Este poema lo debemos al monje jerónimo fray José de Sigüenza, religioso de El Escorial, famoso también por su producción intelectual y por su relación personal con Felipe II y sus hijos. Al irlo leyendo se darán cuenta ustedes de que fray José comienza retóricamente confesando la imposibilidad de estar a la altura del canto requerido al poeta. Pasa a considerarse uno que habla de San José porque es su devoto, porque le sigue y le imita, pero por mucho que corra tras él, San José corre tras Dios y su voluntad y por eso no hay quien alcance a San José ¿ha logrado San José dar alcance a Dios? Eso le pone miedo porque, al correr San José hacia Dios, al segundo paso el mismo Dios le vino a estar sujeto, pasando a una reflexión sobre la Trinidad, donde los tres son iguales.

Pero en la Trinidad en la tierra, San José es el padre y es más importante que el Hijo, de manera que, el poeta, exalta sus méritos y su valor, y si hubiera sido posible una cuarta persona en la Trinidad, hubiera sido elegido él, pero no siendo posible el Hijo le ha sido dado por Hijo, y su Madre por esposa, en esta nueva Trinidad, donde él es el dueño de casa y el de mayor dignidad. Dios gobierna cielo y tierra, pero San José al Hijo y a la Madre, a los que manda y a los que sustenta con su trabajo, que Madre e Hijo le obedecen y sirven; por esa grandiosidad el ángel no se atrevió a hablarle despierto, solo en sueños, y siguiendo con la gran importancia del Santo Patriarca nos lo considera en el Cielo un poderoso intercesor porque como mandaba en la tierra, así manda en el cielo.

Y ahora buena lectura.

Pedro A. Olea Álvarez

 

AL GLORIOSO. S. IOSEPH

Encomio en Quartetas.

 

Ioseph, vais creciendo tanto  

al son que este nombre suena,

que de la más fértil vena,

agotáis el Curso y Canto.

 

Que passo avrá que os alcance,

aunque más corra tras Vos,

pues corriendo Vos tras Dios

aveis hecho tal alcance?

 

Ponéisme miedo y respecto,

considerando tal caso;

que Dios al segundo passo

vino a ser vuestro sugeto.

 

Y por deziros verdad,

hablo de vos con gran tiento,

pues un no sé que aquí siento

mas que allá en la Trinidad.

 

Que allí no ay puja ni baxa,

y el Hijo al Padre es igual:

Vos aquí, Padre Legal,

a Dios Hijo hazeis ventaja.

 

Y assi si cupiera en Dios

de Personas mayor quento,

según os creció el talento,

fuerades la quarta Vos.

 

No pudo ser tan gran cosa;

mas por dexaros pagado,

el Hijo en Hijo os ha dado,

y con su Madre os desposa.

 

Y en tan nueva Trinidad,

qual ésta que al suelo passa,

sois Vos el Patrón de Casa,  

y el de mayor dignidad.

 

Mas porque mejor os quadre

el valor que en Vos encierra;

si él govierna Cielo y Tierra,

Vos al Hijo, y a la Madre.

 

Quién os viera allí mandar

en aquel terreno Cielo,

y a Dios sentarse en el suelo,

donde le mandáis sentar!

 

Eche quien quiera el nivel;

Qual es más, en Vos y Dios,

que él no se mude sin Vos,

o las Estrellas sin él?

 

Que Dios como Omnipotente

a los Ángeles sustenga,

o que vuestro braço venga

a que al mismo Dios sustente?

 

O pues quien la Esposa viera

tan bella que al Cielo espanta,

y de esta Trinidad Santa

propria Persona tercera:

 

Con que respecto os miraba,

y como os obedecía,

y como quando os servía

todo el Cielo os adoraba!

 

Que hermosa junta hizo Dios

a tiempo tan oportuno,

que Hombre y Dios son para uno,

y para en uno ella y vos.

 

Pues en tan Sagrada unión

de Esposa tan Singular,

fácil os es esperar

fruto de tal bendición.

 

Todos crecéis a porfía;

sube hasta ser Dios el Hombre,

ella de Madre halla el nombre,

Vos de Padre, que á Dios cría.

 

sois más bien librado Vos,

por ser Siervo, y por ser Padre;

que si servís Niño y Madre,

os sirven Virgen y Dios.

 

Y de aquí tengo por cierto,

que procede (o no lo entiendo)

que os hable el Ángel durmiendo,

y no os ossa hablar despierto.

 

Porque quando estáis en vela,

vé en Vos otro nuevo Cielo,

donde no ossa entrar sin Velo,

si Dios no se lo revela.

