
GRANITOS DE MOSTAZA
Por Álvaro Ruiz Langa
(Delegado diocesano de MCS)
El verbo que pone título a esta columna tiene significado único. Apunta a lo meteorológico puesto que se refiere al tiempo que hace en mayo, al que es propio del mes de las flores con todo el florecimiento que consigo lleva. Para la ocasión, cabe el juego de extender el sentido natural y propio para aplicarlo a la vida en general. Así se le concede, para esta ocasión, referirse a cuanto trae y lleva el vivir de mayo en las comunidades y en las almas de la feligresía diocesana. A fin de cuentas, la mayoría de los acontecimientos parroquiales del mes dedicado a la Virgen María porta las señales del feliz florecimiento de la naturaleza.