La prudencia, guía experta para el camino

Con motivo de la celebración del día de Responsabilidad en el Tráfico, el día 5 de julio, el obispo emérito de Sigüenza-Guadalajara y presidente del correspondiente departamento de la Conferencia Episcopal Española, José Sánchez, junto con el obispo Presidente de la Comisión Episcopal de Migraciones, Ciriaco Benavente, han dirigido el siguiente mensaje.

 

Queridos hermanos y amigos:

Como en años anteriores, entorno a de la fiesta de San Cristóbal y en el inicio de las vacaciones de verano, desde la Comisión Episcopal de Migraciones de la Conferencia Episcopal, en la tarea que corresponde al Departamento de la Pastoral de la Carretera, os hacemos llegar nuestro saludo afectuoso a todos vosotros, cuya vida y actividad están relacionadas con la carretera. Nos dirigimos, en primer lugar, a los camioneros, transportistas, taxistas, conductores de autobuses, de autocares, de ambulancias, bomberos, guardia civil, policía de tráfico, cofradías de san Cristóbal, asociaciones de transportistas. Nos dirigimos también a las personas que cada día pasáis buena parte de vuestro tiempo al volante por razones de trabajo, necesidad o esparcimiento. Y a vosotros los motoristas, ciclistas y peatones que, de una u otra manera, hacéis uso de las vías públicas: Que la paz, la alegría y la bendición del Señor, estén siempre con vosotros.

Desde la DGT continuamente nos  están invitando a todos los conductores  a la prudencia y al respeto de las normas. Es lógico, porque en ello está en juego la vida de muchas personas. Cumplen con su deber velando por la seguridad de los demás, aunque en ello vaya incluida la consecuencia desagradable de sancionar las infracciones.

Cuando conducimos un vehículo, es mucha la responsabilidad que asumimos con respecto a nuestra integridad física y en relación con los otros usuarios de la vía pública, a los que, debido a un mal comportamiento,  podemos herir o matar, aunque no sea esa nuestra intención.

 “Dios ha creado al hombre racional confiriéndole la dignidad de una persona dotada de iniciativa y del dominio de sus actos” (1) capaz de “hacer el bien y evitar el mal” (GS 16).

La Prudencia, guía experta para el camino”.

 La prudencia es una de las cuatro virtudes cardinales con la justicia, la fortaleza y la templanza y la hemos escogido como   guía de la Jornada de Responsabilidad en el Tráfico de 2015.

“La prudencia es la virtud que dispone la razón práctica a discernir en toda circunstancia nuestro verdadero bien y a elegir los medios rectos para realizarlo” (2). Si esto es verdad en cualquier circunstancia, lo es mucho más a la hora de hacer uso de la vía pública cuando, el resultado de mis actos es irrevocable, en un posible accidente con  heridos y muertos por medio.

La prudencia, dice Santo Tomás, es la “regla recta de la acción” (3)  ya que es ella quien guía directamente el juicio de conciencia, y el hombre prudente, decide y ordena su conducta según este juicio (4).

La sabiduría popular nos ha dejado no pocos ejemplos referidos  en forma de refranes que seguramente, con relativa frecuencia, repetimos: “Lo importante es llegar”. “Vale más tarde que nunca”, “Las prisas para nada son buenas”. “Vísteme despacio, que tengo prisa”. “Dar tiempo al tiempo”…

Estamos en pleno Año Jubilar del V Centenario de Santa Teresa de Jesús y, desde el Departamento de Pastoral de la Carretera, queremos verla de nuevo por nuestras calles y caminos. A su pluma debemos estas bellas palabras que hacemos nuestras: “el que no deja de andar e ir adelante, aunque tarde, llega” (Vida 19, 12).