 

Y assí allá do agora estáis,

pues lo que sois no perdisteis,

el mando que acá tuvisteis,

le tenéis y exercitáis.

 

Que si otros entran rogando

por Nos, á la Real Clemencia,

Vos en tan Divina Audiencia

como Padre entráis mandando.

Introducción

Es tradición piadosa contemplar los siete dolores y gozos del patriarca san José, número que significa totalidad. En ellos se contempla la vida entera del patriarca, escogido por Dios para dar amparo legal y paterno al Hijo de María, concebido por obra del Espíritu Santo y nacido de María virgen. En los textos sagrados, se descubre que tanto la vida de san José como la de María, su esposa, estuvieron ungidas, desde el primer momento, con el sello de la cruz, como lo estará la vida del Nazareno.

Sin violentar los textos, cabe, no obstante, intuir lo que supuso para san José la misión de esposo de María y a la vez ejercer socialmente el amor y la entrega de padre de Jesús, como señala el papa Francisco en su carta “Con corazón de Padre”: “José amó a Jesús, llamado en los cuatro Evangelios «el hijo de José” (Patris Corde).

A manera de vía crucis, contemplamos las escenas relacionadas con la vida y misión de san José que narran los evangelios, fijándonos en los textos que aluden a las diferentes circunstancias, humanamente adversas y dolorosas, y que revelan la calidad y santidad del “hombre justo”, y “para entender qué tipo de padre fuese y la misión que la Providencia le confió” (Francisco PC), con la intención de hacernos conscientes de lo que significa tener como protector a quien ha vivido nuestras vicisitudes.

 

1.- San José, el esposo de María

 “La generación de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José. Jacob engendró a José, el esposo de María, de la cual nació Jesús, llamado Cristo.” (Mt 1, 16.18) El esposo de Maria vivió, fiado de Dios, su relación afectiva con la Virgen María.  

¿Tú has abrazado la misión que Dios te ha confiado?

 

2.- San José vive la ausencia de María, su esposa, durante tres meses

“En aquellos mismos días, María se levantó y se puso en camino de prisa hacia la montaña, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel. (…) María se quedó con ella unos tres meses y volvió a su casa (Lc 1, 39-40.56). Cuando se quiere a una persona, es dolorosa su ausencia prolongada. San José vivió seguramente con extrañeza y con preocupación el viaje de María a la montaña de Judea durante más de tres meses.

¿Tienes el corazón desprendido de toda dependencia?

 

3.- San José percibe que María, su esposa, espera un hijo

“María estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo. José, su esposo, como era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado” (Mt 1, 18-20). De forma compendiada nos narra el evangelista las dudas, miedos y dolor que sufrió san José al percibir el embarazo de María, su esposa, sin haber tenido relación con él.

¿Te sorprendes pensando mal del prójimo, con juicios internos desfavorables?

 

4.- San José debe bajar con su mujer embarazada a Belén

“Todos iban a empadronarse, cada cual a su ciudad. También José, por ser de la casa y familia de David, subió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, que se llama Belén, en Judea, para empadronarse con su esposa María, que estaba encinta. El papa Francisco califica este viaje de muy duro: “Después de un largo y duro viaje de Nazaret a Belén” -más de 120 Kms-, en el que no faltarían contratiempos.

¿Cómo asumes las circunstancias adversas y penosas?

 

5.- San José no encuentra lugar adecuado para el parto de María

“Y sucedió que, mientras estaban allí, le llegó a ella el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito; lo envolvió en pañales y lo recostó en un pesebre porque no había sitio para ellos en la posada” (Lc 2, 4-7). Vio nacer al Mesías en un pesebre, porque en otro sitio «no había lugar para ellos» (Lc 2,7), (Francisco, PC 1). La sensibilidad y el amor de san José por María, al tenerla que cobijar en los días del parto en una cueva, tuvieron que suponer un desgarro muy grande. Reza la oración: “Por el dolor que experimentaste al ver nacer al Niño Jesús en tanta pobreza…”

¿Sabes poner amor en tiempos difíciles?

 

6.- San José circuncida al niño Jesús

“Cuando se cumplieron los ocho días para circuncidar al niño, le pusieron por nombre Jesús, como lo había llamado el ángel antes de su concepción” (Lc 2, 21). Comenta el Papa: “Tuvo la valentía de asumir la paternidad legal de Jesús, a quien dio el nombre que le reveló el ángel: «Tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados» (Mt 1,21). Como se sabe, en los pueblos antiguos poner un nombre a una persona o a una cosa significaba adquirir la pertenencia, como hizo Adán en el relato del Génesis (cf. 2,19-20), (PC 1) Reza la oración: “Por el dolor que experimentaste al circuncidar al Divino Niño…”

¿Te duele el sufrimiento de los demás?

