Las raíces de nuestra vida

 

 

Queridos hermanos en el Señor: Os deseo gracia y paz.

El regreso a los pueblos de origen durante los meses estivales supone un reencuentro con personas, lugares y rincones de la propia historia. Las largas vacaciones de verano, las agotadoras jornadas en las tareas agrícolas y ganaderas, las fiestas que suponían un número creciente de desplazamientos, los paseos, las excursiones, las peregrinaciones a las ermitas, las celebraciones religiosas y tantos acontecimientos vividos en común han dejado una imborrable huella en el interior de los residentes y visitantes.

Muchas personas ya no están con nosotros. Nos parece escuchar todavía sus voces, la narración de sus vivencias, el solemne recuerdo de sus sufrimientos y el alegre relato de sus éxitos, proyectos y sueños.

Hay casas abandonadas, cerradas definitivamente tras el traslado provisional o definitivo de sus últimos moradores. También encontramos calles despobladas y barrios poco habitados.

Hay casas renovadas con el esfuerzo y el trabajo continuo por no perder la memoria, el deseo de prolongar el recuerdo de los antepasados y la satisfacción de disponer de un espacio confortable para descansar y reponer fuerzas.

Impresiona acercarse a las iglesias parroquiales. Algunas reflejan muestras evidentes del paso de los años y las inclemencias del tiempo. Han sufrido las consecuencias del frío, las heladas, las lluvias y el granizo, los efectos del sol y el deterioro de los materiales. Muestran cicatrices y heridas, patologías y falta de mantenimiento. Además, las aves han contribuido a su deterioro.

Se necesita la colaboración de todos para hacer frente a las necesarias e ineludibles obras de conservación y rehabilitación. El diálogo con las administraciones públicas se consolida cada año en nuevos proyectos realizados en diversas localidades. Los resultados son visibles, la preocupación es compartida y las intervenciones son consensuadas.

El patrimonio histórico, artístico, documental y monumental está al servicio de todos porque expresa y manifiesta una común historia construida con las teselas de un inmenso mosaico arraigado en el tiempo.

Desde una perspectiva de proximidad física y afectiva se experimenta un profundo deseo de hacer algo, de contribuir, cada uno en la medida de sus posibilidades, para mantener viva la esperanza, para rendir un homenaje de gratitud a las generaciones precedentes, para disfrutar con pasión de la belleza y el valor de lo que se ha recibido y para favorecer que, en tiempos futuros, el patrimonio siga suscitando emoción y asombro.

Muchas gracias por vuestra generosidad y vuestra colaboración.

Recibid mi cordial saludo y mi bendición.

 

+ Julián Ruiz Martorell

Obispo de Sigüenza-Guadalajara

 

 

 

 

 

 

 

13 de JULIO - XV Domingo del Tiempo Ordinario

 

Texto bíblico

 

«Un hombre bajaba de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos bandidos, que lo desnudaron, lo molieron a palos y se marcharon, dejándolo medio muerto. Por casualidad, un sacerdote bajaba por aquel camino y, al verlo, dio un rodeo y pasó de largo. Y lo mismo hizo un levita que llegó a aquel sitio: al verlo dio un rodeo y pasó de largo. Pero un samaritano que iba de viaje llegó adonde estaba él y, al verlo, se compadeció, y acercándose, le vendó las heridas, echándoles aceite y vino, y, montándolo en su propia cabalgadura, lo llevó a una posada y lo cuidó. Al día siguiente, sacando dos denarios, se los dio al posadero y le dijo: “Cuida de él, y lo que gastes de más yo te lo pagaré cuando vuelva”. ¿Cuál de estos tres te parece que ha sido prójimo del que cayó en manos de los bandidos?». Él dijo: «El que practicó la misericordia con él». Jesús le dijo: «Anda y haz tú lo mismo». (Lc 10, 30-37)

 

 

Comentario

 

A lo largo de los Evangelio percibimos las imágenes en las que más se proyecta Jesús, y en el caso de hoy, lo contemplamos personalizando la figura del “Buen Samaritano”. En ella se nos muestra compasivo, pero a la vez rompe la mitificación de la ley, resaltando el comportamiento de un samaritano frente a la conducta de un sacerdote y un levita.

 

Este pasaje nos enseña cómo hacer el bien, sin que sepa la mano derecha lo que hace la izquierda. El samaritano, anónimo, cura al herido medio muerto, lo unge con aceite y vino, lo lleva a la posada, paga por su estancia, y desaparece, sin que espere el agradecimiento del asaltado en el camino.