Como “mujer inquieta y andariega” (5), la calificaron ya en su tiempo. “Pasó con sus sandalias desgastadas - dice el Papa Francisco - recorriendo caminos polvorientos: Medina del Campo, Malagón, Valladolid, Duruelo, Toledo, Pastrana, Salamanca, Segovia, Beas de Segura, Sevilla, Caravaca de la Cruz, Villanueva de la Jara, Palencia, Soria, Granada, Burgos y Alba de Tormes” (6).

Es hora de caminar” (7). Santa Teresa de Jesús sabe mucho de caminos y de movilidad. Durante los últimos 15 años, fundó 17 monasterios de monjas y 15 de frailes. Falleció en  Alba de Tormes en el 1582 a los 67 años, en uno de sus viajes de fundaciones.

Refiriéndose a Santa Teresa, dice el Papa Francisco: “La imagen del camino puede sintetizar muy bien la lección de su vida y de su obra. Ella entendió su vida como camino de perfección por el que Dios conduce al hombre, morada tras morada, hasta Él y, al mismo tiempo, lo pone en marcha hacia los hombres.  ¿Por qué caminos quiere llevarnos el Señor tras las huellas y de la mano de santa Teresa? Quisiera recordar cuatro que me hacen mucho bien: el camino de la alegría, de la oración, de la fraternidad y del propio tiempo” (8).

Es verdad, que en los quinientos años que nos separan del nacimiento de Santa Teresa, los tiempos han cambiado y que aquellos caminos, nada tienen que ver con los de hoy en día; como tampoco son lo mismo los medios de locomoción que usaban y que ahora usamos nosotros. Pero, como dice el Papa Francisco, “el camino de la alegría, de la oración, de la fraternidad y del propio tiempo” sigue siendo válido ahora como entonces; también, cuando conducimos o somos compañeros de viaje y, como al Papa, pueden hacernos mucho bien.

Camino de la alegría

Una cualidad sobresaliente en santa Teresa de Jesús es la alegría: "Tristeza y melancolía - dice ella - no las quiero en mi casa” y se enfrentaba a la vida, no sólo con serenidad, sino con buen humor y con gozo: ”No dejen de andar alegres y sirviendo”, recomendaba. (Camino 18, 5).

Cuánto debemos aprender de ella. Cuando viajamos en familia o en  compañía. Qué buenos momentos podemos aprovechar para dialogar en un clima distendido y hacer un viaje feliz. Desgraciadamente, con demasiada frecuencia, al menor contratiempo, nos enfadamos y perdemos la serenidad y la compostura, con la correspondiente  distracción y falta de atención a la carretera.

Camino de la oración

Si “entre los pucheros anda Dios” (Fundaciones 5,8), como dice la Santa, también anda Dios en nuestras carreteras y vehículos. Nuestro coche, nuestra cabina, nuestro taxi y demás vehículos, pueden ser lugares de oración,  que ella describe "no ser otra cosa, sino tratar de amistad,… con quien sabemos que nos ama” (Vida 8,5).

No se trata de convertir nuestro vehículo en una capilla, pero sí de crear un clima que nos invite a dirigirnos a Dios con una breve oración, una sencilla mirada al cielo,  haciendo la señal de la cruz  al iniciar o terminar el viaje, o escuchando orar a los acompañantes o por la radio, con tal de que sea compatible con nuestra atención a la conducción.  

Camino de fraternidad

Qué bien suenan estas palabras, “camino de fraternidad”. Aplicadas a la carretera, nos invitan a ser positivos a la hora de compartir vehículo y camino.

El camino ha hecho muchos amigos y ha dado múltiples oportunidades para ayudar al prójimo en algún problema. Cuando se comparte vehículo, no es momento de sacar trapos sucios de familia o de amigos, que, aparte de amargarnos el viaje, pueden alterarnos y repercutir en la seguridad vial.

No hay cosa enojosa que no se pase con facilidad en los que se aman”, dice la Santa. (Camino de Perfección 4,5). A ella le gustaba el buen humor, la sencillez y la naturalidad hasta el punto de afirmar que: "cuanto más santos, han de ser más conversables."

