Por la Comunidad de la Madre de Dios

(Monasterio de Buenafuente del Sistal)

 

 

Queridos amigos y hermanos en la fe:

“Vamos caminando al encuentro del Señor”. Ojalá sea así, en esta Cuaresma de 2019, sin perder de vista nuestra meta. Una Cuaresma primaveral: ya han brotado los narcisos y jacintos. Los rosales con sus brotes rojizos, los almendros con las primeras flores y los campos verdean. El suave sol de este invierno, ha puesto en marcha el ciclo de la vida en todo nuestro entorno, a pesar de la ausencia de lluvia y nieves en estas tierras del Alto Tajo. 

Disfrutar esta eclosión de vida, llena de esperanza el alma. Sí, como cantamos en un himno de Tercia: “Con esperanza caminamos, que, si arduos son nuestros caminos, sabemos bien a dónde vamos”. Damos gracias a Dios, que nos provee de lo necesario y con su generosidad suple todas nuestras miserias y pecados. Desde el ecuador de  este periodo cuaresmal, nos resuenan con fuerza las palabras del Santo Padre al comienzo de la Cuaresma: “No dejemos transcurrir en vano este tiempo favorable”. 

Sí, a pesar de nuestras resistencias, es tiempo de conversión, es tiempo de reconciliación y perdón. La Palabra de Dios, nos va dejando en el corazón sus pinceladas. Y en las tinieblas de nuestro egoísmo escuchamos otra vez la pregunta de Pedro a Jesus: “Señor, si mi hermano me ofende, ¿cuántas veces tengo que perdonarlo?” Pedro, como nosotros, se siente generoso y ofrece: “¿Hasta siete veces? Jesús le contesta: “No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete” (Mt 18 21s). Como a Pedro, a nosotros también nos descoloca esta respuesta de Jesús. Podríamos volver a preguntarle algo parecido a la pregunta de la Virgen María al ángel Gabriel: “¿Cómo será esto?” (Cf Lc 1, 34). Y Jesús nos podría responder con sus palabras en tierras de Judea: “Y si no os convertís, todos pereceréis de la misma manera” (Lc 13,5). Porque sin conversión nos alejamos de Jesús, la vida pierde su sentido y nos morimos. Necesitamos conversión para abrir el oído del corazón a las palabras de Jesús a Pedro: “No te digo hasta siete veces, sino hasta setenta veces siete”. 

“Convertíos y creed la Buena Noticia” (Mc 1, 15b) son las palabras que nos dijo el sacerdote al imponernos la ceniza. Año tras año escuchamos la misma invitación, y nuestra vida sigue más o menos igual. Entonces, ¿qué nos pasa? ¿Por qué no cambiamos? Compartimos con vosotros este comentario que hemos escuchado al p. José Mª Simón, tc.: Conversión es un concepto emparentado con el griego metanoia, que supone cambiar nuestra mentalidad. Cambiamos nuestros actos, cuando cambian nuestros pensamientos. Y ¿cómo dejamos atrás nuestra mentalidad burguesa para seguir a Jesús? Dice este religioso sacerdote: Viviendo el Evangelio en Comunidad, ayudándonos unos a otros a crecer en santidad y en verdad. Cavando y dejándonos cavar, a nuestro alrededor, para que, como la higuera, demos los buenos frutos que el Señor espera de nosotros.

 

Unidos en el camino hacia la Pascua

vuestras hermanas de Buenafuente del  Sistal

María Ciruelas

(responsable del área de Arciprestazgos)

 

 

Desde los territorios de la Diócesis, además de las acciones de Cáritas desarrolladas en Guadalajara capital, se llevan a cabo diversos proyectos encaminados a atender las necesidades de las personas o familias vulnerables. Concretando nuestra acción podemos destacar diversas iniciativas.

En el Arciprestazgo de Molina de Aragón y La Campiña, actualmente se desarrollan diversos proyectos, que cuentan con apoyo de financiadores públicos, al que se suma el esfuerzo particular del territorio. En estas zonas, marcadas por la dispersión poblacional y el desempleo, se apuesta por proyectos orientados a la capacitación y promoción de personas o familias en situaciones de especial vulnerabilidad. La puesta en marcha de acciones formativas y de desarrollo de la autonomía, buscan, el impulso de habilidades y recursos personales que posibiliten, junto con el acompañamiento y asesoramiento técnico, procesos de mejora.

En ambos territorios, este mismo mes de abril, se han iniciado proyectos encaminados al trabajo individual y grupal en el contexto laboral, proporcionando espacios tutorizados de seguimiento, que promuevan y posibiliten la inserción laboral, así como la incidencia en las destrezas necesarias para ello. En ambos territorios, la labor de intervención social se complemente con el acompañamiento y apoyo técnico a las Cáritas Parroquiales del territorio.