 

7.- San José escucha las palabras del anciano Simeón a María

“Su padre y su madre estaban admirados por lo que se decía del niño. Simeón los bendijo y dijo a María, su madre: «Este ha sido puesto para que muchos en Israel caigan y se levanten; y será como un signo de contradicción —y a ti misma una espada te traspasará el alma—, para que se pongan de manifiesto los pensamientos de muchos corazones»” (Lc 2, 33-35). “En el templo, cuarenta días después del nacimiento, José, junto a la madre, presentó el Niño al Señor y escuchó sorprendido la profecía que Simeón pronunció sobre Jesús y María (cf. Lc 2,22-35), (PC). Reza la oración: Por el dolor que experimentaste al escuchar la profecía del viejo Simeón, que anunciaba la perdición de tantas almas mientras tomaba al Niño Jesús en sus brazos...”

¿Sientes el rechazo de algunos a la persona de Jesús y a la existencia de Dios?

 

8.- San José, siempre en segundo plano

“Al ver la estrella, se llenaron de inmensa alegría. Entraron en la casa, vieron al niño con María, su madre, y cayendo de rodillas lo adoraron; después, abriendo sus cofres, le ofrecieron regalos: oro, incienso y mirra (Mt 2, 10-11). El papa Francisco contempla esta escena: “Fue testigo de la adoración de los pastores (cf. Lc 2,8-20) y de los Magos (cf. Mt 2,1-12), que representaban respectivamente al pueblo de Israel y a los pueblos paganos. San José nos recuerda que todos los que están aparentemente ocultos o en “segunda línea” tienen un protagonismo sin igual en la historia de la salvación. A todos ellos va dirigida una palabra de reconocimiento y de gratitud” (Francisco, PC 1).

¿Te descubres con afán protagonista o sabes hacer el bien de manera anónima?

 

9.- San José debe emigrar con el Niño y su madre, perseguidos por Herodes

“El ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, toma al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo»” (Mt 2, 13). “Para proteger a Jesús de Herodes, permaneció en Egipto como extranjero (cf. Mt 2,13-18). (PC). Reza la oración: “Por el dolor que experimentaste al huir a Egipto…”

¿Cómo tratas a los migrantes y a los desplazados, a quienes no conoces? ¿Descubres en ellos a Cristo?

 

10.- San José vuelve del exilio, y le asalta el miedo

“El ángel del Señor se apareció de nuevo en sueños a José en Egipto y le dijo: «Levántate, coge al niño y a su madre y vuelve a la tierra de Israel, porque han muerto los que atentaban contra la vida del niño». Se levantó, tomó al niño y a su madre y volvió a la tierra de Israel. Pero al enterarse de que Arquelao reinaba en Judea como sucesor de su padre Herodes tuvo miedo de ir allá. (Mt 2, 19-22). Reza la oración: “Por el dolor que experimentaste en la persecución del Niño Jesús…”

¿De qué tienes miedo?

 

11.- San José se asienta en un a tierra marginal, galilea de los gentiles

“Avisado en sueños se retiró a Galilea y se estableció en una ciudad llamada Nazaret.” (Mt 2, 23)  “De regreso en su tierra, vivió de manera oculta en el pequeño y desconocido pueblo de Nazaret, en Galilea -de donde, se decía: “No sale ningún profeta” y “no puede salir nada bueno” (cf. Jn 7,52; 1,46)-, lejos de Belén, su ciudad de origen, y de Jerusalén, donde estaba el templo” (PC).

 ¿Amas el lugar adonde vives?

 

12.- San José junto con María buscan angustiados a Jesús

“… cuando terminó, se volvieron; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén, sin que lo supieran sus padres. Y sucedió que, a los tres días, lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas. Todos los que le oían quedaban asombrados de su talento y de las respuestas que daba. Al verlo, se quedaron atónitos, y le dijo su madre: «Hijo, ¿por qué nos has tratado así? Tu padre y yo te buscábamos angustiados» (Lc 2, 41-48). “Cuando, durante una peregrinación a Jerusalén, perdieron a Jesús, que tenía doce años, él (José) y María lo buscaron angustiados y lo encontraron en el templo mientras discutía con los doctores de la ley (cf. Lc 2,41-50). Reza la oración: “Por el dolor que sufriste cuando se perdió Jesús…”

¿Te descubres en actitud de búsqueda? ¿Qué buscas? ¿A quién buscas?

