Por Jesús de las Heras Muela

(Periodista y sacerdote. Deán de la catedral de Sigüenza)

 

 

 

La misa de inicio oficial del ministerio apostólico petrino del nuevo papa todo un paradigma de las prioridades y del estilo de Robert Francis Prevost (León XIV)

 

 

 

El Papa León XIV, dos semanas después de su elección, se afianza en las opciones que desde primera hora parece marcar el alba de su ministerio apostólico petrino: servir a la causa de la paz, desde una Iglesia unida y en comunión y desde un renovado compromiso evangelizador. Todo ello quedó espléndidamente reflejado en la solemne eucaristía de comienzo oficial de su ministerio apostólico, la, hasta 1978, con Juan Pablo I, misa llamada de la coronación o de la entronización.

 

Universalidad, comunión y misión

Esta eucaristía del inicio del ministerio petrino del Obispo de Roma, de este modo, se convierte en una hermosa y fehaciente expresion de universalidad, de comunión y de misión. Muestras de ellos son, por ejemplo, los concelebrantes: 15 patriarcas y arzobispos orientales, 200 cardenales, 750 arzobispos y obispos, 130 prelados de la capilla papal, 3.000 sacerdotes, 400 diáconos y otros 200 ministros extraordinarios para la eucaristía. La Misa, en la plaza vaticana, congregó a 150.000 fieles, además de los millones de personas siguieron la celebración por los medios de comunicación.

Asistieron altas delegaciones de 150 países, entre ellos el presidente de Italia y la primera ministra, los Reyes de España, la presidente de Perú, el presidente Ucrania, el vicepresidente de los Estados Unidos de América, el presidente de Israel, etcétera; y entre los representes ecuménicos, Bartolomé I, patriarca ecuménico de Constantinopla y primado ortodoxo.

Todas las representaciones oficiales e institucionales fueron recibidas por león XIV al acabar la misa, en la basílica vaticana.  El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, mantuvo una audiencia más personal con el Papa. Y también Dina Ercilia Boluarte Zegarra, presidenta de Perú, país del que el nuevo papa, norteamericano de nacimiento (León XIV se encontró asimismo con el vicepresidente de su país natal y con el secretario de Estado), tiene también nacionalidad.

 

Cuatro elocuentes símbolos

El primero de ellos, antes de la eucaristía, tras el recorrido en papamóvil que León XIV hizo de la Plaza de San Pedro y aledaños, fue, acompañado de los patriarcas de las Iglesias orientales, la visita orante a la capilla de la tumba del apóstol San Pedro, debajo del altar del altar de la confesión de la basílica vaticana.

Ya en la misa, tras los ritos iniciales y la proclamación de la liturgia de la Palabra, llegan los otros tres momentos singulares de esta celebración, tras los cuales tiene lugar la homilía, la proclamación en latín, y cantado en gregoriano, el Credo y prosigue ya el ritmo habitual de la eucaristía.

 El palio y anillo de pescador

En primer lugar y tras una oración pronunciada por un cardenal, otro purpurado impone al nuevo Papa el palio, la antigua insignia episcopal. Se trata de una cinta blanca de lana, de unos cinco centímetros de ancho, que se pone alrededor de los hombros y de la espalda del pontífice. Representa su autoridad como pastor que lleva a cuestas a sus ovejas. Se usa sólo en ocasiones especiales y lleva cinco cruces, que recuerdan las cinco llagas de Cristo, con tres alfileres, que recuerdan los clavos de la cruz. El palio recuerda a Jesús como Buen Pastor, que carga sobre sus hombros las ovejas, y como Cordero crucificado.

Corresponde a un cardenal del orden de los diáconos, habitualmente el prodiácono (el mismo, el francés Dominque Mamberti, que anunció la elección papal, el “Habemus Papam!”) la imposición del palio. Pero, en este caso, como signo de universalidad, lo hizo el segundo de los cardenales diáconos más veterano: el italiano Mario Zenari, nuncio en Siria (europeo, con misión en un país, además atormentado por la guerra, en Asia).

Como hilo de unidad entre la entrega del palio y del anillo del pescador, se recita una oración por el nuevo Papa, que leyó el cardenal africano Fridolin Ambongo Besungu, arzobispo de Kinsasa (República Democrática del Congo).

Y acto seguida es la entrega del anillo del pescador. Recibe ese nombre porque lleva grabada la figura del apóstol Pedro. El confeccionado para León XIV es de oro lleva grabado el nombre del Papa en el interior, así como su escudo en el reverso de la imagen de Pedro con las llaves y la red.