Camino del propio tiempo

Nada te turbe, nada te espante, todo se pasa, Dios no se muda, la paciencia todo lo alcanza, quien a Dios tiene nada le falta. ¡Sólo Dios basta!” (Poesía de la Santa).

Seguro que a muchos de vosotros, estas palabras de santa Teresa os son familiares y, referidas ahora, al ajetreo del tráfico, nos invitan a la prudencia,  al sosiego, a dar tiempo al tiempo y a no dejarnos atrapar por las prisas, que nunca son buenas  consejeras.

Prisas y volante, generalmente se llevan muy mal; así lo dicen las estadísticas de la DGT con un 22% de los accidentes mortales en nuestras carreteras.

Nada te turbe… la paciencia todo lo alcanza.” Sería bueno repetirnos estas palabras de la Santa una y mil  veces cuando sufrimos un atasco, tenemos una avería u otro contratiempo.

CONCLUSIÓN

En no pocas ciudades y pueblos de nuestra geografía,  durante estos días de julio, promovido por las cofradías de san Cristóbal o asociaciones de transportistas, son muchos los conductores, profesionales o no, que os  reunís  festivamente para participar fraternalmente  en la santa Misa, asistir a la bendición de los vehículos y comer juntos. Nos unimos de corazón a la alegría de la fiesta del santo patrono, sin olvidarnos de las dificultades que muchos de vosotros estáis pasando, debido a la crisis  que no termina de desaparecer.

“La Iglesia, madre de puertas abiertas, siempre está en camino hacia los hombres para llevarles aquel “agua viva” (cf. Jn 4,10) que riega el huerto de su corazón sediento” (9).

A todos y a cada uno  de los conductores, juntamente con vuestras familias,  pero de modo muy especial a los profesionales del volante, os tenemos muy presentes  en nuestras oraciones y en nuestro afecto y os deseamos  unas felices  fiestas  de san Cristóbal 2015, con la alegría, buen humor y  gozo que irradia santa Teresa de Jesús.

 

Que la Santísima Virgen María,  tan cercana en las familiares advocaciones de vuestro pueblo o  ciudad, os acompañe y bendiga con San Cristóbal.

 

    De corazón, y  con todo afecto,  os bendecimos  en el Señor

 

Madrid, día 5 de julio de 2015

 

+ Ciriaco Benavente Mateos

Presidente de la Comisión Episcopal de Migraciones

+ José Sánchez González

Presidente del Departamento de Pastoral de la Carretera

 

 

NOTAS:

 

(1)       Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1730                                                   

(2)       (Catecismo de la Iglesia Católica, nº 1806)

(3)       (S. TH. 2-2, 47,2)

(4)       (Cf. Catecismo de la Iglesia católica nº 1806)

(5)       Filippo Sega, nuncio papal en España en 1578        

(6)       Mensaje del Papa Francisco al obispo de Ávila el 28 de marzo de 2015

(7)       Ana de San Bartolomé

(8)       Mensaje del Papa Francisco con motivo del V centenario del nacimiento de         Santa Teresa de Jesús del 15 de octubre de 2014

(9)       Ídem

 

LITURGIA JORNADA DE LA RESPONSABILIDAD EN EL TRÁFICO (clica este enlace)

 

 

El día 29 de junio, solemnidad de San Pedro y San Pablo, celebramos el Día del Papa y la colecta llamada desde los primeros siglos Óbolo de San Pedro.

En el Día del Papa estamos invitados, de manera especial, a meditar en el ministerio del Sucesor de Pedro, el Papa Francisco, a orar por él y a contribuir con nuestras limosnas y donativos a su misión evangelizadora y de caridad. 

El Romano Pontífice, como Sucesor de Pedro, es el principio y fundamento perpetuo y visible de unidad así de los obispos como de la multitud de los fieles. Es Pastor de toda la Iglesia y tiene potestad plena, suprema y universal. Es el Vicario de Cristo. 

