Los voluntarios de la Cáritas Arciprestal de Sigüenza tuvieron el cierre de curso el lunes 1 de julio en la casa de los Hermanos de la Sagrada Familia de Sigüenza. El objetivo eracelebrar el final de curso, hacer memoria de lo realizado y compartir una merienda. Según la nota informativa que repartieron, en 2023 “los 11 voluntarios de esta Cáritas Arciprestal han atendido las necesidades básicas de 35 familias, 90 personas en total”, a las que se ha ayudado con alimento, ropa, medicinas y apoyos económicos para sufragar recibos pendientes y arreglos de vivienda. Estas Cáritas han invertido más de 5.000 euros. También han colaborado con 500 euros a favor de  proyectos de Emergencia y Cooperación Internacional de Cáritas Diocesana.

El martes 9 de julio se instaló un nuevo óculo de vidrio en la primera ventana ojival de la nave sur o nave de la Epístola de la catedral de Sigüenza. Lo ha realizado la empresa artesanal segoviana Vetraria Muñoz de Pablos SL, con un importe próximo a los 6.000 euros. Este nuevo óculo ha sustituido al existente desde la restauración de la catedral de 80 años, que resultó roto y derribado al suelo por un fuerte vendaval en la noche del 1 al 2 de noviembre pasado. Habida cuenta de que se acababa de hacer público el nombramiento de don Julián Ruiz Martorell como obispo de Sigüenza-Guadalajara, el cabildo de la catedral decidió que el motivo decorativo del nuevo óculo fuera el escudo del nuevo obispo.

En el santoral propio diocesano, el día 24 de julio, este año miércoles, será la memoria de las mártires carmelitas descalzas de Guadalajara, las beatas María Pilar, María de los Ángeles y Teresa del Niño Jesús –esta última natural de Mochales-, martirizadas en Guadalajara el 24 de julio de 1936, hace, pues, 88 años. Habrá celebraciones especiales en el Carmelo Descalzo de San José y en Mochales. Fueron beatificadas por el papa san Juan Pablo II el 29 de marzo de 1987.

Un año más el campamento Zagalópolis ha cumplido su objetivo; ofrecer un espacio de convivencia en la naturaleza, diversión y crecimiento en la fe en el que han participado 120 niños y niñas de 9 a 13 años, 22 monitores y 4 responsables en la coordinación. Sin duda, ha sido una experiencia de Dios para todos.