El anillo del pescador representa el vínculo con Pedro, a quien Jesús le dijo "Te haré pescador de hombres" y es, de hecho, la misión apostólica del papa. En la antigüedad el pontífice lo utilizaba como sello para los documentos, hoy se ha convertido sólo un símbolo, que es anulado por el camarlengo a su muerte.

Hubiera correspondido entregar el anillo del pescador al Papa al cardenal decano del colegio cardenalicio, Giovanni Battista Re, italiano. Pero, al igual que sucedió con el palio, se buscó otra persona, también, en este caso, del orden cardenalicio de los obispos, para expresar mejor la universalidad de la Iglesia. El filipino Luis Antonio Tagle fue el elegido.

 

Rito de la obediencia y comunión

Fueron doce personas, en recuerdo del número de los apóstoles, las que realizan el rito de obediencia al Papa en representación de toda la Iglesia. Fueron tres cardenales (de América del Norte, el canadiense Francis Leo; del América del Sur, el brasileño Jaime Spengler; y de Oceanía, el papuano John Ribat).

Tras los tres cardenales, llegaron, un obispo, un presbítero y un diácono. Fueron, respectivamente, el obispo de Callao, el comboniano peruano Luis Alberto Barrera; el sacerdote Guillermo Inca Pereda, secretario de la Conferencia Episcopal de Perú; y el diacono permanente Teodoro Mandato, trabajador de la empresa municipal de transporte de Roma.

La vida consagrada estuvo representada por la presidenta y el presidente de de las Uniones de superioras y superiores generales, la australiana Oonah O’Shea, de la Congregación de Notre Dame de Sion, y Arturo Sosa, venezolano, de los jesuitas, respectivamente.

Y a todos ellos, se sumaron cuatro laicos: el matrimonio formado por Rafael Santa María y Ana María Olguín originarios de la diócesis de Chiclayo de la que Prevost fue obispo; y los jóvenes Josemaría Díaz representante de Perú en los organismos internacionales de Ginebra, y Sheyla Cruz, vinculada al Opus Dei.

 

Tapiz de Rafael, Virgen del Buen Consejo, otros detalles

Del balcón central de la basílica vaticana, colgaba en la celebración del 18 de mayo un tapiz con la escena de la pesca milagrosa –a partir de un cuadro de Rafael Sanzio–, y también se mostró, por primera vez, un tapiz con el escudo del Papa León.

Junto a la mesa del altar y la sede presidencial se halló el icono de la Virgen del Buen Consejo del santuario de Genazzano, devoción agustiniana muy querida por el nuevo Papa, quien ya peregrinó a este santuario en la tarde del sábado 10 de mayo.

El idioma dominante en esta solemne eucaristía fue es el latín, la lengua oficial de la Iglesia católica. Comenzando por el himno inicial “Tu es Petrus” de Lorenzo Perosi. Se usó el italiano en algunos momentos como la introducción del rito de la aspersión del agua –por ser domingo de Pascua–. Las lecturas de la Palabra de Dios se proclamaron en español (fue la española Mariola Borrel, próxima al Opus Dei) y en inglés. En la oración de fieles, se rezó en portugués, francés, árabe, polaco y chino.

 La casulla utilizada por León XIV para la celebración fue la misma que empleó Benedicto XVI en la misa de beatificación de Juan Pablo II.

 


□ Las siete principales frases de la homilía de León XIV

(1) El Colegio Cardenalicio se reunió para el Cónclave. Provenientes de historias y recorridos diferentes, hemos puesto en manos de Dios el deseo de elegir al nuevo sucesor de Pedro, Obispo de Roma, un pastor capaz de custodiar el rico patrimonio de la fe cristiana y, al mismo tiempo, de mirar más allá, para afrontar los interrogantes, las preocupaciones y los desafíos del hoy.

(2) Fui elegido sin tener ningún mérito y, con temor y trepidación. Vengo a vosotros como un hermano que quiere hacerse siervo de vuestra fe y de vuestra alegría, caminando con vosotros por el camino del amor de Dios, que nos quiere a todos unidos en una única familia.

(3) Amor y unidad: estas son las dos dimensiones de la misión que Jesús confió a Pedro. Él puede llevar a cabo esta tarea solo porque ha experimentado en su propia vida el amor infinito e incondicional de Dios, incluso en la hora del fracaso y de la negación.