Ya en la primera hora de la Iglesia, cuando Pedro estaba en la cárcel, toda la comunidad oraba insistentemente a Dios por él (cfr. Hc 12, 59). Hoy toda la Iglesia tiene el deber de orar por el Papa. Cuando oramos por el Sucesor de Pedro, que “preside la caridad de todas las Iglesias”, como afirmó San Ignacio de Antioquia, pedimos que la Iglesia se mantenga fiel a su magisterio, para que, como los primeros cristianos, vivamos como hermanos arraigados firmemente en el amor y en la caridad. 

Junto con la oración y el agradecimiento, esta Jornada es una llamada a colaborar con nuestras limosnas y donativos a la colecta especial. A través de ella ayudamos al Papa para que pueda realizar su misión a favor de la Iglesia Universal y de los más pobres de la tierra. 

Francisco (en latín, Franciscus PP.), de nombre secular Jorge Mario Bergoglio (Buenos Aires, Argentina; 17 de diciembre de 1936) es el 266.º y actual papa de la Iglesia católica. Como tal, es el jefe de Estado del Estado de la Ciudad del Vaticano. Tras la renuncia al cargo de Benedicto XVI, fue elegido el 13 de marzo de 2013 en la quinta votación efectuada durante el segundo día de cónclave.

La encíclica Laudato Sii del papa Francisco, de 246 puntos y firmada el domingo de pentecostés, da comienzo con el cántico de las criaturas de San Francisco de Asís, para a continuación lamentar el daño que con nuestros pecados hacemos en la “hermana agua, hermana tierra”.

En la introducción, Francisco hace un repaso a las palabras de sus predecesores, desde Pablo VI hasta Benedicto XVI, sobre el cuidado de la naturaleza y prosigue citando textos de líderes no católicos que también lamentan el daño a la creación por parte del hombre. La introducción termina con una cita de S. Francisco de Asís, “ejemplo por excelencia del cuidado de lo débil”, que nos invita a “reconocer en la naturaleza un libro espléndido en el que Dios nos habla de su belleza”.

El capítulo primero de la encíclica se titula “Lo que está ocurriendo en nuestra casa”, y en él analiza Francisco “los cambios climáticos”, que afectan especialmente a los países subdesarrollados, la cuestión del agua, la pérdida de biodiversidad, el deterioro de la calidad de vida y las desigualdades planetarias, concluyendo con la diversidad de opiniones al respecto.

El segundo capítulo se titula “El Evangelio de la Creación”, y versa sobre la luz de la fe y la sabiduría del relato bíblico, alrededor del destino universal de los bienes. Para el Papa “creyentes y no creyentes estamos hoy de acuerdo en que la tierra es una heredad común cuyos frutos deben ir en beneficio de todos”.

El Papa dedica el tercer capítulo de Laudato Sii a analizar “la raíz humana de la crisis ecológica”, por la “globalización del paradigma tecnocrático”. Denuncia el Papa que “la inmensa crecida tecnológica no ha estado acompañada de un desarrollo del ser humano en lo que respecta a la responsabilidad, los valores y la conciencia”.

El cuarto capítulo trata de construir una ecología integral, diferenciando entre ecología ambiental, económica, social, cultural y de la vida cotidiana, remarcando en todo caso la justicia con las generaciones venideras y el principio del Bien común: “El Bien común presupone el respeto de la persona humana como tal, con derechos fundamentales e inalienables ordenados a su desarrollo integral.”

El quinto capítulo propone algunas líneas de orientación y acción, en los que propone el diálogo entre política y economía, y el dialogo entre fe y ciencia. El Papa critica que el sistema de cuotas de emisión establecido por Kyoto tiene el peligro de imponer a los países pobres condiciones similares a las de los países ricos, penalizando así a los países más desfavorecidos. Máxime cuando esos derechos de emisión son objeto de negociación en mercados secundarios, generando una especulación que no colabora con la reducción de la contaminación. Asegura el papa, en ese sentido, que para los países pobres la prioridad política debe ser la erradicación de la miseria y el desarrollo de sus habitantes, mientras que la reducción de contaminaciones debe ser siempre promovida con el apoyo de los países ricos.

