Por la Comunidad de la Madre de Dios

(Monasterio de Buenafuente)

 

 

 

Queridos amigos en el Señor:

Hoy queremos compartir la carta, del mes de mayo, de nuestro capellán D. Ángel Moreno Sancho. Informa de nuestra situación  y trasmite la entrega orante de la Comunidad en favor de la Humanidad. 

Nuestra oración y saludo fraterno, desde Buenafuente del  Sistal

 

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Juan Fogué

(Delegación de Piedad Popular, Cofradías y Hermandades)

 

 

La epidemia del coronavirus está haciendo tambalearse la economía mundial. Los distintos gobiernos pelean frente al virus, unos con más acierto y otros con menos. Por desgracia, cientos de miles de personas están falleciendo por todo el orbe y por primera vez en la historia más de mil millones de seres humanos son confinados en sus hogares para tratar de frenar la pandemia. Son tiempos recios, no cabe duda.

Y mientras tanto, en este tiempo Pascual tan excepcional, las familias se erigen, de nuevo, en pilar fundamental de nuestra sociedad. Las familias han cuidado de los niños durante estos largos días de encierro, les han entretenido, les han contado cuentos, les han ayudado con las tareas del colegio, los han alimentado, han orado con ellos y les han quitado los miedos cuando el insidioso coronavirus se colaba en sus sueños.

Las familias están sosteniendo emocional, psicológica e incluso físicamente a todos sus miembros. Las llamadas y videollamadas entre padres e hijos, hermanos, etc. se han vuelto más emocionantes y necesarias que nunca y suponen un bálsamo para los momentos en los que el ánimo decae.

Las familias se han organizado rápidamente para ayudar y proteger a los más mayores, los más vulnerables, llevándoles comida y cualquier cosa que necesitasen, evitando que salieran a la calle y se expusiesen al contagio.

Y las familias se convertirán de nuevo en soporte y refugio de los millones y millones de seres humanos que están perdiendo sus empleos y su esperanza.

Las familias, al fin y al cabo, están dando ejemplo de entereza, de saber estar, de educación y de amor. Y sin ellas, nuestro mundo, sencillamente, no sería posible.

Estamos en mayo, mes de la Virgen y de manera muy especial de su advocación de Fátima. Sor Lucía, una de las videntes, escribió que la batalla final entre el Señor y Satanás será sobre la familia y sobre el matrimonio. Y todos somos conscientes de que, efectivamente, existe ahora mismo una corriente que dirige sus esfuerzos en socavar y destruir la familia y el matrimonio. Pero ¡qué paradójico! ¿se imaginan una epidemia como la actual sin el apoyo familiar?... ¿quién arropó a los millones de desempleados de la anterior crisis? ¿y quién los volverá a arropar y proteger en la crisis que se acaba de desatar? evidentemente la FAMILIA.

Cuando la economía va bien, unos cuantos, en su mayoría personas acomodadas e influyentes, prefieren el nihilismo, el orgullo y el relativismo de vidas dedicadas al más desatado egoísmo y lo intentan imponer al resto de la sociedad a través de los medios más diversos. Pero cuando vienen mal dadas, como ahora, todos buscan refugio en los más cercanos, en su núcleo familiar… y lo encuentran.

Seamos sensatos y meditemos durante este tiempo de júbilo por la resurrección del Señor, sobre la importancia real que la familia tiene en nuestras vidas. Protejámosla y dediquémosle el tiempo y la atención necesarias para que sea el germen de una nueva sociedad y de una nueva vida basada en el verdadero y desinteresado AMOR que Cristo nos enseñó.

Junto a donativos, gestos, acciones, mensajes y celebraciones especiales, ahora, para el mes de mayo, invita al rezo diario del Rosario para acabar con la pandemia

 

Por Jesús de las Heras Muela

(Periodista y sacerdote. Deán de la catedral de Sigüenza)

 

 

 

 

 

 

 

 

Desde que a mitad de febrero, el coronavirus llegara a Italia, el Papa Francisco se ha prodigado en mensajes, acciones y gestos de distinta naturaleza (entre otros muchos, donativos económicos para material sanitaria y para reforzar los trabajos de las distintas Cáritas nacionales). Así, por ejemplo,  el Hospital San Rafael de los Hermanos de San Juan de Dios en Madrid recibió recientemente un contingente destacado de material sanitario enviado por el Papa a través de su nuncio en España, monseñor Bernardito Auza. También han llegado ayudas papales a Siria e Irak, amén de preparar sendos fondos económicos para llegar a los países subdesarrollados y a los países de misión.

