Una de las variaciones más llamativas que ha traído el confinamiento sanitario es el cambio de fechas para las celebraciones de primera comunión. A ello se suma la imperiosidad de hacer ceremonias de acortada asistencia.

Anulado casi todo junio, las parroquias despliegan el calendario ante las familias para fijar fechas nuevas, que se van eligiendo entre la primera parte del verano y los meses de septiembre y octubre por lo que atañe a las parroquias mayores.

Un ejemplo en Guadalajara es la del Santísimo Sacramento, que ha empezado el último fin de semana de junio, sábado y domingo, con varias ceremonias de primeras comuniones en grupos de cuatro niños.

En semanas siguientes habrá otras celebraciones semejantes y algunas más en el mes de septiembre.

Además, hay niños y niñas que han elegido, este año más que en otros, el pueblo de la familia para celebrarlo. Por lo general, parroquias y familias han consensuado el tramo de septiembre y octubre.

Respondiendo a consultas de varios párrocos, el vicario general de la diócesis, Agustín Bugeda, ha distribuido una nota con las indicaciones principales sobre la celebración religiosa de las fiestas patronales. Partiendo del hecho de la suspensión de las fiestas civiles en la mayoría de las localidades, el vicario general recuerda que sigue vigente lo establecido sobre la celebración de actos de culto, medidas que pueden ser cambiadas según la evolución de la pandemia y la actualización de la normativa civil. En tal sentido, la Vicaría General está al tanto de cuanto pueda decir la Junta de Comunidades al respecto.

Así, por el presente pueden celebrarse las misas patronales y otros cultos dentro de los templos siempre que se respeten las normas sobre distancias e higiene. Por el contrario, se evitará que los fieles toquen las imágenes, relicarios y otro tipo de objetos de devoción. Y sobre las procesiones y otros actos en el exterior, la preferencia es evitarlas por la acumulación de fieles que concurran, pero las autoridades sanitarias y las municipales podrían otorgar una autorización para tenerlas mediando los escritos previos correspondientes.

Ante las medidas de prevención que ha publicado la Conferencia Episcopal Española, para la celebración del culto público en los templos, durante la desescalada tras el confinamiento en tiempo de pandemia por el coronavirus. Estas determinaciones vienen acompañadas de una nota de la Comisión Ejecutiva de la institución eclesial en la que, además de tener un recuerdo para los enfermos y fallecidos, agradecer el trabajo realizado por los sanitarios y trabajadores de otras actividades en estos meses y reconocer es esfuerzo de Cáritas y otras instituciones para paliar las consecuencias sociales de la pandemia, se nos invita a vivir este tiempo con esperanza y a tener prudencia a la hora de reiniciar el culto con asistencia de personas.

Los obispos, teniendo en cuenta  la responsabilidad que supone prevenir el contagio de la enfermedad, nos ofrecen unas pautas a seguir en las celebraciones litúrgicas en las iglesias, tras las medidas restrictivas de las últimas semanas.

El obispo de Sigüenza-Guadalajara, Atilano Rodríguez, asume estas disposiciones y pide que se pongan en práctica en toda la diócesis, aconsejando tenerlas presentes a la hora de iniciar, paulatinamente, las distintas celebraciones, según las fases de aplicación propuestas. El prelado pide prudencia para no poner en riesgo la salud de los que a ellas acudan, especialmente de las personas mayores o de las más vulnerables. Del compromiso de todos dependerá el avance en la implantación de estas medidas.

 

MEDIDAS DE PREVENCIÓN

CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA

 

  1. Fases de aplicación

 

Fase 0: Mantenemos la situación actual. Culto sin pueblo. Atención religiosa personalizada poniendo atención especial a los que han perdido a seres queridos. Preparamos en cada diócesis y parroquias las fases siguientes.

 

Fase 1: Se permite la asistencia grupal, pero no masiva, a los templos sin superar el tercio del aforo, con eucaristías dominicales y diarias. Quizá con preferencia al acompañamiento de las familias en su duelo.

 

Fase 2: Restablecimiento de los servicios ordinarios y grupales de la acción pastoral con los criterios organizativos y sanitarios –mitad del aforo, higiene, distancia– y medidas que se refieren a continuación.

 

Fase 3: Vida pastoral ordinaria  que tenga en cuenta las medidas necesarias hasta que haya una solución médica a la enfermedad.

 

  1. Disposiciones de carácter general

 

Ante esta circunstancia, prorrogamos la dispensa del precepto dominical, invitando a la lectura de la Palabra de Dios y a la oración en las casas, pudiendo beneficiarse de la retransmisión a través de los medios de comunicación para quien no pueda acudir al templo. También, se invita las personas mayores, enfermas o en situación de riesgo a que valoren  la conveniencia de no salir de sus domicilios.

Se establece el aforo máximo de los templos (1/3 en la primera fase y 1/2 en la segunda) y respetar la distancia de seguridad.

En las Eucaristías dominicales, allí donde sea necesario y posible, procurar aumentar el número de celebraciones cuando haya mayor afluencia de fieles, a fin de descongestionar los templos.