(4) A Pedro se le pide servir a la fe de sus hermanos, caminando junto con ellos. Quisiera que este fuera nuestro primer gran deseo: una Iglesia unida, signo de unidad y comunión, que se convierta en fermento para un mundo reconciliado.

(5) Queremos decirle al mundo, con humildad y alegría: ¡mira a Cristo! ¡Acércate más a Él! ¡Acoged su Palabra que ilumina y consuela! Escuchad su propuesta de amor de convertirnos en su única familia: en el único Cristo somos uno.

(6) ¡Esta es la hora del amor! La caridad de Dios, que nos hace hermanos entre nosotros, es el corazón del Evangelio. Si esta caridad prevaleciera en el mundo, «prevaleciese en el mundo, ¿no cesaría inmediatamente toda disensión y no volvería quizá la paz?» (León XIII).

(7) Construyamos con el Espíritu Santo una Iglesia fundada en el amor de Dios y signo de unidad, una Iglesia misionera, que abre los brazos al mundo, que anuncia la Palabra, que se deja cuestionar por la historia, y que se convierte en fermento de concordia para la humanidad.

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Publicado en Nueva Alcarria el 16 de mayo de 2025

Juan Pablo Mañueco

(Escritor y periodista)

 

 

 

Aunque me vaya, voy a permanecer contigo,
porque mi pensamiento pondrá alas donde estés
por llegar de inmediato, mucho antes que los pies.
De forma que aunque ascienda, junto a ti prosigo…

-Eres mi antes, mi ayer, mi hoy y eres mi después.
Es tu verbo el calor mayor en el que me abrigo.
El fervor vehemente en el cual más me prodigo.
El mundo que quiero recorrer todo a través.

En tu pecho, el dolor lo calmo, templo y mitigo.
En tu corazón, recta flecha ante lo al revés.
En tu pan del amor en hogazas me desmigo.

En tu cáliz de sangre esperanza hay tras ciprés.
En tu palabra, el habla no es resto ni es mendigo.
En tus parábolas, respuestas a mis porqués

 

 

Juan Pablo Mañueco

 

 

 

Por Jesús Francisco Andrés

(Delegado diocesano de Pastoral de la Salud)

 

 

 

Estamos llegando al final del mes de mayo y en el sexto domingo de Pascua la Iglesia española celebra la Pascua del Enfermo.

Llevamos todo el año 2025 – año jubilar – hablando y meditando, en distintos ámbitos, de la esperanza.

En el mundo de la enfermedad la esperanza está presente desde los primeros síntomas: “esperemos que no sea nada”; en la operación: “que todo salga bien”; en el posoperatorio, en la rehabilitación y cuando nos vamos encontrando mejor: “ a ver si me dan pronto el alta y puedo volver a mi vida de familia, trabajo, a encontrarme con mis amigos y poder volver a mis aficiones favoritas”….

Y la esperanza no se encuentra sólo en el enfermo. Se encuentra, también, en la familia, en el grupo de amigos, en los compañeros de trabajo, en los feligreses de la parroquia, en el vecino del barrio, pueblo o ciudad.

Pidamos a María, madre de la esperanza, ahora que estamos terminando el mes de mayo, que esta virtud no decaiga en nuestras vidas… y si esto ocurre, no tengamos miedo en elevar nuestras manos hacia ella y hacia su Hijo.

Santa María de la esperanza, ruega por nosotros

 

Por Jesús de las Heras Muela

(Periodista y sacerdote. Deán de la catedral de Sigüenza)

 

 

 

Sabido es de todos y ya NUEVA ALCARRIA del pasado viernes 8 de mayo puedo incluir y en portada la imagen y la información acerca de la elección del nuevo Papa. En este artículo, vamos a acercarnos más a su figura a través de los principales datos de su biografía, de su escudo y lema, de la agenda de sus primeras citas y compromisos y algunas de las frases más destacadas en sus primeras alocuciones

 

 

 

Apuntes biográficos

Robert Francis Prevost Martínez, el ya flamante Papa León XIV, nació en Chicago (USA) el 14 de septiembre de 1955. Su madre era de ascendencia española. Fraile agustino desde 1978 y sacerdote desde 1982, es licenciado en Matemáticas y en Teología y doctor en Derecho Canónico.

Su ministerio sacerdotal y como agustino discurrió entre Perú y Estados Unidos hasta 2001, en que fue elegido prior general de la Orden de San Agustín (Agustinos, OSA), cargo que sirvió doce años.