El sexto capítulo y último de la encíclica, titulado “Educación y espiritualidad ecológica”, propone apuntar hacia otro estilo de vida, educando en la alianza entre la humanidad y el ambiente.

En los puntos 15 y 16 de la encíclica, últimos de la introducción, el papa resume lo que es su intención y la estructura del documento:

15. “Espero que esta encíclica, que se suma a la doctrina social de la Iglesia, nos ayude a reconocer la magnitud, la urgencia y la belleza del reto al que nos enfrentamos. En primer lugar, voy a hacer un breve recorrido por diversos aspectos de la crisis ecológica actual con el fin de tomar los mejores frutos de la investigación científica ya está disponible. A partir de esta visión general, me ocuparé de algunos de los argumentos que nacen de la tradición judeo-cristiana, con el fin de dar mayor coherencia a nuestro compromiso con el medio ambiente. Después voy a tratar de llegar a las raíces de situación actual, con el fin de no  entender solamente los síntomas, sino también las causas profundas. Así podremos proponer una ecología que, en sus diversas dimensiones, integran el lugar específico que el ser humano ocupa en este mundo y sus relaciones con el mundo que le rodea. A la luz de tales reflexiones quisiera dar un paso al frente en algunas lineas de diálogo y de acción que involucran a cada uno de nosotros o a la política internacional. Por último, ya que estoy convencido de que cualquier cambio necesita de motivaciones y de un viaje educativo, voy a proponer algunas líneas de desarrollo humano inspirado en el tesoro de la experiencia espiritual cristiana.”

16. Cada capítulo, aunque tiene su propio tema y una metodología específica, toma a su vez, desde una nueva perspectiva, los temas importantes tratados en los capítulos anteriores. Esto se refiere especialmente a algunos pilares que atraviesan toda la Encíclica. Por ejemplo: la relación íntima entre los pobres y la fragilidad del planeta; la creencia de que todo en el mundo está estrechamente relacionado; la crítica del nuevo paradigma y las formas de poder que surgen de la tecnología; una invitación a buscar otras formas de entender la economía y el progreso; el valor intrínseco de toda criatura; el sentido humano de la ecología; la necesidad de debates sinceros y honestos; la grave responsabilidad de la política local e internacional; la cultura del descarte y la propuesta de un nuevo estilo de vida. Estos temas no están cerrados o abandonados, sino que constantemente se toman y son enriquecidos.

 

CARTA ENCÍCLICA LAUDATO SI’ DEL SANTO PADRE FRANCISCO SOBRE EL CUIDADO DE LA CASA COMÚN

Nota de prensa de Cáritas

  

 

Primera decena del mes: del 1 al 10

Día 1. La Cruz es el árbol en que quiso redimirnos Jesús. Quiso morir con los brazos extendidos para abrazar a todos los hombres. Amemos a quien tanto nos ha amado.

Día 2. La Cruz es la escalera por la cual podemos subir al Cielo. Quien pretenda salvarse por otro camino, se equivoca y va a su eterna ruina. Abracémonos con la Cruz.

Día 3. La Cruz es la balanza con que Jesús paga el precio de nuestro rescate. Nuestros méritos son nulos; los de Jesús son infinitos. Confiemos en Jesús Crucificado.

Día 4. La Cruz es la espada con la cual venceremos a los enemigos de nuestra salvación. Sin ella seremos vencidos. Sin Jesús nada podemos; con Él podemos todo.

Día 5. La Cruz es la palanca que, apoyándose en los méritos de Jesús, nos da fuerzas para levantar la pesadez de nuestra naturaleza caída y elevarla a lo sobrenatural.