El 3 de marzo comenzó en Italia el estado de alarma por emergencia sanitaria grave. Doce días después en España y en fechas aproximadas, antes y después, en otros muchos países. Desde el pasado 6 de marzo, todos los días el Papa Francisco escribe al menos un mensaje en Twitter para contribuir a frenar la pandemia del coronavirus. Son ya más de un centenar de mensajes en Twitter con el hashtag, etiqueta #OremosJuntos. Próximamente, esta misma página de Religión de NUEVA ALCARRIA recogerá los textos más significativos de estos mensajes.

 

Peregrinaciones y celebraciones especiales 

El domingo 15 de marzo, por la tarde, el Santo Padre realizó una peregrinación privada a la céntrica iglesia romana de San Marcelo (junto a la oficina principal de Correos en Roma), donde se venera una preciosa talla del llamado Cristo de los Milagros o Cristo de la Peste, pues según cuenta la historia, dicha imagen fue sacada procesionalmente por las calles de la ciudad eterna en 1522, durante dieciséis días, y además logró salvarse de un incendio. Esta misma imagen fue la que utilizó san Juan Pablo II durante la liturgia penitencial del Jubileo del 2000, el domingo 12 de marzo de 2000, y en la que pidió perdón público por los errores y pecados históricos de la Iglesia a lo largo de los siglos.

Francisco, por su parte, completó su peregrinación de la tarde del domingo 15 de marzo con una nueva visita –un centenar de ocasiones lo ha hecho ya- a la basílica papal de Santa maría la Mayor de Roma, donde se venera el icono patronal y advocación mariana también patronal de Roma: “Salus Populi Romani” (Virgen de la Salud de Roma).

Tanto el Cristo de San Marcelo como la  “Salus Populi Romani”  presidieron las solitarias celebraciones papales de la Semana Santa de 2020 en la basílica de San Pedro, del 5 al 12 de abril. Y antes, la impresionante vigilia de oración con adoración eucarística y bendición especial “urbi et oribi” (“para la ciudad y para el mundo”). Esta misma bendición papal, con indulgencia plenaria, la impartió, como es habitual, tras la misa del Domingo de Pascua. Una imagen de la misa de Pascua del Papa, el domingo 12 de abril, en San Pedro de Roma, con el Cristo contra de la Peste, ya descrito, ilustra este artículo.

 

Carta para el rezo diario del Rosario

 Con fecha 25 de abril, en las vísperas, pues, del mes de mayo, Francisco escribió una carta pública a todos los fieles, invitándoles al rezo diario del Rosario, durante el mes de mayo, mes dedicado tradicionalmente a la Virgen María:

Este es su texto: “Queridos hermanos y hermanas, se aproxima el mes de mayo, en el que el pueblo de Dios manifiesta con particular intensidad su amor y devoción a la Virgen María. En este mes, es tradición rezar el Rosario en casa, con la familia. Las restricciones de la pandemia nos han obligado a valorizar esta dimensión doméstica, también desde un punto de vista espiritual.

Por eso, he pensado proponerles a todos que redescubramos la belleza de rezar el Rosario en casa durante el mes de mayo. Ustedes pueden elegir, según la situación, rezarlo juntos o de manera personal, apreciando lo bueno de ambas posibilidades. Pero, en cualquier caso, hay un secreto para hacerlo: la sencillez; y es fácil encontrar, incluso en internet, buenos esquemas de oración para seguir. Además, les ofrezco dos textos de oraciones a la Virgen que pueden recitar al final del Rosario, y que yo mismo diré durante el mes de mayo, unido espiritualmente a ustedes. Los adjunto a esta carta para que estén a disposición de todos (ver después).

Queridos hermanos y hermanas: contemplar juntos el rostro de Cristo con el corazón de María, nuestra Madre, nos unirá todavía más como familia espiritual y nos ayudará a superar esta prueba. Rezaré por ustedes, especialmente por los que más sufren, y ustedes, por favor, recen por mí. Les agradezco y los bendigo de corazón”.