 

13.- San José pudo percibir la sospecha acerca de su paternidad

“Sus padres solían ir cada año a Jerusalén por la fiesta de la Pascua. Cuando cumplió doce años, subieron a la fiesta según la costumbre (Lc 2,41-42) “Jesús les dijo: «Si fuerais hijos de Abrahán, haríais lo que hizo Abrahán. Sin embargo, tratáis de matarme a mí, que os he hablado de la verdad que le escuché a Dios; y eso no lo hizo Abrahán. Vosotros hacéis lo que hace vuestro padre». Le replicaron: «Nosotros no somos hijos de prostitución; tenemos un solo padre: Dios»” (Jn 8, 39-41). En estos textos se contienen veladamente datos de lo que pudo ser una noticia social del origen de Jesús. Solo los niños huérfanos suben a los doce años a cantar la ley. Si el evangelio señala que cuando Jesús tenía doce años subieron con él sus padres, implícitamente este dato revela que José no es padre de Jesús. Esto es motivo del insulto de que lo insulten.

¿Percibes la bienaventuranza cuando eres tratado de manera injusta?

 

14.- San José, carpintero, le deja a Jesús un crédito social humilde

«¿De dónde saca este esa sabiduría y esos milagros? ¿No es el hijo del carpintero? (Mt 13, 54-55) “Sabemos que fue un humilde carpintero” (Francisco, PC 1). Si José era consciente de la identidad de Jesús por las revelaciones que había tenido, tuvo que ser doloroso ver cómo su Hijo tenía que trabajar duramente para ganarse el pan, sin poderle dejar un patrimonio que le eximiera de la penosidad que suponía el ser albañil, o carpintero. Siempre gusta dejar a los hijos una herencia mejor que la recibida.

¿Te da vergüenza tu identidad, tu profesión, tu trabajo?

 

15.- San José, hombre justo

José, su esposo, de la casa y familia de David” (Lc 2, 4), como era justo” (Mt 1, 19), su recuerdo es bendito (Prov 10, 7), será perpetuo (Sal 111, 6), crecerá como una palmera, se alzará como un cedro del Líbano: plantado en la casa del Señor, crecerá en los atrios de nuestro Dios; en la vejez seguirá dando fruto y estará lozano y frondoso, para proclamar que el Señor es justo, mi Roca, en quien no existe la maldad. (Sal 91, 13.16) “El justo por su fe vivirá” (Hab 2, 4).

 ¿Te encomiendas a San José? ¿Sientes su protección?

 

Oración

 

Salve, custodio del Redentor y esposo de la Virgen María.

A ti Dios confió a su Hijo, en ti María depositó su confianza,

contigo Cristo se forjó como hombre.

Oh, bienaventurado José, muéstrate padre también a nosotros

y guíanos en el camino de la vida.

Concédenos gracia, misericordia y valentía,

y defiéndenos de todo mal. Amén (Francisco).

 

Ángel Moreno

"/Del 8 al 14 de febrero es la Semana de Manos Unidas en su anual Campaña contra el Hambre, cuya jornada principal será el domingo 14 de febrero. “Contagia solidaridad para acabar con el hambre” es el lema de la campaña. El equipo de mujeres diocesano que encabeza Elena Garvía ha enviado a parroquias y comunidades materiales de difusión y de celebración: carteles anunciadores de los tres actos programados y con las fórmulas de colaboración solidaria, junto con cuadernillos para las catequesis y guiones para la misa del domingo 14. Asimismo, el sacerdote Santiago Santaolalla, consiliario diocesano de Manos Unidas, ha remitido a los párrocos y capellanes el mensaje que el viceconsiliario nacional ha enviado a todas las parroquias de la Iglesia española para animación de la campaña en tiempos de pandemia.

Dadas las circunstancias, el equipo diocesano ha suprimido el acto abierto de lanzamiento de la campaña, de modo que las actividades se centran esta vez en los tres días del fin de semana. El viernes 12 es el Día del Ayuno Voluntario, en el que habrá una oración y la lectura del manifiesto en la parroquia de San Juan de Ávila a las 19:30 horas. El mismo templo acogerá al día siguiente, 13 de febrero, la eucaristía de la campaña a las 19:00 horas. Y el domingo 14, Jornada Nacional de Manos Unidas, todas las parroquias realizarán la clásica colecta solidaria. Como novedad, la colaboración económica también puede realizarse participando en una ‘cena virtual’ mediante las cuentas bancarias o el “bizum” que anuncia el cartel correspondiente.