Día 6. La Cruz es el puente que, al atravesar el abismo de la muerte, nos trasladará a las orillas ciertas y placenteras de una eternidad feliz. i Ay del que no se vale de ella ¡

Día 7. La Cruz es el martillo que aplastará un día a cuantos van contra ella. De Dios nadie se burla. Ahora calla; pero vendrá un día en que hablará y... Premiará o castigará.

Día 8. La Cruz es la llave con que Jesús ha querido abrirnos las puertas de la gloria y cerrarnos las del infierno. Llevémosla siempre sobre nuestro pecho y tengámosla en la cabecera de nuestro lecho.

Día 9. La Cruz es el áncora que nos salvará de las tempestades del mar proceloso de este mundo y nos conducirá al puerto seguro de salvación. Sin ella pereceremos infaliblemente.

Día 10. La Cruz es el faro que ilumina nuestra inteligencia, nos habla del infinito amor de un Dios y nos muestra el término de nuestra vida. Pensemos en lo que nos espera.

Segunda decena: del 11 al 20

Día 11. Lanzada contra el Corazón de Cristo es la blasfemia, o la proferida por labios inmundos, o la declamada en la tribuna, o la impresa en el libro herético o impío. iAborrezcámosla!

Día 12. Lanzada contra el Corazón de Cristo es la inmoralidad que a tantas almas seduce y que se manifiesta en el hablar y vestir, en la playa y en los espectáculos, en la novela y aún en el deporte. iAlerta con ella!

Día 13. Lanzada contra el Corazón de Cristo es la impiedad, el desprecio que se hace de las cosas sagradas; la burla y el sarcasmo contra las mismas; la negación de las verdades y doctrinas de Jesús.

Día 14. Lanzada contra el Corazón de Cristo es la profanación que se hace impune y públicamente de los días del Señor; la omisión de la Santa Misa; el convertir los días santos en días de pecado.

Día 15. Lanzada contra el Corazón de Cristo son los odios que reinan hoy en el mundo, tan contrario a Aquel que vino a enseñarnos las dulzuras de la divina Caridad y amor entre todos.

Día 16. Lanzada contra el Corazón de Cristo son las persecuciones que sufre la Iglesia, salida del Costado del Divino Redentor, sobre todo los que sufre de parte de las naciones anticristianas.

Día 17. Lanzada contra el Corazón de Cristo es el ateísmo materialista que pretende hoy dominar el mundo, borrar de las inteligencias todo el orden sobrenatural y sumirlo en el abismo de toda maldad.

Día 18. Lanzada contra el Corazón de Cristo son los tantos sacrilegios como se cometen contra todo lo más santo y sagrado y en la recepción de los santos Sacramentos indignamente recibidos.

Día 19. Lanzada contra el Corazón de Cristo es el desconocimiento que reina de la vida y doctrina de Jesús, aun por parte de muchos cristianos, que lo son solamente de nombre, pero no en realidad.

Día 20. Lanzada contra el Corazón de Cristo es la condenación eterna de tantos hombres, que no han querido aprovecharse de la Divina Sangre, derramada para su salvación.

Tercera decena: del 21 al 30

Día 21. Espina para el Corazón de Jesús es la falta de una fe viva por parte de muchos que le aman y sirven, y le sirven casi a la fuerza y arrastrándose más que caminando, en la vida espiritual.

Día 22. Espina es la falta de conformidad con la voluntad de Dios, que hace murmurar de la Divina Providencia, cuando las cosas no suceden según el propio gusto o capricho.

Día 23. Espina es la falta de caridad que tienen los pudientes con los menesterosos. Siempre habrá pobres en el mundo; pero no habría de haber miserables. Jesús impone la caridad como ley suya.

Día 24. Espina es la falta de devoción que manifiestan muchos cristianos en sus mismas oraciones; y las irreverencias que cometen en los templos con su porte poco cristiano.

Día 25. Espina es para el Corazón de Jesús la falta de paciencia y dominio propio de muchos cristianos, que no saben sufrir la menor contrariedad sin quejarse o incomodarse.