 

Dos oraciones especiales a la Virgen María

Una de las dos oraciones a la que alude el Papa en el apartado anterior, ya la propuso al comienzo de la pandemia. Es una oración a la Virgen María, que ya fue publicada en esta misma página de NUEVA ALCARRIA, en su edición del pasado 20 de marzo. Dice así “¡Oh María, tú resplandeces siempre en nuestro camino como signo de salvación y de esperanza! Nosotros nos confiamos a ti, Salud de los enfermos, que bajo la cruz estuviste asociada al dolor de Jesús, manteniendo firme tu fe. Tú, Salvación de todos los pueblos, sabes de qué tenemos necesidad y estamos seguros que proveerás, para que, como en Caná de Galilea, pueda volver la alegría y la fiesta después de este momento de prueba.

Ayúdanos, Madre del Divino Amor, a conformarnos a la voluntad del Padre y a hacer lo que nos dirá Jesús, quien ha tomado sobre sí nuestros sufrimientos y ha cargado nuestros dolores para conducirnos, a través de la cruz, a la alegría de la resurrección. Bajo tu protección buscamos refugio, Santa Madre de Dios. No desprecies nuestras súplicas que estamos en la prueba y libéranos de todo pecado, ¡oh, Virgen gloriosa y bendita!”.

El lector la encontrará en la estampa editada al efecto con la Virgen de la Salud de Barbatona, imagen que acompaña estas líneas.

Ahora y ante el mes de mayo, el mes de la Virgen María, y con la invitación al rezo diario del Rosario en familia o personalmente, Francisco ha compuesto una segunda oración. Es la siguiente: «Bajo tu amparo nos acogemos, Santa Madre de Dios». En la dramática situación actual, llena de sufrimientos y angustias que oprimen al mundo entero, acudimos a ti, Madre de Dios y Madre nuestra, y buscamos refugio bajo tu protección.

¡Oh, Virgen María!, vuelve a nosotros tus ojos misericordiosos en esta pandemia de coronavirus, y consuela a los que se encuentran confundidos y lloran por la pérdida de sus seres queridos, a veces sepultados de un modo que hiere el alma. Sostiene a aquellos que están angustiados porque, para evitar el contagio, no pueden estar cerca de las personas enfermas.

Infunde confianza a quienes viven en el temor de un futuro incierto y de las consecuencias en la economía y en el trabajo. Madre de Dios y Madre nuestra, implora al Padre de misericordia que esta dura prueba termine y que volvamos a encontrar un horizonte de esperanza y de paz.

Como en Caná, intercede ante tu Divino Hijo, pidiéndole que consuele a las familias de los enfermos y de las víctimas, y que abra sus corazones a la esperanza. Protege a los médicos, a los enfermeros, al personal sanitario, a los voluntarios que en este periodo de emergencia combaten en primera línea y arriesgan sus vidas para salvar otras vidas. Acompaña su heroico esfuerzo y concédeles fuerza, bondad y salud. Permanece junto a quienes asisten, noche y día, a los enfermos, y a los sacerdotes que, con solicitud pastoral y compromiso evangélico, tratan de ayudar y sostener a todos.  Virgen Santa, ilumina las mentes de los hombres y mujeres de ciencia, para que encuentren las soluciones adecuadas y se venza este virus.

Asiste a los líderes de las naciones, para que actúen con sabiduría, diligencia y generosidad, socorriendo a los que carecen de lo necesario para vivir, planificando soluciones sociales y económicas de largo alcance y con un espíritu de solidaridad.

Santa María, toca las conciencias para que las grandes sumas de dinero utilizadas en la incrementación y en el perfeccionamiento de armamentos sean destinadas a promover estudios adecuados para la prevención de futuras catástrofes similares.

Madre amantísima, acrecienta en el mundo el sentido de pertenencia a una única y gran familia, tomando conciencia del vínculo que nos une a todos, para que, con un espíritu fraterno y solidario, salgamos en ayuda de las numerosas formas de pobreza y situaciones de miseria. Anima la firmeza en la fe, la perseverancia en el servicio y la constancia en la oración.

¡Oh, María, Consuelo de los afligidos!, abraza a todos tus hijos atribulados, haz que Dios nos libere con su mano poderosa de esta terrible epidemia y que la vida pueda reanudar su curso normal con serenidad. Nos encomendamos a Ti, que brillas en nuestro camino como signo de salvación y de esperanza. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce Virgen María! Amén”.