Desde diciembre de 2014 a enero de 2023 fue obispo de Chiclayo (Perú). Desde 2023 era el prefecto del dicasterio para los Obispos dentro de la Curia Romana, es decir, una de las personas de máxima confianza de Francisco. El 30 de septiembre de 2023 fue creado cardenal. Habla inglés, español, italiano, francés y portugués.

Sobresale por su poliédrica y espléndida formación académica y experiencia como fraile, misionero y obispo, “crisol de culturas” ha definido nuestro obispo diocesano, Julián Ruiz Martorell, la trayectoria vital, sacerdotal y episcopal del nuevo Papa. Y, es que, en efecto tiene gran formación científica y humanista; gran experiencia misionera religiosa, sacerdotal y episcopal, en Perú, cuya nacionalidad posee; y los doce años como prior general de los Agustinos le aportan un conocimiento espléndido de toda la realidad viva de la Iglesia universal, visión esta enriquecida y ampliada en los dos últimos como prefecto del Dicasterio para los Obispos.

 

Escudo y lema

El escudo está dividido diagonalmente en dos sectores: la parte superior tiene fondo azul y presenta un lirio blanco, que representa a la Santísima Virgen María bajo la advocación de la Inmaculada Concepción, patrona de la diócesis de Chiclayo, su primer destino episcopal, y que ahora, obispo de Roma y pastor supremo de la Iglesia universal, ha querido mantener como expresión de amor a María.

 

 

La parte inferior, también diagonal, tiene un fondo claro y presenta una imagen que recuerda a la Orden de San Agustín: un libro cerrado en el que hay un corazón atravesado por una flecha. La imagen evoca la experiencia de la conversión de San Agustín que él mismo explicó con las palabras ‘Vulnerasti cor meum verbo tuo’ (“Has traspasado mi corazón con tu Palabra”).

El Papa León ha confirmado también su lema episcopal, que pasa a ser ahora pontificio. Es la frase latina In Illo uno unum. Estas son las palabras que pronunció San Agustín en un sermón, la Exposición del Salmo 127, para explicar que “aunque los cristianos seamos muchos, en el único Cristo somos uno”.

En una entrevista con a los medios vaticano en julio de 2023, Prevost se expresaba así al respecto: “Como se desprende de mi lema episcopal, la unidad y la comunión forman parte del carisma de la Orden de San Agustín y también de mi forma de actuar y pensar. Es fundamental promover la comunión en la Iglesia, y sabemos bien que comunión, participación y misión son las tres palabras clave del Sínodo. Por lo tanto, como agustino, para mí promover la unidad y la comunión es fundamental. San Agustín habla mucho de la unidad en la Iglesia y de la necesidad de vivirla”.

 

Sus primeros pasos

Elegido Papa antes de las 18 horas del jueves 8 de mayo (la “fumatta” blanca apareció a las 18:07 horas; el anuncio –el célebre “Habemus Papam!- de quien era el nuevo Papa fue a las 19:13 horas y su aparición en el balcón central de la basílica vaticana de Roma a las 19:24 horas, el viernes 9 de mayo clausuró el cónclave con la tradicional misa “Pro Ecclesia”, de finalización del mismo en la Capilla Sixtina ante los cardenales electores.

Al día siguiente, el sábado 10 de mayo se encontró con el colegio cardenalicio, con quien mantuvo una conversión privada y a quien dirigió un discurso público. Por la tarde, viajó a Genazzano, a una hora de Roma, al santuario agustino de la Virgen del Buen Consejo. Y, a su regreso a Roma, paró en la basílica de Santa María la Mayor, donde oró y donde realizó una ofrenda floral al tan venerado icono mariano de la Salus populi romani y una rosa blanca ante la tumba del Papa Francisco.

A primera hora del domingo 11 de mayo, ofició la eucaristía ante la tumba del apóstol San Pedro, en la cripta la basílica vaticana, y visitó las papas allí presentes, todos ellos contemporáneos. Y, a las 12 horas, rezó la oración mariana del mediodía –en Pascua, el Regina Caeli; en el resto del año, el Ángelus-, con su correspondiente alocución. Lo hizo, no desde la habitual ventana de los apartamentos pontificios en el palacio apostólico, sino desde el balcón o logia central de la basílica vaticana, el mismo lugar donde apareció en la tarde del día de su elección.

Y ya el lunes 12, por la mañana, recibió en audiencia a más de cuatro mil periodistas y trabajadores de los medios de comunicación social. En este transcurso de este encuentro, León XIV confirmó que "está preparando" el viaje que no pudo hacer Francisco a Nicea, con ocasión del 1.700 aniversario del concilio celebrado en esta ciudad de la actual Turquía. Podría ser el primero de sus viajes internacionales.