Día 26. Espina es para el Corazón de Jesús la sobra de comodidades de aquellos cristianos que se espantan al solo nombre del sacrificio y nada hacen por amor de Jesús, que tanto sufrió por ellos.

Día 27. Espina es la sobra de amor propio que domina en tantos corazones que no pueden soportar el menor aviso o corrección, viviendo por otra parte llenos de defectos.

Día 28. Espina es la sobra de negligencia con que se hacen las cosas de Dios. Mientras algunos son todo actividad y energía para las cosas puramente temporales.

Día 29. Espina es la sobra de frialdad, causa de que muchos cristianos, por otra parte buenos, cometan muchos pecados veniales sin que traten de enmendarse de ellos.

Día 30. Espina es para el Corazón de Jesús ver la falta de cristianos en los templos y la sobra de ellos en los centros de mundanas diversiones. El Corazón de Jesús ama, y no es amado. ¿Qué haces tú?

 

LETANÍAS DEL SAGRADO
CORAZÓN DE JESÚS

Señor, misericordia.
Jesucristo, misericordia.
Señor, misericordia.
Jesucristo, óyenos.
Jesucristo, escúchanos.
Dios Padre celestial,
Ten piedad de nosotros
Dios Hijo, Redentor del mundo,
Dios Espíritu Santo,
Santísima Trinidad un solo Dios,
Corazón de Jesús, Hijo del Eterno Padre,
Corazón de Jesús, Formado por el Espíritu Santo en el Seno de María
Corazón de Jesús, unido sustancialmente al Verbo,
Corazón de Jesús, de Majestad infinita
Corazón de Jesús, santo Templo de Dios
Corazón de Jesús, Tabernáculo del Altísimo
Corazón de Jesús, casa de Dios y puerta del Cielo
Corazón de Jesús, horno de encendido amor
Corazón de Jesús, receptáculo de la justicia y amor
Corazón de Jesús, lleno de bondad y amor
Corazón de Jesús, abismo de todas las virtudes
Corazón de Jesús, dignísimo de toda alabanza
Corazón de Jesús, Rey y centro de toda alabanza
Corazón de Jesús, en quien están todos los tesoros de sabiduría y ciencia
Corazón de Jesús, en quien habita la plenitud de la Divinidad
Corazón de Jesús, en quien el Padre se ha complacido
Corazón de Jesús, de cuya plenitud todos hemos recibido
Corazón de Jesús deseo de los collados eternos
Corazón de Jesús, paciente y de mucha misericordia
Corazón de Jesús, rico para todos los que lo invocan
Corazón de Jesús, fuente de vida y santidad
Corazón de Jesús, propiciación de nuestros pecados
Corazón de Jesús, saturado de oprobios
Corazón de Jesús, oprimido por nuestras maldades
Corazón de Jesús, hecho obediente hasta la muerte
Corazón de Jesús, traspasado por la lanza
Corazón de Jesús, fuente de todo consuelo,
Corazón de Jesús, vida y resurrección nuestra
Corazón de Jesús, paz y reconciliación nuestra
Corazón de Jesús, víctima de los pecadores
Corazón de Jesús, salvación de los que esperan en Ti
Corazón de Jesús, esperanza de los que en Ti mueren
Corazón de Jesús, delicia de todos los santos,

Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo.
Perdónanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
Escúchanos, Señor.
Cordero de Dios que quitas los pecados del mundo,
Ten misericordia de nosotros.

Jesús Manso y humilde de corazón,
Haz nuestro corazón semejante al tuyo

Oración: Omnipotente y sempiterno Dios, mira al Corazón de tu muy amado Hijo y a las alabanzas y satisfacciones que te tributa en nombre de los pecadores; concede benigno el perdón a los que invocamos tu misericordia, en el nombre del mismo Jesucristo, tu Hijo, que contigo vive y reina en unión del Espíritu Santo Dios, por todos los siglos de los siglos. Amén.

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