 

Los misterios del Rosario

Los lunes y los sábados corresponden los misterios gozosos (1º Encarnación; 2º Visitación; 3º Natividad; 4º Presentación en el templo; y 5º, Pérdida y hallazgo del Niño Jesús). Los martes y viernes es el turno para los misteriosos dolorosos (1º Getsemaní; 2º Flagelación; 3º Coronación de espinas; 4º Vía Crucis; y 5ª Crucifixión y muerte del Señor).

Los jueves son los misterios luminosos (1º Bautismo del Señor, 2º Bodas de Caná; 3º Predicación del Reino; 4º, Transfiguración; y 5º Última Cena). Son los misterios creados en 2002 por el Papa Juan Pablo II. Y los miércoles y los domingos, los misterios gloriosos (1º Resurrección del Señor; 2º Ascensión del Señor; 3º Pentecostés; 4º Asunción de María; y 5º Coronación de María).

Acabado el Rosario, se rezan las Letanías lauretanas y el  Padre Nuestro, Ave María y Gloria por las intenciones del Papa. Y ahora, cada día, una de las dos oraciones propuestas por Francisco.

 

Campaña nacional y misa por 13 TV desde Barbatona

Coincidiendo con esta propuesta del Papa, en toda España se ha lanzado una campaña del rezo diario del Rosario, con un mapa interactivo, donde cada persona puede apuntarse, indicando la ciudad o pueblo y el horario aproximado donde lo reza. En Sigüenza, el domingo 26 de abril, ya había apuntadas más de un centenar de personas.

Por otro lado, el obispo diocesano, monseñor Atilano Rodríguez, en una carta a los sacerdotes diocesanos, ha realizado asimismo la siguiente comunicación:” El próximo día 10 de mayo estaba previsto realizar la Marcha Diocesana al Santuario de Nuestra Señora de la Salud de Barbatona. Con dolor por parte de todos, tenemos que suspenderla. No obstante, debo comunicaros una buena noticia: una persona oriunda de Barbatona, que tiene una productora de televisión en Madrid, se ha ofrecido generosamente para hacer la retransmisión de la santa misa desde el santuario, cumpliendo con las normas dictadas por el gobierno de la nación y por las autoridades sanitarias”. Será el domingo 10 de mayo, a las 12 horas, por 13 TV y otras plataformas televisivas y de internet y redes sociales. El próximo viernes dedicaremos esta página al tema.

 

Artículo publicado en 'Nueva Alcarria' el 1 de mayo de 2020

Laura Lara y María Lara

(Profesoras universitarias, escritoras y académicas de la Televisión) (*)

 

 

 

En el primer Día de la Madre en confinamiento, dedicamos este artículo a nuestra madre, Mª Isabel?, y a nuestra abuela Pilar, quien el 29 de mayo celebrará su cumpleaños?.

 

Desde millares de años antes de que apareciera la escritura, el devenir del hombre sobre nuestro planeta ha estado marcado por el duelo entre la naturaleza y la creatividad, entre el carácter silvestre de los frutos y la domesticación, entre el impulso del instinto y la calma del artificio.

De la organización de los recursos saben bastante las madres y, por ello, traemos esta historia pictórica a colación en este mes de mayo, dedicado a la Virgen María.

Hace unos años, paseando por Francia durante una de nuestras estancias docentes e investigadoras, una instantánea captaba poderosamente nuestra atención. Se trataba de una obra de Jean-Francois Millet pintada hacia 1860, justo después de que la tercera oleada de revoluciones liberales sembrara en Europa el concepto de “primavera de los pueblos”.

Conservada en el Palacio de Bellas Artes de Lille, el título de la obra, “Dando de comer”, ya hace pensar. Pero cuando uno mueve las pupilas por cada uno de los personajes comprueba la destreza con la que este exponente del realismo supo transmitir la inocencia del campesino en contraste con la desolación que acompañaba al individuo abocado al anonimato en la sociedad industrial.

"Me gustaría que, en la mujer que preparaba el desayuno de sus hijas, imaginemos una cría de pájaros... El hombre trabaja para alimentar a estos seres”. Así de conmovedor se expresaba Millet tras componer este lienzo en la campiña de Barbizon, donde la luz que inunda el jardín  hace palpable el abanico de actitudes.

