de la piedad eclesial.

Esta devoción de la piedad de los cristianos tiene un sólido fundamento en la Sagrada Escritura (Cf. Jn 10,30; Mt 11,29; Jn 19,37, Jn 20,20.27).

En la Edad Media esta devoción estuvo presente en personajes como San Bernardo (+1153), San Buenaventura (+1274), Santa Lutgarda (+1246), Santa Matilde de Magdeburgo (+1282), Santa Matilde (+1299), Santa Gertrudis (+1302), Santa Catalina de siena (+1380).

En la época moderna esta devoción, que intenta suscitar el amor y la confianza en la infinita misericordia de Jesús, destacan San Francisco de Sales (+1622), Santa Margarita Mª de Alacoque (+1690), San Juan Eudes (+1680), que promovió su culto litúrgico, San Claudio de la Colombierre (+1682) y San Juan Bossco (+1888).

Como formas de devoción aprobadas y recomendadas por la Iglesia podemos destacar las siguientes:

  1. La Consagración personal.
  2. La consagración de la familia.
  3. Las letanías del Sagrado Corazón de Jesús, aprobadas en 1891.
  4. El acto de reparación.
  5. La práctica de los nueve primeros viernes de mes. Favoreció la frecuencia de los sacramentos de la penitencia y de la Eucaristía.

Esta devoción es una clara expresión histórica de la piedad de la Iglesia hacia Jesucristo, su esposo y Señor; y requiere del cristiano que la profesa un verdadero espíritu de conversión y de reparación, de amor y gratitud sinceros.

En este año Jubilar dela Misericordia, la devoción al Sagrado Corazón de Jesús es una clara invitación a adentrarnos en lo más profundo de nuestra fe, a buscar lo verdaderamente importante, a compartir los sentimientos del Señor para, como Él, poder ser en nuestro mundo, rostro de la misericordia del Padre.

Información

Obispado en Guadalajara
C/ Mártires Carmelitas, 2
19001 Guadalajara
Teléf. 949231370
Móvil. 620081816
Fax. 949235268

Obispado en Sigüenza
C/Villaviciosa, 7
19250 Sigüenza
Teléf. y Fax: 949391911

Oficina de Información
Alfonso Olmos Embid
Director
Obispado
C/ Mártires Carmelitas, 2
19001 Guadalajara
Tfno. 949 23 13 70
Fax: 949 23 52 68
info@siguenza-guadalajara.org

 

BIZUM: 07010

CANAL DE COMUNICACIÓN

Mapa de situación


Mapa de sede en Guadalajara


Mapa de sede en Sigüenza

Si pincha en los mapas, podrá encontrarnos con Google Maps