Es importante resaltar como novedad, el inicio de programa de Comida sobre Ruedas en el municipio de Yunquera, al que esperamos que en breve se una Humanes. Este proyecto viene avalado por un programa de larga trayectoria en Guadalajara capital, orientado al envejecimiento saludable y la permanencia de las personas mayores en sus domicilios, fomentando su autonomía, al tiempo que se garantiza la cobertura de necesidades tan básicas como la alimentación, desde una programación saludable y adaptada a las necesidades de cada mayor.

Con respecto a Azuqueca de Henares actualmente existen cuatro proyectos en desarrollo, con apoyo de diversos financiadores públicos. Dos de ellos orientados a la cobertura de necesidades básicas para diferentes perfiles de autonomía e independencia. Uno de ellos enmarcado en un seguimiento más exhaustivo y personalizado, que se complementa con asesoramiento psicológico, atención social y conciliación familiar. El segundo, con un perfil de personas más independiente, en el que los comercios locales colaboran, haciendo posible la inclusión y normalización de las situaciones de vulnerabilidad. Se desarrolla también una labor de Atención
personal y familiar dentro de un programa municipal de apoyo a personas mayores y dependientes.

En cuanto a las Cáritas Parroquiales, se realizan labores y apoyo y acompañamiento técnico, que tras un proceso de trabajo complejo que, ha requerido del esfuerzo de todas las partes, se ha concretado en una estructura conjunta de las parroquias en el municipio, que comparte criterios de acceso, donaciones y campañas.

Como novedad, en este mes de abril, se ha iniciado un nuevo proyecto, orientado a la intervención con personas y familias en situación de vivienda irregular, orientado a la mediación vecinal y el acompañamiento, teniendo como meta la normalización de la situación de vivienda.

En definitiva, desde Cáritas, se pretende acercar los recursos a las situaciones de vulnerabilidad y, principalmente a las personas y familias que están detrás de dichas situaciones, apostando por la promoción personal y familiar, dejando de lado el asistencialismo.

Por Jesús Montejano

(Delegación D. de Piedad Popular, Cofradías y Hermandades)

 

 

Un año más, precedidos por la Cuaresma, comenzamos los días santos del Triduo Pascual, la Semana Santa.

De nuevo volvemos al centro del misterio de nuestra fe: la muerte y la resurrección del Señor.

La devoción del pueblo ha adornado, ha puesto música a son de tambores y trompetas, ha decorado con flores y ricos mantos, ha expresado el amor al Señor con bellas imágenes de manos artistas o de autores desconocidos, el misterio central de la fe.

Y antes de comenzar el recorrido de Jesús por las calles de Jerusalén, aclamado con palmas el domingo de Ramos y despreciado el viernes santo, la tradición cristiana celebra el Viernes de Dolores, en el que María ocupa el lugar protagonista de la madre que sufre por su hijo. Una situación tan antigua como nueva.

Es como si María nos ofreciera su mano para acompañarnos en este recorrido, que si es verdad que se expresa las calles de nuestros pueblos y ciudades, pero es sobre todo, un recorrido interior y espiritual, de camino-conversión interior.

María, a la que hemos dado mil nombres, aparece ahora como Virgen de los Dolores, o la Dolorosa, la Virgen de las Angustias, de la Amargura o de la Piedad, nos invita a acercarnos a la Semana Santa con recogimiento y compromiso.

Recogimiento porque la muerte del Señor nos sobrecoge, como lo hace el sufrimiento de tantos inocentes que sufren en nuestra sociedad y en nuestros ambientes; y compromiso porque queremos solidarizarnos con el sufrimiento del Señor y de tantos sufrientes en la actualidad.

Todo un reto para los miembros de nuestras cofradías de penitencia que estos días ponen en la calle, para que tantos contemplen, incluso indiferentes y alejados, la fe recibida de nuestros mayores, la devoción a la sagrada imagen a la que comenzamos en nuestra infancia a rezar.

Como dice los últimos versos del Stabat Mater:

Haz que me ampare la muerte

de Cristo, cuando en tan fuerte

trance vida y alma estén.

Porque, cuando quede en calma

el cuerpo, vaya mi alma

a su eterna gloria. Amén

 

Que vivamos estos días santos como auténtico espíritu cristiano.

Feliz Pascua de Resurrección.

Por Juan José Plaza

(Delegación de Misiones)

 

 

El papa Francisco el 3 de Junio de 2017, en el discurso que dirigió a la Asamblea de las OMP en la sala Clementina, convocó la celebración de un Mes Misionero Extraordinario en toda la Iglesia, para Octubre de 2019.

Esta celebración tiene como objetivo principal la conmemoración del centenario de la Carta Apostólica “Maximum Illud” (30 de Noviembre de 1919).

