Con el Miércoles de Ceniza, este 6 de marzo, las comunidades y fieles católicos comienzan los cuarenta días que preparan para la celebración de la Pascua cristiana. El Triduo Pascual de este año va del Jueves Santo, 18 de abril, hasta el domingo de Pascua, 21 de abril. Los cristianos viven el tiempo litúrgico de la Cuaresma con especial intensidad religiosa mediante actividades de arraigo histórico y otras de espiritualidad moderna. El ayuno y la abstinencia muestran la dimensión penitencial; la limosna y la caridad testimonian el principal mandamiento cristiano; la oración y los retiros espirituales favorecen la inmersión más profunda en la vivencia religiosa. A estas actividades centrales se suman las expresiones populares promovidas por hermandades, cofradías y otras manifestaciones penitenciales.
Como guía para toda la Cuaresma, el Papa ha hecho público un mensaje en que insiste en la comunión con la creación y la conversión “ecológica”. El lema propuesto por Francisco es «La creación, expectante, está aguardando la manifestación de los hijos de Dios» (Rm. 8, 19). Y en el contenido del mensaje resuena su encíclica sobre el cuidado de la casa común, Laudato si` (¡Alabado seas, mi Señor!), y la permanente llamada a la conversión y mejora de comportamientos, conversión personal y comunitaria, que afecta y alude también al compromiso con la ecología integral.