 

 

Próximas citas

Hoy, viernes 16 de mayo, recibe al cuerpo diplomático acreditado ante la Santa Sede, cerca de doscientas delegaciones oficiales. El domingo 18 de mayo, con presencia de jefes del Estado y de Gobierno, de otras autoridades y de representantes de otras Iglesias y confesiones religiosas, será, en la Plaza de San Pedro de Roma, la misa de comienzo oficial de su ministerio apostólico petrino. Con todo, León XIV ya es Papa a todos los efectos desde la tarde del 8 de mayo. La solemne eucaristía comenzará a las 10 horas.

El martes 20 de mayo visitará la basílica papal, patriarcal o mayor de San Pablo Extramuros de Roma. El miércoles 21 de mayo León XIV tendrá la primera de las audiencias generales de los miércoles. El sábado 24 de mayo recibirá en audiencia a los cardenales, obispos, sacerdotes, religiosos y laicos que trabajan en la Curia Romana y a todos sus trabajadores. Y el domingo 25 de mayo, tomará posesión de la catedral de Roma, la basílica de San Juan de Letrán, y visitará también Santa María la Mayor.

 

Antología de sus diez primeras principales frases

(1) ¡La paz esté con todos vosotros! Hermanos y hermanas muy queridos, este es el primer saludo de Cristo resucitado, el Buen Pastor, que ha dado la vida por la grey de Dios. También yo quisiera que este saludo de paz entre en vuestros corazones, llegue a vuestras familias, a todas las personas, dondequiera que estén, a todos los pueblos, a toda la tierra. ¡La paz esté con vosotros!

(2) Esta es la paz de Cristo resucitado, una paz desarmada y una paz desarmante, humilde y perseverante. Proviene de Dios, Dios que nos ama a todos incondicionalmente. 

(3) Dios nos quiere, Dios nos ama a todos, y el mal no prevalecerá. Estamos todos en las manos de Dios. Por lo tanto, sin miedo, unidos, tomados de la mano con Dios y entre nosotros sigamos adelante

(4) Somos discípulos de Cristo. Cristo nos precede. El mundo necesita su luz. La humanidad lo necesita como puente para ser alcanzada por Dios y por su amor. Ayudadnos también vosotros, luego ayudaos unos a otros a construir puentes, con el diálogo, con el encuentro, uniéndonos todos para ser un solo pueblo siempre en paz.

(5) Iglesia unida buscando siempre la paz, la justicia, procurando siempre trabajar como hombres y mujeres fieles a Jesucristo, sin miedo, para proclamar el Evangelio, para ser misioneros.

(6) Debemos buscar juntos cómo ser una Iglesia misionera, una Iglesia que construye puentes dialogando, siempre abierta a recibir con los brazos abiertos a todos, a todos aquellos que necesitan nuestra caridad, nuestra presencia, diálogo y amor.

(7) Queremos ser una Iglesia sinodal, una Iglesia que camina, una Iglesia que busca siempre la paz, que busca siempre la caridad, que busca siempre estar cerca especialmente de aquellos que sufren.

(8) El Papa, desde san Pedro hasta mí, su indigno sucesor, es un humilde siervo de Dios y de los hermanos, y nada más que esto. Lo han demostrado bien los ejemplos de muchos de mis predecesores, como el del Papa Francisco. Recojamos esta valiosa herencia y retomemos el camino, animados por la misma esperanza que nos viene de la fe.    

(9)  Quisiera que renováramos juntos nuestra plena adhesión a la vía que desde hace ya decenios la Iglesia universal está recorriendo tras las huellas del Concilio Vaticano II. El Papa Francisco ha recordado y actualizado magistralmente su contenido en la exhortación apostólica “Evangelii gaudium”.

(10) Pensé tomar el nombre de León XIV. Hay varias razones, pero la principal es porque el Papa León XIII, con la histórica encíclica “Rerum novarum”, afrontó la cuestión social en el contexto de la primera gran revolución industrial y hoy la Iglesia ofrece a todos, su patrimonio de doctrina social para responder a otra revolución industrial y a los desarrollos de la inteligencia artificial, que comportan nuevos desafíos en la defensa de la dignidad humana, de la justicia y el trabajo.

 

 

Publicado en Nueva Alcarria el 16 de mayo de 2025

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