Se recomienda que los fieles hagan uso de mascarilla con carácter general

Las pilas de agua bendita continuarán vacías.

Las puertas de las iglesias se mantendrán abiertas a la entrada y salida de las celebraciones para no tener que tocar manillas o pomos.

 

  1. A la entrada de la celebración

 

Organizar, con personas responsables, la apertura y cierre las puertas de entrada al templo, la distribución los fieles en el templo, el acceso a la hora de comulgar y  la salida de la iglesia al finalizar, respetando la distancia de seguridad

Ofrecer gel hidroalcohólico o algún desinfectante similar, a la entrada y salida de la iglesia.

 

  1. A tener en cuenta durante la liturgia

 

Evitar los coros en la parroquia: se recomienda mantener un solo cantor o algunas voces individuales y algún instrumento. No habrá hoja de cantos ni se distribuirán pliegos con las lecturas o cualquier otro objeto o papel.

El cestillo de la colecta no se pasará durante el ofertorio, sino que el servicio de orden lo ofrecerá a la salida de la misa, siguiendo los criterios de seguridad señalados.

El cáliz, la patena y los copones, estarán cubiertos con  la “palia” durante la plegaria eucarística.

El sacerdote celebrante desinfectará sus manos al empezar el canon de la misa, y los demás ministros de la comunión antes de distribuirla.

El saludo de la paz, que es facultativo, se podrá sustituir por un gesto evitando el contacto directo.

El diálogo individual de la comunión (“El Cuerpo de Cristo”. “Amén”), se pronunciará de forma colectiva después de la respuesta “Señor no soy digno…”, distribuyéndose la Eucaristía en silencio.

En el caso de que el sacerdote fuera mayor, establecer ministros extraordinarios de la Eucaristía para distribuir la comunión.

 

  1. A la salida de la celebración

 

Establecer la salida ordenada de la iglesia evitando agrupaciones de personas en la puerta.

Desinfección continua del templo, bancos, objetos litúrgicos, etc.

 

  1. Otras celebraciones

 

La celebración del Sacramento de la reconciliación y los momentos de escucha de los fieles: además de las medidas generales, se ha de escoger un espacio amplio, mantener la distancia social asegurando la confidencialidad. Tanto el fiel como el confesor deberán llevar mascarilla. Al acabar, se aconseja reiterar la higiene de manos y la limpieza de las superficies.

 

Bautismo: Rito breve. En la administración del agua bautismal, hágase desde un recipiente al que no retorne el agua utilizada, evitando cualquier tipo de contacto entre los bautizandos. En las unciones se puede utilizar un algodón o bastoncillo de un solo uso, incinerándose al terminar la celebración.

 

Confirmación:   En la crismación se puede utilizar un algodón o bastoncillo, como se ha indicado en el caso del bautismo. Obsérvese la higiene de manos entre cada contacto, cuando haya varios confirmandos.

 

Matrimonio: Los anillos, arras, etc., deberán ser manipulados exclusivamente por los contrayentes. Manténganse la debida prudencia en la firma de los contrayentes y los testigos, así como en la entrega de la documentación correspondiente.

 

Unción de enfermos: Rito breve. En la administración de los óleos puede utilizarse un algodón o bastoncillo como se ha indicado anteriormente. Los sacerdotes muy mayores o enfermos no deberían administrar este sacramento a personas que están infectadas por coronavirus. En todo caso, obsérvense las indicaciones de protección indicadas por las autoridades sanitarias correspondientes.

 

Exequias de difuntos: Los funerales y las exequias seguirán los mismos criterios de la misa dominical. Aunque sea difícil en esos momentos de dolor, insistir en evitar los gestos de afecto que implican contacto personal y la importancia de mantener distancia de seguridad.

 

  1. Visitas a la Iglesia para la oración o adoración del Santísimo

 

Seguir las pautas generales ofrecidas, evitando la concentración y señalando los lugares para la oración y la adoración

No permitir visitas turísticas en las fases 1 y 2 de la desescalada.

 

  1. Utilización de dependencias parroquiales para reuniones o sesiones formativas

 

En la segunda fase las reuniones en dependencias parroquiales seguirán las pautas utilizadas para las reuniones culturales previstas por el ministerio de sanidad, que consiste en un máximo de 1/3 de aforo en lugares cuyo aforo habitual es de 50 personas, respetando la distancia de seguridad y la utilización de mascarillas.

En la tercera fase el aforo pasa a ser de 1/2 en lugares de un aforo habitual de 50 personas y de 1/3 en lugares de un aforo habitual de 80 personas en las mismas condiciones de distancia y utilización de mascarillas.

 

  1. Propuesta de inicio de puesta en marcha de estas medidas

 

Según las indicaciones recibidas, se comenzará la aplicación de estas medidas desde el lunes 11 de mayo, para que en las celebraciones del domingo 17 de mayo, tengamos una evaluación y una experiencia suficiente de los días anteriores.

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