La M.I. puso los primero fundamentos de la reflexión teológica y pastoral de la actividad misionera de la Iglesia (Misionología). Había precedido en el siglo XIX una gran floración de carismas misioneros (Institutos, Congregaciones misioneras, etc.), que respondían muy fielmente al mandato misionero de Jesús: “Id por el mundo entero…” (Mac. 16,15-18), y había llegado la hora de exponer de manera sistemática y orgánica los principales criterios eclesiales para orientar la actividad misionera de la Iglesia.

El cardenal Filoni, Prefecto de la Congregación para le Evangelización de los Pueblos, en distintas cartas que ha dirigido a los ordinarios  de las diócesis y otros organismos eclesiales, ha ido desgranando algunos de los fines que pretende la Iglesia, al celebrar este MME.

La finalidad espiritual, pastoral y teológica de este mes es: reconocer, vivir y convencernos de que la Misión es y debe ser cada vez más el paradigma de la vida y obra de la Iglesia y de todo cristiano. Es volver a poner la Misión ad Gentes en el centro de la vida de la Iglesia y reconocer la Misión de Jesús como el corazón e identidad de la   Iglesia (Ad Gentes 2).

El Mes Misionero Extraordinario tiene que hacer crecer la conciencia de nuestra vocación misionera, que parte del Bautismo. Por eso el lema del MME es “BAUTIZADOS Y ENVIADOS”.

El papa Francisco ha indicado que el Mes Misionero Extraordinario deberá desarrollar o cuidar  cuatro dimensiones:

  • Un encuentro personal con Jesucristo, vivo en la Iglesia, en la Eucaristía, en la Palabra de Dios, en la oración personal y comunitaria.
  • Destacar el testimonio de los santos, mártires y confesores de la fe en la Misión, que son expresión de las Iglesias repartidas por el mundo entero.
  • Actualizar la formación bíblica, catequética, espiritual y teológica sobre la Misión ad Gentes.
  • Ejercitar la caridad misionera, como apoyo material al trabajo de evangelización de las iglesias más necesitadas de los territorios de misión, que actualmente son 1114, situados especialmente en Asia, África, Oceanía y algunos en América.

Estas dimensiones se ha pensado que podrían ser potenciadas de manera especial en las cuatro semanas de Octubre de 2019, dando protagonismo a una de ellas en cada semana del mes.

Así mismo el papa ha expresado abiertamente que el Mes Misionero Extraordinario sea vivido con intensidad en toda la Iglesia: en las Diócesis, en las Parroquias, en los Colegios, en los Movimientos en las Congregaciones religiosas…

Cada una de estas porciones de la Iglesia  debe programar este mes según sus posibilidades. No debe quedar  difuminado en las celebraciones que se programen a nivel diocesano o a través de la Delegación de Misiones, que aportará orientaciones y el material que vaya saliendo, como subsidio y apoyo.

En este sentido ya enviamos una estampa con una oración para que se vaya rezando durante el año por los frutos del MME

Que todos tomemos interés por este evento a nivel de la Iglesia Universal y lo preparemos con el mayor esmero conforme a las intenciones del papa Francisco.

 

> Un artículo de María Aparecida

> Delegación Diocesana de Migraciones

 

 

Es habitual oír que los inmigrantes son una carga en los países receptores, que no obtienen ningún beneficio de la inmigración. Pero, una vez más, los datos y los hechos desmontan los prejuicios…

  • Guadalajara cuenta, a fecha 1 de enero de 2019, con 11 970 inmigrantes afiliados a la Seguridad Social. Son 923 más que en el año 2018. Esto supone un incremento anual del 8,36 por ciento.
  • Según un estudio realizado por la Fundación La Caixa, los inmigrantes son los que más contribuyen con las arcas públicas. El 50 % del superávit de las finanzas públicas en los años de mayor crecimiento económico corresponde a impuestos y contribuciones sociales aportadas por el colectivo inmigrante. En el año 2008, gracias a esta aportación, la seguridad social se pudo mantener. Y eso que, después, este mismo colectivo fue el que más sufrió la crisis económica…
  • Todos los estudios destacan que los inmigrantes de países no europeos que llegan a España son más jóvenes, por lo que aportan crecimiento de la natalidad y del sistema de pensiones. Dos temas de fundamental importancia.
  • Eso demuestra que los inmigrantes contribuyen con el crecimiento y reemplazan a la población, especialmente en los pueblos. España ha vuelto a registrar un máximo histórico de envejecimiento del 120 %: ya se contabilizan 120 mayores de 64 años por cada 100 menores de 16. Con sólo hacer un pequeño análisis de los perfiles de trabajadores de la hostelería, de la agricultura y de cuidadores de mayores, tanto en residencia como en casas particulares, fácilmente sacaremos la conclusión.
  • El consumo es también unos de los motores del crecimiento económico. Los inmigrantes pagan impuestos y participan de la vida de ocio y tiempo libre. En la participación de las distintas actividades está también la diversidad cultural que aporta mucha riqueza a los países receptores.

¿Quién es, en definitiva, «carga» para quién?

¿Quién necesita de quién…?

 

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