La narración sentimental de una anécdota se convierte en lazo del mundo y, así, sentadas en el umbral de la casa, tres niñas con el mismo babero azul se disponen a tomar el almuerzo. La mayor de ellas acuna a una muñeca. La mediana sostiene la mano de la hermana pequeña para que coma sin poner excusas. La madre inclina la banqueta para acercarle a la boca la cuchara de madera. El perro duerme. Las gallinas curiosean la escena. El padre trabaja al fondo, en los quehaceres agrícolas de la granja. Y la yedra sigue creciendo adherida a las paredes de piedra.

Sin duda, que en la iglesia cercana se habrían escuchado multitud de veces las palabras de Jesús a los discípulos: “dadles vosotros de comer”. Las pronunció Cristo al poco de enterarse de la muerte de Juan el Bautista, cuando se marchó en barca a un sitio tranquilo y apartado, y al saberlo las multitudes se desplazaron por tierra desde los pueblos (Mt. 14, 13-21). Y también se habría leído en misa el pasaje de las bodas de Caná, cuando es la Madre quien pide la intercesión del Hijo: “No tienen vino” (Jn. 2, 1-12).

En lo relativo al cuadro de Millet, no sabemos los nombres de los intervinientes. El artista no dejó constancia ni del municipio ni del apellido de esta familia. Aunque más que por este requisito, su universalidad deriva del carácter cotidiano del contexto y de la espontaneidad de los gestos.

Como la Historia que, en sí misma, es recipiente y alimento, coraje y entrega, musa y libro, madre e hija, hermana y amiga…, por los corredores del tiempo y los laberintos de la memoria.

 

(*) Las Doctoras Laura Lara y María Lara son Profesoras de la UDIMA, Primer Premio Nacional de Fin de Carrera en Historia del Gobierno de España, académicas de la Televisión, historiadoras del Servicio Histórico y Cultural del Ejército del Aire y Escritoras, con el Premio Algaba entre otros galardones.

Por Marta Oter

(Delegación de Pastoral Obrera)

 

 

En la fiesta de San José Obrero el 1 de mayo, fiesta del trabajo, en nuestra provincia de Guadalajara 306 empresas solicitaron un ERTE en marzo dejando sin trabajo a 1.634 personas. A estas hay que añadir 16.627 que ya estaban sin empleo. En nuestra Diócesis de Sigüenza-Guadalajara en estos meses de marzo y abril Cáritas está atendiendo con alimentos e higiene a 3.082 personas, de las que 1.094 acuden por primera vez; y está dando atención integral (techo, comida, higiene, ropa…) a 69 personas en dos centros de Guadalajara capital. ¿Cómo podemos celebrarlo?

En la búsqueda del bien común para todos, aquí y ahora, que como cristianos proponemos, y en este momento de la historia donde aportamos nuestra esperanza y confianza que otro mundo es posible, vemos una oportunidad de organizar nuestros estilos productivos de otra manera donde se ponga en el centro a la persona y su dignidad: “La persona es lo primero”; el dinero o el beneficio, después.

Donde “la persona es lo primero” se acoge y no se despide; se reparte lo que hay y no se acapara; se protege y no se sacrifica; se hace justicia social; se hace y se vive Doctrina social de la Iglesia

Como trabajadores asalariados muchas veces no podemos escoger en qué y dónde trabajar, pero sí podemos decidir qué estilo de vida llevar para cambiar los trabajos. Nuestra compra es nuestro “voto”, nuestra austeridad es nuestra solidaridad, y la fe, nuestro estímulo.

Como cristianos que somos nuestra Fe nos interpela y nos exige que no miremos para otro lado (Parábola del buen samaritano) ni ante esto, ni ante la continua tragedia de los accidentes laborales (28 de abril, Jornada mundial de la salud y seguridad en el trabajo): 120 trabajadores fallecidos en España en enero y febrero – 27 personas más que en el mismo periodo de 2019, según datos del Ministerio de Trabajo y Economía Social. No son cifras sin más; son vidas de personas, de familias que se truncan…

Sea esta una invitación a reflexionar, orar y actuar: cambiemos nuestras vidas para cambiar nuestro presente y construir nuestro futuro.

Hoy es un buen día para comenzar.

 

 

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