 

Estamos en tiempo de verano, la propuesta restauradora que nos hace la parábola hace referencia a los sacramentos de la misericordia, de la Eucaristía, y del alojamiento en la Iglesia, que como le gustaba decir al papa Francisco, se debería convertir en hospital de campaña.

 

Propuesta

 

“Anda y haz tú lo mismo”.

 

 

 

 

 

La Virgen del Carmen, advocación de origen hebreo en alusión al Monte Carmelo y al profeta Elías, es la fiesta patronal de la Marina, de los carmelitas y de las carmelitas y de las gentes, trabajadores y familias del mar. Es la jornada pastoral del apostolado del mar y de las gentes del mar. Vaya nuestra felicitación a todas estas personas y colectivos y también a quien llevan su nombre: las Cármenes, Carmelos y Carmelas.

La liturgia de la Iglesia, en la oración colecta de la misa de la Virgen del Carmen y del oficio divino de las Horas, invita a rogar la intercesión de la Virgen María, en su advocación del Monte Carmelo, como ayuda para “llegar hasta Cristo monte de salvación". La Virgen del Carmen es la Estrella de los Mares, y la compañera fiel de toda travesía humanas, amés de puerto seguro en el peregrinar hasta Cristo.

La Virgen del Carmen es muy celebrada en nuestra diócesis. La población diocesana donde la fiesta es quizás mayor es Molina de Aragón con su Salve de la medianoche del 15 al 16 de julio, su misa solemne del día de la fiesta y posterior procesión de la correspondiente cofradía militar.  La imagen de la Virgen del Carmen de Molina de Aragón fue coronada por el entonces obispo diocesano, Atilano Rodríguez Martínez, el 22 de agosto de 2015. La Virgen del Carmen, junto al Cristo de las Victorias (1 de septiembre) y la Inmaculada Concepción de María (8 de diciembre) son las tres grandes fiestas de Molina.

 La Virgen del Carmen concita también el fervor en Guadalajara en su céntrica iglesia y en el convento de las Carmelitas Descalzas de San José, al igual que en el Carmelo Descalzo de Nuestra Señora de las Vírgenes de Iriépal. La Virgen del Carmen se celebra también fervor y especiales cultos en Sigüenza, Renales, Pareja, Almonacid de Zorita, Bolarque (en alguno de estos casos, con procesión por el pantano de Entrepeñas), Pastrana, Algora y en otras muchas localidades de la diócesis, como Alovera, aunque se celebración festiva y popular se hace coincidir con el día 8 de septiembre, festividad de la Natividad de Nuestra Señora. 

 

En el primer domingo del mes de julio, las diócesis españolas celebran la Jornada de Responsabilidad en el Tráfico. En 2025 alcanza su edición número 57 y lleva por lema “«El Señor te bendiga y te proteja» (Números 6,24) y colme tu esperanza”.

La jornada del Apostolado de la Carretera se sitúa el primer domingo de julio por un doble motivo: el comienzo del periodo veraniego, en el que aumentan los desplazamientos viales, y porque el 10 de julio se celebra la fiesta de San Cristóbal, patrono de los conductores. San Cristóbal (su nombre significa portador de Cristo y la iconografía, muy abundante en el arte cristiano, nos lo representa como un hombre de gran altura llevando a Cristo en sus hombros) es venerado por la Iglesia católica y la ortodoxa. Fue martirizado a comienzos del siglo IV.

La celebración de la fiesta de san Cristóbal es muy popular en la diócesis, como muestran los siguientes datos. Canales de Molina y Mojares tienen la iglesia parroquial dedicada a san Cristóbal. En la catedral de Sigüenza se contemplan dos imágenes de san Cristóbal, además de tener una campana menor con tal dedicación y nombre, con fecha de fundición de 1698, colocada en la torre sur. San Cristóbal tiene también una imagen contemporánea en la parroquia seguntina de Santa María.

Hay tradición de misas con procesión y con bendición de vehículos en localidades como Torija, Alovera, Yebra, Atienza, Yunquera, Cifuentes y en San Ginés de Guadalajara. Igual que otros pueblos, Orea tiene dedicado al santo un cerro, el punto más elevado de todo el Alto Tajo con 1.862 metros, donde se celebra romería y misa. También en Algora hay un cerro dedicado al santo, con romería, misa y bendición de campos en el primer sábado de mayo.

Como en años anteriores, la parroquia de San Gines de Guadalajara celebrará la fiesta de  San Cristóbal 2025 el domingo 6 de julio con dos actos: a las 10:30, la procesión con la imagen de San Cristóbal por la ciudad, acompañada de los conductores en sus automóviles; y a las 12:30, la celebración eucarística coronada con la bendición de vehículos en la puerta de la parroquia.

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