 

Todo esto también se difunde como encarte de la hoja diocesana El Eco, en que se publican los ingresos y gastos a nivel nacional de las dos campañas anteriores, junto con los ingresos habidos el año pasado en la diócesis, cerca de 58.000 euros.

La jornada de la Iglesia Diocesana de este año cuenta con un lema muy directo: “Somos lo que tú nos ayudas a ser. Somos una gran familia contigo”

 

Todas las diócesis de España celebrarán el próximo 8 de noviembre el Día de la Iglesia Diocesana. Se trata de una jornada destinada a incrementar el sentido de pertenencia a la diócesis y a concienciar a los cristianos, y a las personas de buena voluntad, de que el sostenimiento de la misma es cosa de todos. Por eso esta jornada conlleva una colecta en las parroquias y está unida a la que se lleva a cabo, coincidiendo con las fechas de la presentación de la declaración de la renta, con la marca Xtantos.

En esta ocasión el obispo diocesano, Atilano Rodríguez, anima a no ceder a “la tentación de replegarnos sobre nosotros mismos, de encerrarnos en las estructuras eclesiales y en las costumbres religiosas donde nos sentimos tranquilos, olvidando que fuera de la Iglesia hay una multitud hambrienta de pan material y de orientación espiritual”. Una llamada, sin duda, a la atención de los más necesitados, especialmente en este tiempo de pandemia.

 

 

Ingresos y gastos

 

La diócesis de Sigüenza-Guadalajara ha presentado en todas las parroquias, mediante la publicación Nuestra Iglesia, un informe detallado de sus cuentas y la memoria anual. En la misma se muestra el estado de ingresos y gastos de 2019. Los ingresos provienen prácticamente en su totalidad de personas que, mediante su donativo o la asignación tributaria, desean colaborar con los fines de la Iglesia. También se recibieron algunos ingresos de patrimonio, otros ingresos por servicios o extraordinarios, aportaciones para el sustento de los sacerdotes y una cantidad que no llega al 10% del conjunto de los ingresos por subvenciones públicas. En total algo más de catorce millones y medio de euros.

Los gastos más elevados son para hacer frente a la conservación de edificios y de funcionamiento, así como para las retribuciones al personal no religioso que trabaja en distintas instituciones diocesanas, que prácticamente duplica a las de los sacerdotes. El dinero empleado en acciones pastorales y asistenciales, está en torno al 15%. El resto de dinero se emplea en otros gastos extraordinarios, como programas de rehabilitación, y como remanente para la financiación de esas actuaciones.

 

Memoria de actividades

 

Por otra parte la memoria de actividades, también del ejercicio pasado, destaca la labor de la Iglesia en la diócesis en distintas áreas. La celebrativa arroja un balance de 1.220 bautizos, 1.428 primeras comuniones, 569 confirmaciones, 268 matrimonios y 2.106 unciones de enfermos, lo que evidencia el envejecimiento, en general, de la población y el descenso de la natalidad en nuestra provincia.

La diócesis contaba en 2019 con 149 sacerdotes y 3 seminaristas, con 256 religiosos y religiosas, 7 misioneros en diversos países del mundo, 840 catequistas, 11 monasterios y 469 parroquias, la mayoría en la zona rural. En cuanto a la labor educativa hay 10 centros católicos con más de siete mil alumnos y más de mil empleados entre docentes y trabajadores. Nuestra provincia cuenta, además, con 45 Bienes inmuebles de Interés Cultural que reportan beneficios sociales y económicos considerables a las localidades en las que se encuentran ubicados.

Finalmente cabe destacar la actividad asistencial, esencial en la vida de la Iglesia, que se lleva a cabo gracias a la labor incansable de los cerca de 650 voluntarios de Cáritas y Manos Unidas. Así se han podido atender a más de 6.000 personas directamente desde las Cáritas parroquiales y arciprestales, a unos 400 mayores en casa o en la Residencia Juan Pablo II de Alovera y a más de 4.000 personas atendidas por exclusión social, en el proyecto integral o en el Centro de Atención Residencial Betania. Además se han repartidos unas 62.000 comidas y se han financiado 4 proyectos de cooperación al desarrollo.

De esta forma se hace realidad el lema de la Jornada de la Iglesia Diocesana de este año en el que se pone de manifiesto la importancia de la corresponsabilidad y la participación: “Somos lo que tú nos ayudas a ser. Somos una gran familia contigo” para, como manifiesta el obispo, “cuidar a los más necesitados, a los pobres y a los enfermos, a los despreciados y olvidados de la sociedad”.

 

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